30.11.07

Al final reventamos

No pude asistir el miércoles a la conferencia del tío del tiempo, Florenci Rey, pero me quedo con algo de lo que dijo y que ayer nos reproducía este periódico: No podemos estar todo el día y todo el año climatizados a 22 grados. Es bueno pasar frío y también pasar calor. Ahí, ahí. Porque lo que está ocurriendo, y esto ya lo digo yo, es que esta sociedad del bienestar que nos inventamos y nos procuramos para parecer más dignos ante los ojos del de enfrente, que es un fatigas, ha llegado a negar el transcurso natural de las estaciones, que, así a lo tonto, son un dato más y bastante fiable de que seguimos vivos. Desde que es noticia en los medios el hecho de que en verano haga calor y en invierno frío —asombrosos acontecimientos que incluso abren en portada los telediarios, mira tú que la pamplina—, la climatología de toda la vida se ha convertido en un enemigo cruel y hartizo que a lo mejor antes no existía y que probablemente han fabricado los de Greenpeace para putearnos. De ahí los aparatos de aire acondicionado, que son las armas combativas del capitalismo, una cosa que ni suda ni tirita, toma castaña. Razonar esto está muy bien; lo malo es que ya no lo para nadie y al final reventamos. Fijo.

29.11.07

Libretillas clínicas

Hombre, eso es reciclar papel, lo cual no viene mal en estos tiempos —pese al primo de Rajoy—, pero a ver por qué el gachón que acaba de meterse una hamburguesa doble con queso y bacon y, de postre, un perrito con cebolla y mayonesa se tiene que enterar de que a usted le extirparon un quiste y a mí me deshollinaron el píloro una mañana de primavera. Esto sólo pasa en Jaén: hacer libretillas para apuntar la cuenta con partes médicos e historiales clínicos. “Son diez con veinte y, si mira usted detrás del papel, verá qué magnífica vasectomía le hicieron al hermano del cuñado de su amigo Jeremías el pasado cuatro de abril”. Y cuando no libretillas, se tiran al contenedor tal cual para que lo encuentren los buscadores de tesoros, que también ha pasado alguna que otra vez en este Jaén lagártico y mandilón en el que la sanidad pública cree que el secreto profesional y la mera delicadeza son tres cuartas de pescuezo de pollo pelao. Cualquier día va a ocurrir lo mismo o parecido con las fichas del puticlub y verás tú entonces la que se puede armar, madre mía de mi vida, honras y honores a la porra, aunque la verdad es que no sé yo qué documentos son más íntimos. Usted verá, dígalo.

28.11.07

No te dé vergüenza

Confiesa, Jaén: la apertura de El Corte Inglés te hace más ilusión, más cosquillicas en la barriga y más chispitillas en la mirada que si fueran a inaugurar un nuevo templo católico, otra gran parroquia chulérica con curas guapetones y preparadísimos, monaguillos de anuncio, imágenes casi vivas y dogmas renovados de fe y de inteligencia. ¿A que sí? Pues claro que sí, no te dé vergüenza reconocerlo, dilo sin miedo, que dios es capaz de perdonar el pecadillo del apego a lo material si, a cambio, eres sincero y limpio de corazón y los golpes de pecho los realizas para desatascártelo, no al contrario. El Corte Inglés es otra fe, si no más poderosa que la que te hace alzar la vista y los ruegos al cielo, al menos sí más cierta y patente: una de esas fes que pueden adquirirse con tarjeta y pagarla dentro de dos meses o así. Y en este Jaén lagártico y beato, tan beato y tan lagártico, no podía ser menos. Vendrán semanas santas, pero también las primaveras, esas primaveras de El Corte Inglés que tan sentidas son y tanta o más penitencia nos imponen. No es que seamos consumistas, es que somos creyentes y estamos convencidos de que necesitamos comprar algo que nos habite el alma todos los tristes días.

27.11.07

Un buitre nos visita

Llega a Jaén el buitre leonado y hambriento y, tras sobrevolar un rato la ciudad, como no le gustan las aceitunas que la rodean ni considera apetitosos los ojos demasiado apagados de sus habitantes, se posa en el cementerio a ver qué cae o por respirar miasmas, que algo alimentan, que son el efluvio del cocido de la muerte, la aromancia popular del fritillo de la carne en descomposición con todas sus bendiciones, sus seguros de vida y sus entrañables recuerdos. Íbamos a ver al buitre o a Santa Catalina, no nos decidíamos: la jarana o el polvo, la escama o la pluma, el pico o la bota, la raspa o el mal fario. El buitre tenía hambre, un hambre de comerse a los perros, y nosotros le hacíamos fotos para el recuerdo y aspavientos para que nos mirase, pero no demasiado, no fuera a ser que se quedara con nuestras caras. Hermoso animal de capa raída, calvo y narigudo, como un clérigo excomulgado y loco pidiendo cecina para roer y seguir viaje al infierno, al que se va por ciertos pasadizos camposantinos. Llega a Jaén el buitre a que le rindan pleitesía de rey, de emperador, de consejero, pero vinieron los del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas a cargarse el acto y la literatura.

26.11.07

Paciencia a la jaenera

Tenemos paciencia. De los jaenitas se podrán decir todas las perrerías que se quieran, y merecidas, pero tenemos paciencia, mucha, a paletadas, a espuertas, a sacos. Paciencia. Que no venga nadie a decirnos que los jaenitas no tenemos paciencia, porque entonces seguro que la perdemos y aviado va el pescuezo de quien ose proferir tamaña afirmación. Somos conformistas, vale; somos conservadores, vale; somos un poco guarros, vale; somos más bien secos, vale, vale, vale, vale… Todo lo que tú quieras. Y más. Pero a pacientes no nos gana ni el que metió una zapatilla en una jaula y se sentó a esperar que cantase, no te digo ya el santo Job, que fue un desatado y un nervios comparado con los jaenitas. Y si no, el teatro, el nuevo teatro, que con el tiempo que hace que nos lo prometieron, eso de nuevo da un poco de risa: el nuevo teatro nace viejo, pellejo y con deudas. Con deudas. Paciencia. Ocho millones de euros. Paciencia, ocho millones de paciencia. Tantísimos años engañados, asistiendo a las vergüenzas del ahora lo hacemos y ahora no lo hacemos, y ya que por fin parece que la cosa está hecha, ¡ráscatela!, vemos que nos ha salido un mamón de dinerales. Paciencia, sí, paciencia.

23.11.07

Anda que no se pegan viajes

Espero que el olivico ese tan bonico que hemos plantado en Roma sepa buscarse pronto la vida y se arranque a crecer por sí solo, porque como haya que ir más veces de excursión a Italia con papá Felipe y agregados a cantarle coplillas y a acariciarle las hojas para que no se ponga mohíno, la cosa puede salirnos por un pico y parte del huevo izquierdo, dicho sea con todos los respetos. Hay que ver, ¿eh? Con el empacho que a las personas normales nos produce tanta tontera en torno a ese arbolito tan feorro y repetido, al que hay que pedirle los frutos a palos, y lo que disfrutan las personalidades haciendo el gamba alrededor de él, que hasta cursis se ponen. Anda que no se pegan viajes con la excusa de las raíces, la cultura, el futuro, los griegos, el zumo de oro líquido y toda la colección esa de frases hechas y charlas rancias que se han inventado para hacerse los importantes fuera de aquí. El olivo para hallar la paz, tócate la pera. Oye, y que cabe de todo, hasta los iberos, no vamos a dejar al Arturo Ruiz y a la Carmen Rísquez en tierra, que después refunfuñan y dan la coña: “Yo quería ir a Roma, yo quería ir a Roma, yo quería ir a Roma…”. Y así seguimos, y esto es lo que hay. Resignación.

22.11.07

¿Vale que yo era...?

En la República Independiente de Peñamefécit, de chaveíllas, nos gustaba mucho jugar al “¿vale que yo era…?” cuando de imitar a personajes de las series de televisión de la época se trataba. Por lo general, todos preferíamos adoptar las formas de los más chuletas, astutos y violentos, también de los más guapos, claro, a ver quién iba a querer ser en ese caso el Algarrobo o Colombo, mucho menos Charlie, el de Los Ángeles de Charlie, que nunca se veía y entonces te tenías que ir a tu casa. Viene esto porque, el otro día, en el pleno infantil que se celebró en el Ayuntamiento jaenoncho, los nenes y nenas que lo integraban también podían haber jugado al “¿vale que yo era…?” y en su escenario real, aunque me da a mí que no serían muy aficionados a ver los plenos emitidos por Onda Jaén. No obstante, después del asiento protagonista, o sea el de la alcalda Puri, creo que hubiera habido disputas por el de Miguel Segovia, que es el malo malote del la serie esa municipal que nos echan, así como el del ex alcalde, que es un malo que ahora está aprendiendo a ser chistoso e irónico, no así el de Sánchez Herrera, que no dice ni mu y no hace más que tocarse la nariz como si todo aquello con él no fuese.

21.11.07

El espíritu santo

La Iglesia católica pide perdón por sus actos en la Guerra Civil justo ahora que tiene en marcha una campaña para recaudar más fondos económicos. Entonces qué, ¿nos lo creemos? ¿Damos crédito a su arrepentimiento? Yo no; usted puede hacer lo que quiera, como por ejemplo insultarme y amenazarme anónimamente por esta columna, que es una cosa que a usted le gusta mucho. Experta en acariciar a todo el rebaño cuando le conviene, la Iglesia católica cuenta con la suficiente frialdad en la sangre y los jeringazos de hipocresía que hagan falta para ciscarse en cualquiera de sus principios a cambio de lo que más le gusta: el dinerito, que es el espíritu santo del Vaticano. Si mañana, dios no lo quiera, nos pegaran otro golpetazo militar y se impusiera una nueva dictadura (límpiese usted la baba, hombre, que es un suponer), la Iglesia volvería sin dudarlo junto al tirano, que es donde más grande y santa se siente ella. Eso de los perdones que nos echan tanto años después de meter la pata debería darles sofocación, mejor callarse y seguir callando. Pero, claro, ahora existe una cosa que se llama marketing, y si el negocio prospera haciendo burla en dirección al Valle de los Caídos, todos a una.

20.11.07

Ahora les preocupa

El primo científico de Mariano Rajoy ha conseguido que el PP prometa ahora una ley nacional contra el cambio climático si gana las elecciones generales el año que viene. O sea que, de no considerarla en absoluto y tomársela más bien a chufla, confundiéndola neciamente con la meteorología sevillana, han pasado a que ahora la ecología les preocupe mucho, una barbaridad, tanto que una metedura de pata garrafal del líder y de su primo catedrático ha impreso un punto nuevo en el programa electoral de la derecha esta tan papanatas y peligrosa que, sin percatarnos, se nos ha cocido en la olla exprés de hace unos cuantos años. Está claro que sigue importándoles un pepino que el planeta se muera y nos mate, pero se han dado cuenta de lo bien que queda luchar contra eso un día de estos y ganarse así el voto de algún ecologista de los de barbita mosquera y harto porros. De lo cual se deduce que las promesas electorales son más estafa de lo que su propia naturaleza ya de por sí les concede cuando se improvisan a modo de parche o relleno para tapar huecos por los que podríamos haber asomado el ojillo y verles la trastienda a sus mentiras. ¿El ecologismo da votos? ¿Sí? Pues mételo, nene, tú mételo.

19.11.07

Noticias del Chubby

Atención, españoles, andaluces, jienenses, peñamefeciteros: el Chubby Cheek ha resucitado. Si hace diez meses le escribíamos una necrológica en la que, además, hacíamos apología de la eutanasia que se le debía haber practicado al local tiempo antes, cuando agonizaba como un ser querido con cuya moribundez ya no podíamos más, hoy, como la vida es un pasodoble y un reguetón, más que un tango, tenemos que hablar de resurrección, toma castaña, con su cacofonía y todo. ¡Alabaré, alabaré, alabaré! El Chubby Cheek se reinaugura el jueves que viene, día 22, otra vez por obra y gracia de la mano y el bastón del magnate de la mortadela del Bodegón, Ángel Millán, entre Millanes, cómo no, a ver si creían ustedes que lo iba a retomar cualquier particular de esos con vocación de purpurina. La verdad es que al Millán sin su Chubby se le veía de lo más desdibujado y con peor carácter que de costumbre, hace poco le pregunté qué supermercado iban a poner en el local y por poco me muerde, y pese a que yo no tengo muy claro aún si sentimentalmente la idea es acertada, sí feliz, creo que merece la pena intentar que el garito vuelva a ser lo que fue antes de que yo me quedara calvo y usted peinara canas.

16.11.07

Informática y médicos

Tuvo que ser un follón y un trastorno el hecho de que se bloqueara la red informática de los centros de salud de la provincia esta que nos ha tocado habitar, no digo yo que no, pero, al menos, durante un día los médicos miraron un poco más la cara de sus pacientes y no la pantalla del ordenador. Menos la mía, que es un primor, los médicos escriben mucho ahora. Demasiado. Han pasado de esa caligrafía del demonio que les enseñan en la facultad y se han apuntado a la teclita y al ratón. Uno llega a la consulta con sus males y sus cosas, las cuenta y parece que le están tomando declaración en la comisaría. Y claro, uno se embala, todo emocionado, porque hay que ver lo que emociona contarle tus pachucheces a un médico, qué gustazo, y entonces el médico te dice que pares porque no se está enterando de nada y todavía va por el “mire usted, don Josepedro…”. Así no se agilizan las urgencias, por ejemplo, ya que, hasta que el facultativo te pone la mano encima, puede pasar un cuarto de hora de literatura clínica en el que sólo se oye el clik clik clik y tus ay ay ay. Que les pongan escribano, un cronista de tus adentros, un inventariador de fármacos. Puestos de trabajo, SAS, puestos de trabajo.

15.11.07

De luces y de monos

Comienza a palpitar el coloso, a desperezarse, pronto empezará a rugir y los pequeños comerciantes de Jaén ya están temblando y desorbitando los ojos como los nativos de las películas de King-Kong cuando sienten la presencia inmensa del goriláncano. El Cortinglés casi ha llegado a la aldea jaenita, unos pocos metros lo separan, así que, de momento, vamos a ir desahogándonos con el top-manta, que no es más que un chimpancé, un tití, un monicaco asustadizo y fácilmente pateable. Que lo repriman con más contundencia, a ver qué se han creído. Comprendo al pequeño comercio, su miedo a la oscuridad, que esta Navidad pretende aliviarse prendiendo más antorchas en las calles del poblado; pero lo suyo con los manteros es que suena demasiado a la reacción del encargadillo abroncado por el jefazo. Me explico: cuando el jefazo amedrenta al encargadillo, el encargadillo la paga con el recadero hasta la humillación. Es eso y así es. El Cortinglés funcionará incluso si no le dan luz —ya la sacará él del éter si es preciso—, mientras que las tiendecitas hacen acopio de más velas y los vendedores callejeros se calan el gorro de borra hasta los hombros. Eso sí, con dos agujeritos para vigilar.

14.11.07

En el nombre de las calles

Cuando la señora alcalda jaenerita diga “venga” y se empiecen a desatornillar y a arrancar las placas y baldosines de las calles con nombres franquistas, para muchos ciudadanos de este Jaén lagártico y facha será como si les desatornillaran a ellos los ojos y les arrancaran las tripas, ¿a que sí? Ya te digo. Y cuidado que no haya disturbios y ataques de nervios y lágrimas. Espero que no les dé por empezar este 20 de noviembre, capaces son. Aquí hay mucha nostalgia y muchos cojonzuelos revenidos que maceraron en la dictadura con toda la libertad y la tranquilidad del mundo. Y cuento también a los metidos en política democrática municipal. Y a los que hoy van a votar en sahariana y con cara de democracia. Ya se sabe que con Franco se vivía mejor y que dios era más Dios con Franco, ayudaba, participaba o miraba para otra parte. La Ley de la Memoria Histórica no es nada si la comparamos con la memoria íntima y particular de una ciudad y sus vecinos, aquello de: “Te conozco, bacalao, aunque vengas disfrazao”. Y ya que el Ayuntamiento da la oportunidad a su plebe de rebautizar las vías públicas despojadas de gloria, honor y movimiento, aquí va una propuesta: calle Alfonso Fernández Malo.

13.11.07

"¿Por qué no te callas?"

Al Rey le salió en la Cumbre Iberoamericana de Chile la mala follá acumulada por la portada aquella de “El Jueves”, por la quema de fotos suyas, por Jiménez Losantos, por Esperanza Aguirre… El vinagre del venezolano Hugo Chávez y del nicaragüense Daniel Ortega era por culpa de Cristóbal Colón, claro, al que todavía no le han perdonado la piojera de la Pinta, de la Niña y, mucho menos, de la Santa María, en tanto que los demás indios parecen haberse olvidado ya del saqueo y del ultraje tan recientes, los muy rajaos. Cuarenta años después de que el dictador lo señalara con el dedito, Juan Carlos I el Traidor (así lo llama cierto sector de la derecha, ya saben) nos demuestra que no es sólo una maquinita de saludar con la mano y leer discursos, sino que también se le sube la mala sangre a la cabeza, esa que no se te va hasta que no la echas por la boca. Así, mientras que Zapatero estuvo grande en sus réplicas, al Rey se le vio ya lo viejo potaje, lo cascarrabias que está y las pocas ganas que tiene de que vengan a tocarle el escroto a estas alturas dos particulares puestos a enfriar. Aznar dejó mucho odio, el que aún sigue cociendo, y es la herencia que les ha legado a estos, monarquía incluida.

12.11.07

Te hablo de un gran mago

En los territorios sagrados e indecisos de las madrugadas de copas de este Jaén lagártico y peo, al igual que algunos se te acercan para contarte sus aburridas vidas o para que les cuentes tú algo y les arranques de la soledad aunque sea a pescozones, hay un mozuelo rubillo y con collar que te requiere un momento para que le veas la magia que le echa al naipe, el tío. Se llama Fran Manzaneda y es muy bueno. Tan bueno que a uno lo que le apetece es abandonarse y creer que la magia existe más allá de los trucos de la prestidigitación, que esas cartas están vivas y que el pavo que las maneja no es un pavo corriente, sino un poco genio. Yo lo conocí el verano pasado en el Hípico, me hizo unos juegos y, cuando acabó conmigo, me fui preocupado por ver quién me cerraba la boca ahora. Fran se dice discípulo de Juan Tamariz y leche si lo es. Es uno de esos magos tan veloces que parece que van a cámara lenta. Y ahí lo tenemos, callejero, pidiendo permiso para asombrarte y esperando que le hagan un hueco en los escenarios de los pubes. El jueves me faltó gritarle “¡eres un pedazo de miserable!” cuando un dos de picas atravesó la baraja y se bufó encima a veinte centímetros de mi nariz.

9.11.07

Nanas de la cebolla

A ver qué le decimos a un Gobierno socialista que permite que las cebollas suban de precio un veintidós por ciento. Y la leche, y el pan, y el pollo, y las pastas, y las sardinas, y los tomates, y los huevos… Pero, sobre todo, las cebollas, que empiezan a convertirse en perlas de huerta, en artículo de joyería. “Deme usted esa gargantilla de rubíes y medio kilo de cebollas, que me han tocado los ciegos y quiero obsequiar a la reina de mi corazón; a mi esposa ya le compraré una minipí”. Se supone que en los países civilizados, del primer mundo, o sea en los estados capitalistas como dios manda, los sueldos del personal tienen que ir a la par o, mejor, un poquito más arriba que las cebollas, para que la peña esté contenta y no pase mal rato. Ese es el progreso. En cambio, cuando las cebollas comienzan a suponer una preocupación y hasta un disgusto en la economía de un hogar democrático, católico, español y heterosexual, significa que algo no marcha en los encebollados de arriba y que alguien está descuidando la vida real del ciudadano por meterse en cebollales que sólo afectan a los políticos. Habrá que bajárselas de internet, las cebollas, digo, y racionar cuidadosamente los arrimones de cebolleta.

8.11.07

De la leche que mamaron

Es verdad, hemos perdido la costumbre de ver a las madres sacarse la teta en cualquier lugar para dar de mamar a sus chiquillos chiquitillos. Y es cierto lo que dice Pilar Rallo, ginecóloga e integrante de la “Liga de la leche”: que se dan casos de mujeres a las que echan de lugares públicos por atreverse a un gesto tan natural y tan bonito como es el de que tu nene te papee lo mejor que puedes darle. De la leche que mamaron algunos habría que acordarse. No hace mucho lo hizo una señora en el autobús, aquí en Jaén, que lo vi yo, y para algunos pasajeros fue como si la buena señora se hubiese puesto a ensuciar en cuclillas, tal jeta adoptaron de escándalo y desagrado. Esta sociedad es un sindiós, esto se nos viene abajo a fuerza de gazmoñería e hipócritas con la baba de la indolencia colgando. Aquí mucho ensalzar y proteger el coñazo de la familia y la vida, pero luego la teta te la sacas en tu casa, y bien tapadita, no se la vayas a poner contenta a cualquier degenerado de esos tan formalitos que van por ahí aleccionándonos sobre valores y ejemplos que ya están más rancios que sus caretos. Sáquense ustedes los pechos, señoras, donde le pille al niño el hambre, que eso es más viejo que dios y que la vergüenza.

7.11.07

El puño y la mano de Zarrías

Salió el lunes en la “Crónica política de la semana”, de Manuel Expósito. En la foto, Gaspar Zarrías alza la mano derecha con el puño cerrado, mientras que la izquierda se la mete campechanamente en el bolsillo del pantalón. Fue durante la misa cantada el pasado día 1 en el cementerio de San Eufrasio, con motivo de la inauguración del monumento a los represaliados por el franquismo en Jaén. El resto, la alcalda Carmen, el teniente Cano y demás fieles rojunos, levantan el puño izquierdo, que es el tono acostumbrado para marcarse “La Internacional”, esa coplilla que siempre están ensayando en el jacuzzi para cuando se presentan estas ocasiones tan señaladas. Sin embargo, ya digo, el señor Zarrías no; don Gaspar, a la contra. Atendamos pues: ¿qué nos quiere decir el jefe con esto? Me imagino que, para empezar, lo que nos quiere decir es que él levanta el puño que le sale de las narices, que para eso es el jefe, lo cual está muy bien, no seré yo el que le eche valor para discutírselo. Pero, al menos, esa mano izquierda la podría haber dejado libre y enseñada, que una mano en el bolsillo es síntoma de ociosidad y, si se profundiza un poco, roza el acto impuro. Los bolsillos son para el pañuelo, oiga.

6.11.07

Echando leches

En calzoncillos (con palominos), en bragas (con palominos), sin camiseta, sin calcetines, medio coritos, tiritandico y durmiendo sobre el mojado de sus meadas pretéritas. Así se ha quedado el PP de los Zaplanas, los Acebes, los Federicos, los Pedrojotas y demás compañía antes siniestra y hoy lamentable, ridícula, miserable y ya tan sólo útil para asustar viejas crédulas de misa diaria y Cope toldía. Tras la sentencia por el juicio del 11-M queda el andamiaje pelado y mohoso de una conspiración canalla que se inventaron unos cuantos embusteros y por el que ahora descienden echando leches y gritando “¡yo no he sido, yo no he sido!”. Pues claro que has sido tú, maldita sea. Hace falta tener muy poca vergüenza, señor mío jesucristo, hace falta estar muy podrido como partido político para, con un cerco de porquería alrededor de la boca y el aliento apestándote a follonazo, negar ahora que te comiste a cuchara y con mucho apetito una cloaca entera de enfrentamiento, conspiraciones y golpes de Estado. Ahora queremos verlos ante los tribunales y ante las hemerotecas y las grabaciones de sus solitarios vicios fascistas heredados del 36 y nunca satisfechos del todo. Dais lástima.

5.11.07

Baja un poco el tolón-tolón

Ha vuelto a los papeles, y triunfante, un héroe jaenita al que ya casi teníamos olvidado y cuya gesta y gloria me parece a mí que no hemos sabido glosar ni glorificar lo suficiente en este Jaén lagártico y dompimpón: Antonio Rus Gutiérrez, el hombre que se atrevió a irse un día al cuartelillo y ponerle una denuncia a las campanas de la Catedral, por jaleosas y porque le condenaban al sobresalto y a la mala salud. Ahí, con dos brevas. Ahora, años después, la Justicia Suprema del Tribunal de Andalucía le ha dado más razón que a un beato y obliga al Ayuntamiento de la capital a medirle los decibelios a la voz del templo, que anda muy gritón. Porque una cosa es llamar a misa y otra muy distinta es que los badajos te aporreen la existencia, habiendo e-mails y sms, que a lo mejor son tecnologías del demonio y la fe no las merece, pero van que te cagas a la hora de convocar a quien sea para lo que sea. “misa d 7 en 5 mnts. t speramos. x cierto has oido hoy a federico? no? pues tienes q confesart. pasalo”. El señor Rus clamaba y clamaba justicia para sus tímpanos y aquí algunos se lo tomaban a chufla, cuando no a herejía. Ahora sabemos que ya una campana, en provincias, no manda tanto como antes. Bien.

2.11.07

Riego mi cementerio

Muertos de risa, muertos de vergüenza, de aburrimiento muertos, muertos de gracia, muertos de nada, mis muertos, tus muertos, a la seño vas, la seño muerta de amor, señor, el amor mata, el desamor mata, los celos matan, muertos y fieles, bodas de muertos, difuntos, asuntos, los ojos muertos, los ojos blandos, vidriados, pirris, calla que me muero, sigue que me muero, sigue, sigue, sigue, sigue, sigue, que me muero, para, calla, no sigas, que me duele, te mataré cuando pueda, muertos andantes a los que todavía no les ha dado la gana de levantarse y andar, muertos despiertos buscando un roalillo en su epitafio para firmarlo, “aquí yaces tú en mi corazón”, no me mates con tomate, mátame con bacalao, el niño muerto al que mató tu guerra, al que mató tu abuelo vestido de azul, los curas muertos, las monjas muertas, la sangre, el sol, las moscas, qué pestazo, riego mi cementerio para que no se me seque, pongo pelos de pubis en los jarrones de alpaca, hay un nicho pequeñito para emparedar mis ideas, hay un panteón grandioso para inhumar tu voz y tus pechos, llevamos el rostro pintado de muerte, el beso frío y las nalgas ardiendo, hoy no me quisiera morir, puede que sea mañana, no me reces.

1.11.07

El nuevo San Pablo

Nueve meses llevo esperando para escribir esta columna. Acojonadillo, hoy la escribo. No, no soy padre (creo). Se trata de algo mucho más grave. Dónde va a parar. Les cuento: el día 23 de febrero de 2007 recibí en mi domicilio habitual la carta de un atento lector que, con nombre, apellidos y dirección, se molestó en escribirme a mano y con una caligrafía impoluta quince folios, quince, para decirme que yo seré el nuevo San Pablo y que ayer, día 31 de octubre, a las 20 horas, el sol emitiría calores sofocantes, las lluvias desaforadas nos inundarían hasta el gaznate y un huracán tremendamente maléfico nos mandaría a todos a tomar viento, menos a mí, al nuevo San Pablo, ya digo, quien por fin vería a Dios, creería en él y se consagraría a su ministerio por las tierras del mundo. Toma castaña. No crean que llevo nueve meses tomándome esa carta a broma. Todo lo contrario. Anoche no me acosté y, de amanecida, me asomé a la ventana y vi que algo no era normal: había unas nubes extrañas, demasiado negras, demasiado cenicientas. ¿Las vieron? Me asusté. Les aseguro que me asusté mucho. La profecía parecía tomar forma. Sin embargo, hoy seguimos vivos. Y no me explico por qué.