5.11.07

Baja un poco el tolón-tolón

Ha vuelto a los papeles, y triunfante, un héroe jaenita al que ya casi teníamos olvidado y cuya gesta y gloria me parece a mí que no hemos sabido glosar ni glorificar lo suficiente en este Jaén lagártico y dompimpón: Antonio Rus Gutiérrez, el hombre que se atrevió a irse un día al cuartelillo y ponerle una denuncia a las campanas de la Catedral, por jaleosas y porque le condenaban al sobresalto y a la mala salud. Ahí, con dos brevas. Ahora, años después, la Justicia Suprema del Tribunal de Andalucía le ha dado más razón que a un beato y obliga al Ayuntamiento de la capital a medirle los decibelios a la voz del templo, que anda muy gritón. Porque una cosa es llamar a misa y otra muy distinta es que los badajos te aporreen la existencia, habiendo e-mails y sms, que a lo mejor son tecnologías del demonio y la fe no las merece, pero van que te cagas a la hora de convocar a quien sea para lo que sea. “misa d 7 en 5 mnts. t speramos. x cierto has oido hoy a federico? no? pues tienes q confesart. pasalo”. El señor Rus clamaba y clamaba justicia para sus tímpanos y aquí algunos se lo tomaban a chufla, cuando no a herejía. Ahora sabemos que ya una campana, en provincias, no manda tanto como antes. Bien.

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