31.1.06

El Gobierno hundiendo quioscos

Hacen bien en holgar y manifestarse, la verdad es que es una chorrada mayúscula y hasta de padre y muy señor mío eso de que los quioscos no puedan vender tabaco, a fin de proteger a la infancia. Leche con la infancia. Con tanta protección frente a chominás lo único que estamos consiguiendo son generaciones de porcelanita quebradiza, nenes acipotados que, cuando descubran lo que vale un peine, a lo mejor ya es demasiado tarde y te queman al mendigo que duerme en el cajero automático y lo graban con el móvil para enseñárselo a sus colegas y partirse todos de risa, porque eso de ver a un mendigo arder o ser víctima de un palizón mortal debe ser una cosa graciosísima, de mucho chiste. ¿Cómo se les protege de ser unos sádicos? Ni idea, ¿verdad? A la infancia hay que protegerla de otras cosas y, sobre todo, con más acierto. Lo facilón es muy fácil. Que un zagalillo vea que donde su padre compra el periódico venden también esos canutitos de papel que se fuman me parece a mí que no le va a provocar ya el síndrome de abstinencia, vamos, digo yo. Sin embargo, a los quiosqueros los hundes. Y que si al zangalitrón le tira el fumeque verás tú qué pronto consigue un Fortuna. Producto legal.

30.1.06

¿Otra vez el Checa, por Dios?

Los años pasan y nos envejecen, y nos confunden y nos vuelven un poco bragazas; la juventud más dura y radical macera y se ablanda en el almíbar facilón del tiempo, y... ¡A la porra! Que lo que quiero decir es que no sé qué rayos le pasa al Pedro Pacheco presentándonos al Javier Checa como si fuera el político más inteligente, sabio y profundo que ha dado la Historia. Laírgen, nene, lo que hay que tragar. Aquel tío valentudo, jerezano y cojoneril que hace años le echó riñones a su opinión y dijo que “la justicia es un cachondeo”, hoy se retrata con el ex alcalde y showman de Torredonjimeno, el que repartía huevos con la Karina y quería meter los jueves a los hombres en casa y tiraba el bastón de mando al respetable y yo qué sé qué más, el que tuvo que salir por patas de la Alcaldía andalucista tosiriana porque la gente ya estaba de él que se la tentaba. Bueno, pues ahora es del Partido Socialista Andaluz y, según el Pacheco, que lo avala, tiene una capacidad privilegiada, mucha valía y todos deberíamos aprender de él. Ay, Pacheco, tú antes no eras así. Espero que en realidad sepas que estás mintiendo y no ignores que Checa no es sino un guasón con aspiraciones a Gran Guasón.

27.1.06

Al loro, ecologistas jaenonchos

Oye, ecologistas de Jaén, que la consejera de Medio Ambiente, la Fuensanta Coves, va a coger un hacha y va a talar los árboles que dice que hay de más en el Neveral y Santa Catalina para lo del parque periurbano que van a hacer, eso ha dicho, así que ya me os estáis movilizando, que la cosa, aunque va para largo, es mejor recriminarla y moscacojonerearla con tiempo, aunque sólo sirva para que, a la hora del crimen verde que con tanta política planean, la conciencia les remuerda un pelín, nada más que un pelín. Porque digo yo que los árboles, cucha tú qué tontería, nunca están de más (bueno, excepto si te crece uno en la salita) y ya se hallaban allí antes del proyecto y puede que hasta mucho antes de la existencia de la Fuensanta Coves, conque yo no sé qué derecho tienen a cargárselos, máxime si tenemos en cuenta la desgraciada ironía de que ese espacio está protegido desde junio del año pasado por la propia Consejería de Medio Ambiente, o sea que aquí tenemos un caso claro de benefactor verdugo. De manera que ya lo sabéis, ecologistas jaeneronchos: menos porros y menos Ché Guevara y a currar, que para eso estáis, no vayamos a tener que lamentar. Por mi parte, queda este artículo.

26.1.06

Obedezcamos a Su Santidad el Ratzinger

El Santo Cabo de la Guardia Civil, o sea Benedicto XVI, en su primer mensaje a los periodistas, ha pedido a los medios de comunicación valor, determinación y coraje a la hora de ejercer su labor, alertándoles del peligro de caer en la ambigüedad o sucumbir a las presiones que generan verdades a medias. Yo no soy periodista, pero, no sé por qué, me siento integrado en los medios de comunicación a los que Ratzinger ha dirigido sus palabras, así que no me resisto a obedecer el sabio mensaje de Su Santidad desde esta modesta columna con la que tanto disfrutamos usted, yo y un tito medio falangista que tengo en Pozo Alcón. Allá voy. Estoy absolutamente convencido, y así lo expreso, de que la Iglesia Católica lleva siglos convertida en un despiadado negocio multinacional que sueña e incluso pugna por el poder absoluto y la tiranía de la que está hecha, que vive del tinglado perfecto de una hipocresía bien disfrazada, que es una próspera importación de almas manejadas a su antojo y con ánimo de lucro y que si hay un personaje en la Historia que no le conviene en modo alguno, ese es Jesucristo, al que venera de lejos, cuanto más, mejor. ¿Me habré ganado el cielo? Saludos, Papa Ratzinger.

25.1.06

Mi estreno como delincuente

Aquí donde me ven, sin ánimo de darme demasiada importancia, ya he tenido el honor y la satisfacción de ser delatado al personal de seguridad de una estación de Renfe por fumar en andén techado. El delator fue un abuelo acusica que, tras mirarme con mucho crimen en sus pupilas pochas, se lanzó derecho al segurata y no dudó en señalarme con el dedo, como si en vez de estar fumando anduviese metiendo bombas en los vagones o algo peor. Menos mal que el segurata, que debía ser fumador, se limitó a pedirme amablemente que apagara el plajo y no movilizó a las fuerzas de orden público, que a lo mejor era lo que el abuelaco chinchoso ese hubiera querido, maldita sea la leche que mamó. De manera que uno ya ha sufrido en las propias y hermosas carnes el puritanismo que viene, que crece y se descara amparado por una ley que pronto traerá otras, las cuales, no lo duden, seguirán disparando dedos acusadores contra los nuevos delincuentes que las leyes crean. ¿Sabían que en los bonitos EE.UU. es mejor no acariciarle cariñosamente la cabeza a un niño porque te pueden acusar de pedofilia? Cuando lo prudente sería no hacerlo, no vaya a ser que el zagalillo saque una pistola y te fría a tiros.

24.1.06

Hermoso cabreo el del PP, ¿eh?

Hoy hace una semana que vinieron y se fueron los señoritos de los dineros y mire usted cómo han dejado el palomar político jaenita, haciendo un cucurrucucú malafollaíno y tirándose picotazos de vez en cuando. Si Zapatero viene diciendo que va a proponer la ilegalización del PP de Jaén, por coñazo, no les hubiera sentado peor a los peporros que eso de traernos guita para su uso y disfrute, el de todos (supongo, espero, vamos). Uno que es muy gracioso lanzando viajes con el pico es el Gabino Puche, que sólo asoma la gaita tres cuartas y de higos a brevas para contarnos desastres, reprocharnos los resultados de las pasadas elecciones generales y enrabietarse por esta Andalucía siempre perdida, dicho lo cual torna al cubículo de su gloria política provincial y se calla, hasta otra. Qué tío, el Gabino, y qué poco pueblo tiene. Mientras tanto, da gusto ver a los sociatas del lugar haciéndose los chulos por la visita cargada de regalos de su gran jefe (bueno, uno de ellos) y canturreando “chincha relincha, chincha relincha” con ese tonito tan puñetero del que son capaces. Así de anchos están. Increíble esta política que, incluso frente al bien, enfrenta colores. Los suyos.

23.1.06

Y que tenga que decirlo un juez...

Qué rubor, qué sofocación, qué bochornazo más grande que tenga que venir un juez a decirle al Ayuntamiento que haga el favor de limpiar, adecentar y acondicionar el Polígono de los Olivares, so cochino, que está criando roña y es una feria de insalubridad, un pudridero de basura, el síndrome de Diógenes de la locura municipal. Qué sofocación. Nada menos que un juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo, ¡ahí es nada: de lo Contencioso Administrativo!, con lo finos y lo limpios y lo ordenaditos que son los jueces de lo Contencioso Administrativo y el olfato tan delicado que gastan. Yo no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza, vamos, yo es que no lo sé. Eso le pasa al PP por echar a barato las quejas de los ciudadanos, en este caso de los sufridores diarios del Polígono, cuando las exponen por las buenas, y considerar oposición canalla y malintencionada a todo aquel hijo de vecino que no está conforme con su actuación. Pues hale, hale: a ver qué le decís ahora al señor juez, valientes, chulones. ¿Ahora sus tiembla? Pues nada, toca arremangarse, ir a la droguería a por lejía, escobas y fliflís y ponerse a limpiar, guarracos. Ah, y llevaos también catanas, por las ratas.

20.1.06

¿De qué nos suena todo esto?

Esto que ha traído en sus planes el presidente Zapatero para la provincia de Jaén, eso que dice el Mariano Rajoy de que no seamos cipotes porque nos están engañando y al final no vamos a ver ni un jandón, lo del “motor” para Andalucía (cucha tú qué metafórico, el hombre, y qué dinámico) que se le ha ocurrido al Chaves que puede ser Jaén, la cosa esa del Plan Activa que suena a promoción de compañías telefónicas..., todo eso... Yo qué sé. Uno ya no sabe si es verdad de la buena o embuste bellaco, tanto para bien como para mal, ni si lo veremos o no. Pero hay algo que me parece que sí está claro, y es que suena a lo de siempre. A lo de siempre, sí, a lo repetido por costumbre, por inercia, porque así tiene que ser. O sea que no suena ni a verdad ni a mentira. Suena a lo que pasa con cualquier gobernante que se arrima por aquí: el revuelo, el protocolo, las visiticas, que si mira qué bonico es esto, que si hay que ver lo bien que se papea con el aceite pata negra, que si vaya tesoro tenéis aquí y que si verás tú cuánto nos vamos a acordar de vosotros en Madrid. Y hasta luego. Nos lo dejan todo por el medio, se han fundido el rollo de papel higiénico y hay que rellenar el frigorífico. Y hasta otra.

19.1.06

A ver esas "paradas inteligentes"

Parece ser que para finales de este mes se va a empezar a experimentar con las “paradas inteligentes” de autobuses urbanos de la Jaén capitalona. Bueno, confiemos, no seamos agoreros ni tremendistas; pero no me digan que no invita al choteo eso de “paradas inteligentes”, tal y como están ahora mismo, más ceporricas las pobres que el que asó la manteca y se la echó al canario, con esos paneles de chichinabo, santo dios, que es que dan hasta mal rollo y ganas de yo qué sé qué. ¿Qué le hubiera costado a Castillo, el de toda la vida, pegar un folio con desafín en la parada de Virgen de la Cabeza (con perdón y mis respetos) diciéndonos a los pobreticos usuarios que allí no para ya el bicho debido a las obras esas que dicen que hay y que no son sino inventos? Es verdad que la tinta de impresora está cara, pero leche, tampoco se iban a quedar sin pan un día. Y aunque me propuse hacerlo cada primero de mes, ahora me viene al pelo (es un decir) volver al ataque contra el torno. El torno. Ese estorbo de la entrada, obsoleto y tontorrón, que hay que empujar con las partes pudendas a ritmo de crujetazo, rocotró. Que lo quiten, que hay siglo XXI y cada vez menos lugar para las catetadas.

18.1.06

Y sigue la venganza del pollo

La gripe aviar se aproxima a los países en los que sí empieza a ser grave morir y las autoridades sanitarias continúan diciéndonos que no seamos caguicas, que no pasa nada. Sigue falleciendo gente por esa cosa de los pollos que nadie se explica y las autoridades sanitarias piden tranquilidad y que no cunda el pánico. Y digo yo, ¿hay que fiarse a pie juntillas de los dictámenes de las autoridades sanitarias? Porque a mí lo que me están pareciendo son unos juangüevos que, con decir “eso no es ná, más se perdió en Cuba”, tienen bastante. Un día verás tú como nos aconsejan que aplaudamos con entusiasmo el avance de la enfermedad, los bríos de la epidemia que niegan por ser palabra maldita, medievalista, y que saquemos a la calle cabalgatas en homenaje al pollo pachucho y sus estragos en el ser humano. Hay como una pereza terrible a decirnos lo que está pasando. O lo que es peor: es como si la cautela hubiese dado paso a un miedo atroz a contarnos de verdad qué está pasando y qué nos espera. Venga a matar pollos y a enterrarlos en cal viva, holocausto pollar, pollicidio de urgencia, y que sea lo que dios quiera. Como si el planeta Tierra no necesitara despiojarse cada cierta era.

17.1.06

Zapatero, ya que está usted aquí...

Oiga, señor Zapatero, señor Zapatero, presidente, ¿va a ir usted a hacerle una visitica a don Ramón Palacios, el chacho Ramón de José María Aznar y los suyos, como hacía éste cuando venía a Jaén? Dicen que en su casa se está la mar de bien y que se come como dios, así que no sea tonto y no se prive, pelillos a la mar, que el auténtico paté de perdiz es una cosa a la que es pecado decirle que no por una ideología de más o de menos y además se cuenta que el alcalde de La Carolina lo unta como nadie. Y oiga, señor Zapatero, señor Zapatero, presidente, ya que está usted aquí, ¿podría poner orden en los papeles de los candidatos a la Alcaldía del PSOE jaenota, enseñarles cómo se grapan y se doblan y se guardan bien puestos? Es que no se aclaran, o a lo mejor es que no les dejan aclararse (que le cuente Zarrías, que le cuente, que sabe mucho), y digo yo que a usted le tomarán más en consideración. Y otra cosa, señor Zapatero, señor Zapatero, presidente, cucha que te diga, y perdone, pero es que le encuentro a usted ya muy quemado, no es el de antes, y eso que lleva tres días, no hace mucho le vi por la tele poniendo mala cara en una rueda de prensa, y se cayó un mito, ¿tengo razón?

16.1.06

El mojo y el sopón de Las Protegidas

Un caramelo para el que se crea que al alcalde jaenúo le preocupan de verdad la dignidad y las condiciones de vida de los vecinos del barrio de Las Protegidas... Vaya, todos diabéticos. A saber qué leche querrá el PP gobernante con tanto defender que esas viviendas no sean catalogadas por la Junta de Andazarrías, y a saber lo que pretende la Junta de Andazarrías con el empeño contrario. Algo muy fresquito y muy bueno debe haber en juego, porque si no, no se explica. A ver cuándo se ha visto que a un político, de la jeta que sea, eso da igual, le importen las comodidades inmuebles de la gente, mientras él esté agustico en alguna de sus setecientas casas o más. Que no, hombre, que no: que tururú, que no cuela, que no tragamos y que, quien trague, es porque se lo traga todo, y doblado, si hace falta. En Las Protegidas ha de haber mojo, mucho mojo y mucho sopón especulativo, futuro cortinglés al lado, y lo demás son gaitas. Porque ingenuamente podríamos pensar que la Junta y el Ayuntamiento lo único que pretenden es hacerse la puñeta uno a otro con la diferencia de pareceres; lo que pasa es que cada vez somos menos ingenuos y gastamos mejores y más sanas sospechas, mira tú por dónde.

13.1.06

Entre la fuerza y los sentimientos

Uno tan sólo había visto en películas el lugar al que me llevó el otro día el Juan Carlos, el del Tijuana, con la promesa firme de que me iba a gustar. Y digo: tate, ya está, verás que han abierto en Jaén mi soñado topless y no me había enterado, cucha tú qué Reyes más edificantes me va a echar este hombre, vamos prestos y sin más demora. Pero no era eso, si bien tampoco me sentí decepcionado, al contrario, y mira que allí, tetas, pocas. Porque resulta que aquí, en esta ciudad lagártica y mocha, en el número 17 de la calle Obispo Aguilar, hay un “underground” boxeístico, o sea un gimnasio donde se enseña y se aprende a boxear, y no le falta un detalle, ni siquiera el de que uno de los socios y entrenadores del local, Raúl Buendía, además de ser un profesional de los mecos y derechazos reglamentados, escribe de lo más bien cuando se quita los guantes, con lo cual se cumple la leyenda a veces cierta del romance entre la fuerza y los sentimientos. Y me cuentan que allí quien ingresa pasa a formar parte de una familia en la que sólo va a encontrar apoyo y buen rollito con el punching, los sacos, los espejos y con esa plazoleta cuadrada de la hora de la verdad que es el ring. Primer asalto.

12.1.06

No son siete casas, que son cuatro

Que no, tío, que no: que el alcalde de Jaén no tiene siete casas, que tiene solamente cuatro, entre Granada y aquí, las otras tres propiedades son un local, una finca rústica y un inmueble urbano “sin especificar”, lo que pasa es que a veces los periodistas corren mucho y los columnistas colaboradores, más. Así, la cosa ya no tiene chiste, claro: a ver qué hace uno con cuatro casas nada más, una finca rústica, un local y ese inmueble misterioso. Esas son posesiones de pobreticos, que es lo que el ciudadano quiere de sus políticos: que no alardeen ni se chuleen, que vivan en chabolarios y sepan muy bien sabido lo que vale un peine, para que escarmienten. No es lo mismo decir, como apuntaba yo en mi artículo del 30 de diciembre del año pasado, “me tengo que ir a una de mis siete casas” que “me tengo que ir a una de mis cuatro casas”, ahí se pierde la gracia de los siete magníficos, los siete pecados capitales, las siete y media y todo eso... Qué pena, ¿no? En fin, resignación. Rectificar no es de sabios, sino de equivocados, y yo lamento mucho haber retratado a un Sánchez de Heineken hecho un Rockefeller con sus siete viviendas, cuando no son más que cuatro y otras bagatelas.

11.1.06

Gorrión, la maldición, la profecía

Está escrito. Lo saben los sanedritas de los templos jaeninos. La arcana profecía de cuatro senadores tan magos como borrachos se cumplirá irremisiblemente, llegado el día. Dice así: “Ay de aquel que interrumpa o profane el devenir posado y secular de la taberna Gorrión, pues la momia del jamón que duerme en el sarcófago bodeguero cobrará vida y venganza justa y terrible entre quienes ejerzan y alienten tamaño sacrilegio”. No es broma; esto de las maldiciones es cosa muy seria que no hay que tomar a chiste, mucho menos a chufla. Figúrense ese jamón carcomido y furibundo, con los ojos malos, apareciéndose por las noches al personal para pegarle sustos y pezuñazos. No quisiera estar en el pellejo de los perseguidos por la revancha del tiempo. Si la taberna Gorrión se vende, como dicen, habrá que atenerse a las consecuencias. No habrá euros suficientes para que los dientes dejen de rechinar ni un solo día, será un precio maldito, una venta que arrancará de la tierra un chillío a los muertos incorruptos por tantos vinos trasegados. Callarán por siempre los gorriones en Jaén: estarán demasiado ocupados en picotearnos los ojos hitchcockianamente, y ya se sabe que, el que pica, no pía.

10.1.06

Salir un ratito a salvar España

Si es que al Ejército le queman los tanques tanto tiempo parados en las tanqueras, los fusiles criando triste orín en las fusileras, los avionacos matalotodo posados como gorrioncillos enfermos en los hangares de la Patria. Si es que un ejército está para salir a pegar tiros y chupinazos, pero de los de verdad, no maniobras de esas en las que un grupo de tíos pega corretadas sin ton ni son haciendo ratatatatá con la boca, ¡pun, muerto! Es como si al socorrista de la piscina de la comunidad no se le ahoga nadie; pues se aburre y se pone a plantearse dudas existenciales, cuando no a imaginar disparates. El día de la Pascua Militar, el tenientorro generalaco este, señor Mena Aguado, lo único que vino a decir es que la soldadesca bosteza de tedio y que no estaría mal que salieran a salvar un ratito a España, pues, como es sabido, el demonio se aprovecha de los desocupados y de ahí nacen las ideas separatistas y los vicios solitarios, entre otros males. Porque luego está la ayuda humanitaria y el servicio que prestan frente a las catástrofes, y bien, pero es que no sólo de humanidad vive el hombre, sobre todo si va armado, así que han elegido como diana el Estatut para calentar y para calentarse.

9.1.06

Concejal, que somos personas

(Para Alsen Bert, el del Naughty Boy)

Ay, Peragón-Peragón, ¿otra obra? Ya es que no nos queda más remedio que preguntar si de verdad es tan necesario poner patas arriba ahora la avenida de Madrid, desde este enero al verano (aunque luego, sepa dios), y hacerla más chulérica que ná. Y lo pregunta uno con su cierto complejo de estar tirándole piedras al progreso, a la mejora, a la modernización..., como un cateto reaccionario. Pero es que ya estamos fritos, Peragón-Peragón, hijo mío, tienes que entenderlo. Fritos. O sea, hasta la pimporreta. Que son muchas ya, y todas juntas, y eternas. Que al ciudadano hay que darle un respiro limpio, sin polvazo, sin ruidos, que somos personas y tenemos sentimientos, concejal, no abuses, leche. Todo esto a lo mejor dejará una Jaén estupenda y lo que tú quieras, y os lloverán votos en las próximas elecciones, ok, fantástico. Pero mira, de momento la única opinión que tenemos de la ciudad es que está hecha un caos y una mierda por culpa del Ayuntamiento asqueroso que gobernáis a base de excavadora y mala uva. Si la avenida de Madrid tiene picos, ¡pues que los tenga! Calles hay que no tienen ni dignidad y ahí están, abandonadas por vuestra desidia. Tregua, Peragón-Peragón. Tregua.

6.1.06

Monólogo al alba del 6 de enero

Que yo no quiero Reyes, madre, que yo me conformo con que dos ángeles no necesariamente rubios ni bellos vengan a despegarme los ojos y a espantarme las moscas que me visitan la putrefacción del día. ¿No oyes, madre, el griterío violeta de los manicomios? Es que se están riendo, madre, disfrazados con barbas, coronas de bronce herrumbroso y pieles de astracán; se mofan unos de otros, se dan de hostiones amistosos y se lamen las verrugas pensativos, a falta de mejor refrigerio, desnudos y mármoles, locos de alarido, lascivos y medio muertos de frío. Dile a los Reyes que pasen de largo, madre, de mi casa y de mi calle, de tu hijo canalla y de nuestra desesperación tan devota, que aún les queda mucha mañana en el aguardiente de los señoritos y en las peladillas de las prostitutas. Aquí no, madre, aquí que no entren los Reyes: despertarían a padre y tendríamos una desgracia como la del año pasado con el Ratoncito Pérez de la nenilla muerta, ¿te acuerdas, madre, de la nenilla muerta? Tú háblame, madre, o cántame nanas hasta que el sollozo te venza y a mí me duerma, que si los Reyes oyen llorar y dormir no se les ocurrirá entrar a esta casa sin suelos. Y dame ese cuchillo, madre.

5.1.06

Que me meto con los funcionarios

Al sagrado y largo desayuno de los funcionarios, que suelen echar un cuarto de hora para soplarle al café y media para tomárselo, y si es con tostada échale la hora completa, hay que añadirle ahora los minutos esturreados que salen a la calle a fumarse un truja, los que fumen, y los que no verás tú qué pronto se envician. Madre del amor hermoso. Yo no digo todos, que sería injusto, pero hombre, si nos dejamos de chominás correctas, de esas para quedar bien con todo el mundo, no nos temblaría la tecla al escribir que los funcionarios y el escaqueo son como la paella y la cigala, la hamburguesa y el ketchup, la morcilla y el “Almax”... Van unidos, se conocen, se entienden y se quieren, raras veces viven bien el uno sin el otro. Lo de tener que exiliarse un rato a fumar, no digáis que no, os ha venido como dios y será por lo único que dejéis un ratito el “Buscaminas” y el “Solitario” del ordenador, gestiones delicadísimas de las que hasta ahora no os lograba desconectar ni el ciudadano solicitante más necesitado. Porque, ya que sales a fumar, jopé, descubres que hace un bonito día y que además tienes una cuñada a la que le han extirpado un lobanillo, ¿no deberías ir a visitarla?

4.1.06

Recemos el responso de costumbre

Los que escribieron en la Constitución lo del derecho a una vivienda digna, una de dos: o se están tirando de los pelos o se están meando de risa. Lo digno se paga, y bien, a ver si ahora a lo digno va a tener derecho todo el mundo, incluso los pobres. Qué pena que Jaén haya dejado atrás el honor de ser una de las provincias más baratas para comprarse o alquilar una vivienda, ya no vamos a poder presumir de ello por ahí: “En mi Jaén, las tapas gratis, las mujeres emperifollás y los pisos a tres perras chicas”. Súmese a la lista de pérdidas y recemos el responso de costumbre, por si sirve. Aquí lo que pasa es que las constructoras y promotoras se jiñan en la Constitución con la ayuda laxante del Gobierno, quien incluso les introduce el librito en una bacinilla, para facilitarles la labor, tras recomendar a los jóvenes que adelgacen y se metan en treinta metros cuadrados, esas cajitas de juanolas que seguramente no van a habitar nunca los hijos de estos nuevos sociatas que ahora se jactan de que van a bajar los impuestos mientras le pegan un leñazo de no te menees al recibo de la luz y del gas. Tócate la pera. Con tantos disgustos, ¿me quieren explicar cómo vamos a dejar de fumar?

3.1.06

Qué Reyes Magos ni qué ocho cuartos

Huy, que verás tú que no llego. Estimados Reyes Magos del lejano Oriente, dos puntos, a ver si vamos dejándonos ya de cuentos, de magias y de fantasías, tanto ni tanto amor por los niños y niñas del mundo, que si paladines de la ilusión, de la fantasía, del color y de miembros viriles en el producto resultante de agriar el vino para ser utilizado como condimento de ensaladas y otras viandas. Que no. Que me he enterado que, además de los padres y del concejal Lucas Mohedano y de no sé quién más, vostros, los verdaderos, el Melchor, el Gaspar y el Baltasar, no habéis puesto un pie en vuestra vida fuera del país ese tan fabuloso del Oriente en que vivís, al que tenéis sometido a una monarquía absolutista y tirana, sepa dios si no escondéis a Bin Laden, y que sois unos viciosos amigos de las malas costumbres y de las buenas pajas, o sea las mujeres de los pajes, ejerciendo sobre ellas un derecho de pernada vergonzoso y mondongón, dictadores, golfos, follones, hijos de mil marqueses, así se os encasqueten las coronas que no sus las podáis sacar. Tanta iconografía y tanta cursilada detrás del cometa Halley viene a resultar que es una estafa, como el infierno, como el limbo, como tó.

2.1.06

Leña y leña hasta que lo quiten

Va siendo hora de que estas “Lagárticas” que vengo echándoles realicen una labor de servicio público para el bien general y no se queden en el chillerío de articulista porculero y soez al que acostumbran, de manera que, aprovechando que ésta es la primera columna del nuevo año, me he propuesto con toda la firmeza de la que soy capaz abordar mensualmente un asunto que sé que a muchos ciudadanos jaenitas les saca tan de quicio como a servidor. El torno. Aquí está, amigos y vecinos: el torno. La intención es no parar de criticarlo hasta que la empresa concesionaria de autobuses urbanos, los Castillo, eliminen de una puñetera vez de la entrada a sus vehículos ese artilugio incómodo, anacrónico, pestiño y encrespador que ya hace tiempo quitaron de los autobuses de toda España (a lo mejor quedan algunos, pero esos que se busquen su columnista). Porque yo creo que el torno lo siguen teniendo ahí por desconfianza, pese a tíquets y tarjetas, y no veas la traba que supone a la hora de subir con bultos y los agrios berrinches que pillan los conductores cuando alguien le da una vuelta de más al aparato, pasajero inexistente que ellos tienen que pagar de su bolsillo. ¿Lo conseguiremos?