30.4.09

Formatear

Y encima se llama porcina, la gripe, porcina: una enfermedad de marranos. Si esto es cosa de la naturaleza, me gusta la naturaleza por la inquina burlesca que nos aplica a los que tan asfixiada la tenemos. Ya se sabe que el planeta tiene que defenderse de vez en cuando, natural, así que lo hace; pero, no conforme con echarnos virus y bacterias y bichos anónimos, pone en práctica su revancha a través del gorrino, del cerdo que, previamente, comió una caca de pienso industrial a base de aves infectadas por la gripe aviar, y de ahí a las bestias de dos patas: reyes del cementerio que a diario nos fabricamos con todo cuidado. Bien, casquémosla como puercos, reinvirtamos en verde mediante nuestra ausencia y la cal de nuestros huesos, se lo debemos. En algún milenio futuro se descubrirá que la antigua civilización humana desapareció porque se pegó un tiro con una pistola muy gorda y muy larga que su avanzada inteligencia logró inventar, en principio destinada contra el enemigo, hasta que se percató de que no había más enemigos que ellos mismos, y ¡bang!, a freír espárragos, si es que quedaban espárragos. Cuando no dispongamos de más antivirus que esos baratunos del rezo y el arrepentimiento, habrá que formatear y reinstalar, ¿no?

29.4.09

Diva Chusa

Chusa, la Chusa, no se llama Chusa, que se llama Carmen, pero es la Chusa porque se lo pide la boca, esa boca como de Chusa que tiene, tan almodovariana y señorita, y porque se lo piden sus moños altos y su mirada tranquilamente impacientuda. Chusa sale mucho menos de lo que uno quisiera en los montajes de “In vitro”, que es una compañía de teatro universitario compuesta por repetidores, tan repetidores que ya ni van a la universidad, ¿para qué? Pero ahí la tenemos, breve y lumínica, más lumínica que luminosa, estrella grande de un rato a la que pedimos deseos desde el patio de butacas y a la que apenas nos atrevemos a felicitar luego entre bastidores porque, de cerca, es posible que su astro te fulmine: inaccesible Chusa, diva, gran diva Chusa de las de chaise longue, cigarrín finillo, ojos soñolientos y turbaciones carnales. Uno va a ver a “In vitro” por ver a Chusa, a la Chusa; uno oculta su fealdad en la oscuridad del asiento más último, espectro y Quasimodo, hecho un rebujo de admiración, y aguarda a su aparecida etérea, a su diosa maldita, madame muchacha, su aparición legendaria de novia antigua y ambiciosa que abandona soldaditos por la gloria y el champagne y los ricos productores culones, ay Chusa diva, diva Chusa. Y qué orejas más bonitas tienes.

28.4.09

Fuera esa O

Pero cómo tenéis la santísima cara dura de seguir asomando la gaita a los medios de comunicación habiendo fabricado ya más de cuatro millones de parados en este país, maldita sea. Pero qué hacéis los socialistas obreros, ¡obreros!, con los puestos de trabajo, joé, que es llegar vosotros al poder y empezar a cagar parados en tan escandalosa diarrea que no hay bajante que se la trague con la corrección debida. Después nos extrañamos de que haya y hasta abominamos de los currantes que votan al PP. Haced el favor de quitaros la O de las siglas, que es el hula-hop con el que estáis chomineando todo el día mientras la Oficina de Empleo se ahoga en papelerías desesperadas, so ineptos, so juguetones, so manirrotos. No se puede poner en pie esa obra, no se puede seguir cacareando sobre lo chulos que sois mientras el pueblo sigue perdiendo sus puestos de trabajo, el dato está ahí y eso es tan incontestable como vergonzoso, a quien se le ocurra disculparse con cualquier cipotada de las vuestras habría que cortarle la luz y el agua y obligarle a calzar zapatillas de paño todo el día, para que escarmiente un ratillo. Qué chapuza, la virgen, qué forma de emplear los votos, qué inspiraciones políticas más pésimas os mueven a meteros en el despacho blindado.

27.4.09

La novela

Algunos seguimos viéndonos a escondidas con Teresa, sin que se entere el Pijoaparte, y en silencio miramos las últimas tardes que pasamos con un libro de Juan Marsé entre las manos, mareándonos con los primeros cigarrillos, aquel asombro casi helado que nos provocó el descubrimiento de la literatura carnal, de la novela pura, del tiempo ganado entre páginas y líneas animadas por engranajes tan precisos e invisibles que creíamos estar asistiendo a una exposición fotográfica. Juan Marsé no sólo nos enseñó a escribir: también nos amaestró el olfato, el oído, el gusto y el tacto, almas posadas con las que hay que armar una historia para que no se quede en “una bonita redacción”. Hay muy pocos novelistas, nos va quedando Marsé; la mayoría se pierden en buscar voces que no tienen nada que ver con la novela —que no es voz, que es plástica— y al final les salen unos cacharros curiosos, pero no novelas. El novelista es novelista, no escritor. La pureza de la novela exige dedicación exclusiva y suele llevar muy mal las infidelidades de género, por pequeñas que sean. Al final pasan factura y hay novelistas que no lo han podido soportar y se han dado al verso, esnifado o fumado. Creo que es la primera vez que el Cervantes se le otorga por entero a la novela.

24.4.09

Papafrita

El señorito Javier, o sea Arenas, llama “Chaves” a Griñán reincidentemente en el Parlamento andaluz. La memoria humana es tan prodigiosa como porculera, porque, cuando algo se fija bien fijado, se convierte en costumbre y la costumbre, amigos y vecinos, no me digáis que no, es eso: muy porculera. Ay de aquel que un día decida mudar el tarro de los pictolines de la repisilla del mueble de la entrada, donde siempre ha estado, al cajón de debajo de la tele, la de rectificaciones locomotoras que va a tener que realizar cada vez que le apetezca un pictolín. Con esto se demuestra que ejercer la oposición, decir que no y que no al Gobierno, es una costumbre, como costumbre es gobernar. La ideología política también es una costumbre y a que no exista o viva prostituida por los partidos estamos ya sobradamente acostumbrados. Para el señorito Javier el Gobierno andaluz es Chaves, tiene cara de Chaves y seguirá llamando Chaves a quien le pongan delante, se apellide Griñán o Papafrita, da igual. Esto es muy humano. Lo malo es que cuando la política se acomoda del todo en la costumbre es frecuente que se empiecen a olvidar los principios democráticos, a los que no estamos muy acostumbrados porque no tienen cara ni apellidos, ni dan de comer.

23.4.09

La baba

Hoy celebramos el Día del Libro. Qué importante, qué importante: celebrar el Día del Libro es más importante que ná. Todos a una deberíamos salir hoy a la calle y no parar de recordarnos a voces y sin apenas gesticular lo importante que es celebrar este día. Los libros son muy bonitos, los libros son más bonitos que ná, aquí a nadie debería faltarle un libro, los que no leen libros son unos pobres seres desgraciados, mientras que los que sí leen libros son criaturas dichosas que no caben en sí de felicidad y cuando duermen se les cae la baba de lo afortunados que son y la limpieza de alma de la que gozan. Vivan los libros, vivan los libros. Hoy es el Día del Libro porque, ¿saben?, Cervantes y Shakespeare así lo decidieron aquel 23 de abril que coincidieron en el urólogo y compartieron sandía y después se fueron de travelos y de gordos que se peían mucho, pero sin querer. Un libro es un tesoro, siempre, aunque lo haya escrito Hitler, aunque lo haya escrito Escrivá, aunque lo haya escrito Coto Matamoros. Hoy celebramos el Día del Libro y la fiesta de las letras debería durar hasta la madrugada en el interior del corazón de cada uno, metiditos en casa, viajando y descubriendo la vida a través de las páginas, mientras degustamos un rico y saludable poleo menta.

22.4.09

De su casa

Manuel Chaves con los suyos en Madrid y Gaspar Zarrías todavía aquí, terminando de recoger las cosas y dejar el local adecentado hasta que se meta el nuevo inquilino, desenchufado y abierto el frigorífico para que no huela ni se enmohezca, puestos varios cubos llenos de agua para que la madera de los muebles no se reseque, cortada la espita del gas y los plomillos de la luz, barriendo, fregando, dejando los cacharros limpios y en su sitio y recargando hasta los topes de alpiste el comedero del canario, de pienso la escudilla del perro y de carne cruda y por toneladas el pesebre del león y la despensa de Hércules. ¿Y las plantas, qué hacemos con las plantas, cómo vamos a dejar que se chuchurran unas macetas tan hermosas? Zarrías siempre ha sido un hombre muy de su casa y no se la va a dejar de cualquier manera. Esos fuguillas ya pueden volar con Zapatero, que él no se va hasta que las cosas se queden en condiciones, por más que lo llamen a gritos y hasta con cierto chufleteo desde ese barco más grande: “¡Vamos ya, Gaspar, no seas coñazo, deja eso para el Griñán y vente, cago en el copetín, que eres más cumplido que un luto, cuidado qué nene!”. Pero él no hace caso y sigue a lo suyo. Ah, y que no se le olvide llevarse una copia de la llave, no vaya a ser que...

21.4.09

Lo ha dicho

El Josenrique Fernández de Moya, presidente del PP, ha reconocido que uno trabaja en política por el interés partidista, no por el bien común y esas tonterías de iluminados y gilipuertas. ¡Lo ha dicho, lo ha dicho, a mí que no me vengan ahora con gaitas, porque lo ha dicho, que luego me vienen con gaitas! El sábado lo dijo en el hotel Infanta Cristina con motivo de eso tan de rojos que se han inventado ahora, atender a los barrios de la capital, a fin de volverse a hacer con la Alcaldía jaenina. Esa perita en agrio. Dijo que entre los delegados de barrio que se van a nombrar había personas sin ningún tipo de vinculación con el partido –recalcado como una buena noticia, fíjate- y que trabajarán por sus barrios “de forma desinteresada y participarán en la vida de la ciudad sin militancia política”. O sea lo nunca visto, lo sano del asunto, lo humano del tema, el más difícil todavía. Halehop, halehop. Ay qué cuidadito hay que tener a veces con los argumentos, pues te pueden dejar en pelota viva sin darte cuenta. Un político presentando a un individuo que va a ungir de limpieza y buenaventura un proyecto por el simple hecho de no pertenecer al partido. Toma y toma y toma. Ahí lo llevan.

20.4.09

El poeta

Se ha resaltado una frase que vino a decir el poeta Luis García Montero (al que, por cierto, nunca han tragado mucho algunos de los que lo trajeron a Jaén el miércoles pasado, las cosas como son). La frase es: “Poeta es el que se piensa tres veces lo que escribe”. Bueno, no estoy de acuerdo, porque si ciertos versos se pensaran tres veces antes de escribirlos, nos ahorraríamos más de un ataque de chuchurria, pero al menos el granadino no nos trasladó esas sentencias absurdas, sin sentido, pero muy bonitas, del tipo: “La poesía como salvación” o “El poeta es notario de la verdad de su tiempo” o “La poesía es la reivindicación de la conciencia individual”. Ah, bueno, espérate, que esta última chominá de la “conciencia individual” sí que la dijo. Ya me extrañaba a mí. A ver, que no es por criticar, que no, lo que pasa es que ya harta un poco que estos señores, el Montero y muchos otros, se ganen a la gente con esas frasecitas tan cultas y delicadas, tan honestas y humildes, tan de tísico al piano, y después vuelvan al seno de esas familias que son una máquina de acaparar jurados, conferencias, recitales, favores, amigos y dineros públicos, juntos y por separado, bien aleccionados y mejor sabidos. Pero, claro, esto es envidia, naturalmente. Así que, a callar, ¿no?

17.4.09

Otro molde

Es que están plastificadas, es que salen así como en serie churrera o pestiñúa, es que sus demandas y denuncias suenan siempre a lo mismo, suenan a que hay que echarlas cada cierto tiempo para salir en los medios, y punto, ya está, no tienen más pretensión que esa, a ver si a las Nuevas Generaciones del PP jaenaco los mayores del jaenaco PP les van comprando ya otro molde, leche, que el único que tienen ya lo machacó bien machacado la Elenita González y se ve que al nuevo presidente de la organización juvenil derechaca, el Manuel Heras, le da sofocación pedir, no uno, sino un juego nuevo, distinto y más ameno, un recorta, pega y colorea con mejores fines protagonistas y foto de muchachuelos afanosos. Joé. Habría que hacer hemeroteca para verlo más claro, para constatar que, cada cierto tiempo, a las Nuevas Generaciones les toca mandar nota de prensa diciendo que la Junta es muy mala con los jóvenes y que eso no puede ser porque eso está muy feo. Y ahí se quedan, ya han hecho política, ya han dado el tierno callo, ¡uf, cuánto curro!, ahora a esperar a crecer un poquito y hacer carrera y dinero en puestos de relevancia y despachos de postín. ¿Currículo? Meterme con la Junta. Ok, nene, guay, pasa y vete probando un traje, que enseguida estoy contigo.

Chinchin pun

A ver, que no lo voy a defender porque nos llevemos bien, o sí, yo qué sé. Que lo que pasa es que desconocemos las leyendas e historietas de esta bendita provincia y damos por hecha la ofensa que no lo quiere ser. Si sabré yo de esas cosas, madre mía. Al concejal peperaco Alfonso Sánchez Herrera, tan silencioso en los plenos, se le han echado encima por decir que la estación provisional de autobuses es de “chinchin pun de Linares”. Esto no es denigrar la ciudad minera, segunda capital jiennense (je je); esto es referirse a un cacharro primitivo en forma de tiovivo que un linarense traía antiguamente a las ferias jaenitas, activado mediante manivela y adornado con una musiquilla que sonaba así: “chinchin pun, chinchin pun, chinchin pun”, por lo cual la chiquillería se refería a la atracción como “el chinchin pun de Linares”. Joder, ¿y que tenga que ejercer uno de jaenólogo cutroncho relatador de tonterías a estas alturas? Eso es que me estoy haciendo viejo, cachi en los mengues. En ná que te haces viejo, ¡raca!, te sobreviene el costumbrismo y ya no te salva ni dios, lo mismo acabas calzándote unas zapatillas de paño y acudiendo al Claustro Poético a recitar polladas. En fin, bueno, que eso, que el Sánchez Herrera yo estoy seguro que no ha querido meterla en el cocido.

15.4.09

Berridos

El aceite deberíamos tomárnoslo aquí en cañas, como la cerveza. Grifos de aceite en los bares para criarnos mejor mala sangre de aceite. Aceite vaginal para la desecación íntima, colirios de aceite para tener un punto de vista más espeso, sudor de aceite que empape el pan de los señoritos. Pompas de aceite. Aquí a los artistas de fuera tendríamos que ungirlos de aceite, transfusiones de aceite para los excesos de vigor, aceite en los cálices para mojar las hostias y que se deslicen con más facilidad hacia las profundidades del alma pía. Para la acumulación de cerumen en los oídos, nada más efectivo que el aceite, chorretazo en pera color butano, pese a que después algunos sigan igual de tenientes. La culpa no es del aceite, la culpa es de la costumbre de ser tan cobardes, tan aceitosos. Cuando el aceite está por los suelos lo lamemos como perros, cuando el aceite está por las nubes le ordenamos al tonto del barrio (o al más faltuzco) que saque la lengua y salte y rebañe el aire, verás qué rico. Escritos de aceite, pestazo de textos. Pena de muerte, te fríen en aceite, sin rebozar. Tú a Jaén le quitas el mar de olivos y se le queda un mar de aceite, tú a Jaén le quitas el mar de aceite y los jaenitas se quedan sin playa ese verano, lamentándose entre berridos cítricos.

14.4.09

El tetris

Y ahora, ¿cómo nos metemos con Chaves sin Chaves?, se preguntará el PP andaluz rascándose la cabeza con cierta perrera en el semblante. Por eso Arenas, o sea el señorito Javier, ya ha pedido elecciones autonómicas anticipadas: para pensar y por aprovechar el hueco que Griñán intentará dejar sin resquicio tapándolo a manotadas. El hijo el gori, el Arenas, no sabe ná. Servidor se mantiene en lo que escribió el otro día: que esto ha sido muy precipitado, muy de sopetón, y que una costumbre andaluza tan arraigada como la de tener a don Manuel y a don Gaspar todo el día en Canal Sur (“la vuestra”) no se nos debía haber quitado así como así, tan a lo burro. De tontico pecará quien piense que el cocido y las pescadillas fritas van a ser lo mismo con el Griñán en pantalla. Los andaluces vamos a tener que cambiar nuestras degluciones y, por consiguiente, nuestras digestiones. Sí a las elecciones anticipadas, nene, vamos a reorganizarnos, vamos a resetear, que el tetris autonómico se nos ha vuelto un caos y como salga la barra larga veremos a ver dónde la colocamos, nos ha jodío. Zapatero termina así rebañando las migas prehistóricas de su partido para echárselas a los peces nuevos y de colorines que agitan la cola con tanta alegría, sin la majestad del escualo.

13.4.09

Satisfacción

Escribía yo el pasado lunes, 6 de abril, una brillante columna denunciando la almendronada de haber colocado una farola justo delante del pasen y esperen de un semáforo en el Gran Eje, ¿se me recuerdan? Bueno pues ese mismo día, por la tarde, estaban reparando la torpeza. No voy a pedir medallas ni homenajes, ni siquiera que la Avenida de Andalucía entera se postre a mis pies, como debería, sencillamente porque no estoy contento, no me vale, no me basta, esa es no es ni mucho menos mi hazaña articulística tras casi diez años escribiendo de lunes a viernes en este periódico. No. Porque eso lo hace cualquiera, no tiene mérito, una farolita de nada, un semaforito tontón. El mérito, el éxito, la hazaña, la satisfacción vitalicia y aquello de la misión cumplida que te sosiega el espíritu y te permite dormir con una pata en Valencia y la otra en Lisboa ya saben ustedes cuál sería, qué sería, por qué sería. Sería que, tras mucho denunciarlo y denigrarlo sin cansarme nunca (aunque, bueno, ya empiezo a flaquear) quitaran de una puñetera vez el torno de los autobuses Castillo, por el amor de dios, que ya está bien, que eso es un armatoste carraco que la empresa mantiene porque no se fía de sus conductores, pero a Jaén la traslada a la época del troncomóvil.

10.4.09

Galeras

Los tambores, cuando lejos, cuando suenan en otras calles, aporreantes, retumbones, ejércitos, son como el pálpito taquicárdico de un dios muy malvado. Los tambores, atormentados, cuando no los ves, cuando sólo los imaginas, trazan en lo desolado del alma la imagen de un cortejo macabro y apresurado en pos de un reo al que acompaña un harén de mantillas con zapatos de aguja y un reguero de sangre y niebla. Los tambores, porropón, desprovistos de folclore, ajenos a la devoción, porropón, se quedan un rato en el cerebro para fabricarte religiones propias y espantadizas, rezos de gaznate, ofrendas y grutas, porropón, pon, pon. Hay un algo de galeras en los tambores mientras los pájaros se mueren de miedo en los árboles. Gentes medievales al son de la percusión cansina, dramática y tremenda, leprosos arrastrándose en busca de pigmentos, sedientos que lamen charcos de orín y de grasa al son de los tambores, procesión de niños bicéfalos y de viudas mareadas, pintando grises con el sonido, metiéndote una ponzoña en la boca del ojo, los tambores. Si los ves son tradición, si no los ves son un pánico de enjambre y carroña reseca. Al reo le duelen más los tambores que los clavos y la prostituta bíblica se acompasa con ellos para su estriptis y sus piedras.

XVLI Premio Internacional de Cuentos "Lena"

OVIEDO (EUROPA PRESS)
El escritor jienense Jesús Tíscar Jandra obtiene el XLVI Premio Internacional de Cuentos Lena con la obra 'La Confesora de Impíos', convocado por el Ayuntamiento de Lena (Asturias) en colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo del Principado de Asturias.
En un comunicado remitido a Europa Press, el consistorio local informó de que al certamen, dotado con 3000 euros, se presentaron 325 relatos procedentes de diferentes partes del mundo, principalmente España y Latinoamérica, entre la que el jurado decidió otorga el premio al trabajo del escritor andaluz.
El autor del cuento ganador, de formación autodidacta, natural y residente en Jaén, ha publicado, entre otros relatos, las novelas 'Vía Crucis' y 'La Poetisa', ganadora del XXV Premio 'Felipe Trigo' de Novela. Asimismo, también ha lanzado al mercado el libro de cuentos 'Colección de Impresentables' y mantiene una columna de opinión en el diario Jaén. Entre los premios que le han sido concedidos se encuentran el IV Premio Anual para Poetas y Escritores Noveles de la Diputación Provincial de Jaén, el XIII Certamen Universitario de Relato Breve Fantástico de la Universidad del País Vasco y XIII Premio Nacional de Narrativa de la Asociación de la Prensa de Ávila.
La Revista Lena, que había iniciado su andadura en octubre de 1961, crea en 1963 el Premio de Cuentos Revista Lena, que organizaría hasta 1970. Al año siguiente, el Ayuntamiento de Lena, que había sido su patrocinador, pasa también a ser su promotor con la denominación de Premio Internacional Cuentos Lena.
En cuanto al número de obras participantes en las distintas ediciones desde 1963 hasta el año 2009, rebasan las 16.000, tanto de España como del resto del mundo, y sería el año 1998 el de mayor participación con un total de 1062 cuentos presentados, procedentes de toda España, Uruguay, Cuba, Argentina, Colombia, Honduras, Chile, Méjico, El Salvador, República Dominicana, Brasil, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Israel o Vietnam, entre otros.
La primera edición en 1963 recayó en Julia Casariego por la obra 'La abuela'. Otros ganadores han sido Eduardo Mendicutti en 1968 por 'La noche negra y redonda', Ángel González (1995) y su libro 'El Escribiente', o 'El talento de las moscas', de Félix J. Palma en 2004. La edición del año pasado fue para 'Qué decía Shakespeare del frío', de Antonio Valle Cobreros.

9.4.09

Costumbres

Casi veinte años presidiendo la Junta y ahora se va de sopetón. Bueno, me imagino que para los que están puestos en esas cosas de la política y sus chismicos no ha sido tan de sopetón, poca sorpresa, pero para el resto sí, al resto nos ha dejado con la palabra en la boca. Manuel Chaves se va, se ha ido, como el que pega la espantá en la comilona familiar porque ya está hasta la pera de oír las sandeces de su tío Mariano. Podía haber tenido un poquito de más educación, no sé. Y cuando digo educación me refiero a habernos avisado con tiempo, ¿o quién se cree que Zapatero lo llamó por la mañana para que por la tarde estuviera con la mano encima de la Constitución? Y se lleva a Zarrías. Y aquí nos quedamos sin saber muy bien qué pensar, un poco huérfanos todos. Hombre, pesados estaban ya esos dos (que dios me perdone), y más vistos que el mear; pero, qué quieres, somos bicharracos de costumbres y ahora es como si la mama se hubiera ido con la prima Paquita a Reus y echáramos de menos sus constructivos y siempre cálidos cogotazos y su obsesión por abrocharnos la camisa hasta arriba. Lo de don Gaspar, quedarnos sin él, parece un sueño. ¿Cómo digo ya lo de Junta de Andazarrías sin que me venga una congoja? ¿O seguirá mandando aquí?

8.4.09

Ese niño

Está el niño de la trompetilla de plástico que no falta ninguna Semana Santa desde que la Semana Santa y el plástico se inventaron. Es el mismo niño de la trompetilla de plástico, siempre, que viene de siglos con su instrumento falseado, con la trompetilla de plástico que sus distraídos padres le han adquirido en un carretón ambulante para su contento y dedicación. Ese niño. Un niño regordete y cabezón, de mirada algo torva y provisto de un par de prodigiosos mofletes capaces de albergar más aire que una damajuana. Está en todas partes durante la Semana Santa, tan feliz con su trompetilla de plástico: en el bar, en el médico, en el portal, en la calle, en las cuevas de Altamira y en los tálamos nupciales, en todos los reductos de la existencia. Y toca, toca su trompetilla de plástico incesantemente, soplando con babas por el pitorrito hasta alcanzar un paroxismo de agudo y ronco que berrea, sin tregua, sin fin, sellado el resto de los orificios de su cuerpo, con los ojos desorbitados y el pescuezo pétreo, soplando, soplando, soplando hasta embarcar al personal en un viaje alucinante que va más allá del control de los sentidos, revirado en paciencia, abocado al grito. Es el niño de la trompetilla de plástico, no falla, serafín de la estridencia, angelito bocón y joioporculo.

7.4.09

Es lo que hay

A ver si nos enteramos de que la Fiesta de la Primavera no ha sido un éxito ni un fracaso, sino un medidor social cojonudo en el que la política no ha tenido nada que ver. El medidor ha dicho que, mayoritariamente, los jóvenes jaenitas prefieren el botellón mogollón, la priva alegre, y eso es lo que hay. A partir de ahí le podemos buscar los tres pies al gato y hasta las siete tetas a la vaca, que da igual. ¿Habrá algo más simple? Tú ponle delante a un gachón un clarinete y un frigodedo, dile que escoja y párate a mirarlo. Por lo que opte sabrás de él, incluso si opta por darse la vuelta y pegarse el piro maldiciendo la ocurrencia esa de darle a elegir entre un clarinete y un frigodedo, ¿estamos chalaos o qué nos pasa? Ahora lo que toca es el pestiñazo ese de los planteamientos sociales para las tertulias, qué valores mueven a nuestros jóvenes, sus motivaciones y toda la pesca, cuando desde chiquitillos les estamos haciendo sitio para meterles el alpiste por el bujerillo de lo normal, lo habitual y, en ocasiones, lo obligatorio. La Concejalía izquierduna de Juventud, si acaso, cometió un fallo, y es que no publicitó suficiente que este año el bebercio oficial iba a ser mucho más barato, a precios populares, será por ese pudor absurdo a reconocer la realidad etílica de sus protegidos.

6.4.09

Almendrón

Ya se quejó alguien en lo del Palomo y la Concha, el “Hoy por hoy Jaén” de la Ser, que es un programa de radio que escuchan mucho en el Ayuntamiento mientras se cortan las uñas y se preparan gaseosas con polvillos de esos de “El tigre”, pero la cosa sigue ahí, sin reparar, y la verdad es que da risa, es que uno no se explica cómo se puede ser tan almendrón, es que ni a cosa hecha hubiera quedado más ridículo el despropósito, joé. Tanto es así que uno no ha tenido más remedio que bajarse de sus trascendentales y sesudas columnas habituales para meterse de lleno en el articulito de la crítica urbanística, qué barbaridad. Vayan ustedes a verlo si quieren pasar un rato de chufleteo. Avenida de Andalucía, paso de peatones entre una sucursal de Caja de Jaén y una tienda de ropa llamada Alejandro, farola nueva colocada justo delante de las narices del pasen y esperen del semáforo, que lo tapa por completo, que es que lo fusila y uno no ve ni jota, ahí nos tienen a los viandantes torciendo el pescuecillo en vano para enterarnos de si podemos pasar o qué. No podían haber puesto la farola medio metro más pa’llá, no; tuvo que ser delante del semáforo. Ya digo, es tan absurdo que dan ganas de dejarlo así para que el turismo vea cómo somos de sabeores aquí.

3.4.09

Del cliticlí

Vamos a intervenir, saquemos al ruedo público los bancos y la cajica de ahorros de cada uno, que se les empolve de albero la atención al cliente, ay mi banco, ay mi caja, ay mis dinerillos sagrados y mejor ganados que nadie. Si funciona tu banco, funciona tu corazón. Hay mucho de salud en la caja, y las vajillas y las agendas y los mantones de Manila que regalan por meterles candela euraca son partes de urgencias que describen una sintomatología mostrenca de sonrisas satisfechas. El señor cajero es tu amigo y tu amante, la señorita cajera es tu novia y tu churri, cuánto los queremos y qué faltita nos hacen, mira qué bien huele su producto, su amor, sus besos a ritmo del cliticlí y del chirrido de la impresora que te pone al día la cartilla. El Gobierno ha de sacar los bancos a la calle, pero antes nos tienen que dar tiempo a extraer nosotros nuestra sangre de las cuentas corrientes, incluso de las poco corrientes, que las hay. Nadie se fía del Gobierno, que cuando hurga en bancos y cajas lo mismo se está pensando un “corralito”, una cuadra, un gallinero sin ponedero ni soberbias cluecas silenciosas. La crisis es inmune a los bancos, los bancos son inmunes a la crisis, lo malo es que después la realidad nos pega en los morros y nos los deja torcidos, torcidísimos.

2.4.09

La razón

Es muy rara la consulta popular. La consulta popular es más rara que pescar una trucha en un barril de vinagre. Los políticos apenas recurren a la consulta popular porque a los políticos la opinión del ciudadano le da más bien igual o, lo que es peor, le complica sus planes, y hasta ahí podíamos llegar. Demasiado democrático eso de la consulta popular, ¿a que sí? Hombre, es cierto que no se van a estar celebrando referendos para todo, por cualquier cosa; pero de ahí a no querer usarlos casi nunca va un trecho importantico. Lo digo por lo del tranvía, aquí, en este Jaén lagártico y fulano. Yo creo que no hubiese estado mal echar un referendo, ante la polémica, tal y como ha propuesto el PP. Tenemos la capital dividida en pro y en anti tranvieros y cuando eso sucede, cuando un asunto municipal se convierte en tema de casquera y discusión entre caña y caña, entre rosini y rosini, a los votantes lo que nos gustaría es saber quién lleva la razón, si la inteligente mayoría o la minoría necia y siempre equivocada, para luego chotearnos de los perdedores y preguntarles repetidas veces “¿qué, lo estás viendo, lo estás viendo, so chalao perdío, que eso es lo que estás, chalao perdío?”. No que de la otra forma, o sea sin consulta, la razón se queda en cá uno y eso no mola.

1.4.09

Comer higos

El Miguel Ángel García Anguita está muy preocupado porque sospecha que en las próximas elecciones municipales el PSOE y la IU no volverán a alcanzar el poder. Se lo advirtió a la coalición en el pleno del lunes: “El tranvía es su perdición y les costará la Alcaldía”. De veras ha de andar muy angustiado el hombre, puesto que, de lo contrario, un portavoz de la oposición peperica que aspira a hacerse con las municipalidades jaenotas se hubiera callado eso, habría dejado que los rojos se estrellasen solicos. Y no, fíjate que va y les previene. Es como si en un concurso de comer higos tú sabes que los higos de tu contrincante están envenenados y se lo dices, en vez de echarte un punto en la boca y que el tío se ponga malo y llevarte tú el trofeo. Con este gesto, el García Anguita nos podría estar demostrando dos cosas: que es un político honrado hasta las últimas consecuencias o que no quiere que el próximo alcalde de Jaén sea el Josenrique Fernández de Moya, que a ese sí que le gustaría, lo que pasa es que a él le cuesta mucho mezclarse con la plebe para sacarle votos, le da así como reparo y no aguanta el pestiñazo de los baches y esas cosas que afectan a la gente, con sus perdigonazos salivales incluidos, de modo que prefiere que eso se lo hagan otros, pobretico.