30.9.08

Walkingdog

Bien por el Rubén Valenzuela, un estudiante de dieciocho años al que, el domingo pasado, sacaba este periódico por haber montado en Jaén un “walkingdog”, lo que en el habla normal y decente quiere decir que, por unos pocos euros, cogen y te pasean al perro si tú no tienes tiempo, te da pereza o estás enfadado y no quieres ni dirigirle la palabra al animalico. Ya está bien de montar baretos, joé. Ideas innovadoras para ir supliendo carencias en esta ciudad y, de paso, ganarse unas pelillas, si bien —la verdad sea dicha—, al margen de que en otros países ya existen empresas dedicadas a ello, ahora que lo pienso tampoco es mucha novedad eso de tener que encargarse de pasear perros para sacar un provecho. Aquí, en este Jaén tan lagártico y tan cocido así como en pucherete boquerón, se hace mucho: ya sabemos lo que viste, a veces, que te dejes ver con un buen perro pachonaco o con la perra más codiciada y bien puesta del lugar. Eso no tiene precio. Lo importante es que no te vean recogerle la caca y metértela en el bolsillo para aprovecharla luego; pero, por lo demás, a lucirse y darse pisto con ufanía y devoción. Correíta floja, glúteos apretados, sonrisa en tendedero —con pinzas— y que sea el bicho el que decida adónde le apetece ir, acudir o presentarse. Y cuándo.

29.9.08

Inés Rosales

Abierto, otra vez, el debate sobre qué hacer con la prostitución. Y las que queden, oiga usted. El oficio más antiguo del mundo es también el oficio más imperecedero del mundo. ¿Qué hacemos con la putilla del pueblo?, se preguntaban las beatas enlutadas, cada miércoles por la tarde, alrededor de una mesa camilla (con tapete) mientras tomaban café, anís y tortas de Inés Rosales, las legítimas y acreditadas de Castilleja de la Cuesta, provincia de Sevilla. Echarla, por supuesto, a la putilla hay que echarla, de mañana no pasa, de mañana no pasa… Y así todos los miércoles. Es lo mismo, sólo que las beatas de ahora que quieren desterrar a la suripanta son agnósticas, feministas, visten de Dutti y toman preparados ricos en fibra para hacer caca correcta y con toda regularidad. Las tortas ni probarlas, más que nada porque engordan y porque son una ordinariez, jamía, qué quieres que te diga. En casi todas las redenciones suele haber mucha hipocresía, pero si nos metemos a salvar prostitutas podemos reventar un pelín. La prostitución debería ser un oficio voluntario, legal, regularizado y desprovisto de prejuicios. Con la putería no va a acabar nadie, ya está bien de discursitos hueros para quedar chulérico y muy siglo XXI. Hale, y ya he quedado yo como un putero.

26.9.08

Un foskitos

Bueno, al menos ahora está claro lo que piden y por lo que andan que trinan los taxistas de la capital jaeninchi, porque del rifirrafe anterior que tenía enfrentadas a las tres asociaciones yo creo que, excepto ellos, nadie se enteró muy bien de dónde venía y por qué se había armado, tantico número de teléfono para arriba y para abajo. Para los taxistas, que el Ayuntamiento quiera conceder veintisiete licencias más es una catástrofe y, si así lo aseguran y por ello se manifiestan, su razón tendrán. La llegada de más competencia, aunque sana y legal, no le hace gracia a ningún sector de profesionales, vamos a dejarnos de tonterías y prolijas explicaciones, las cosas como son. Sobre todo si el pastel es un foskitos, regalos y pastelitos, y Jaén lo es: Jaén es un foskitos (toma frase para los anales de la fraseología local y eso). Sin embargo, y lo digo como usuario de ese transporte —algunos taxistas me leen y me lo dicen cuando me llevan a mis quehaceres, o sea a los bares y a las peleas de gallos, ¡hola, taxistas!—, muchas veces he tenido la sensación de que en Jaén faltan taxis. Yo no sé si veintisiete, pero para mí que faltan. Paradas desérticas en la dura noche y en las hervidas tardes veraniegas las hemos visto y las seguimos viendo todos. Y los domingos… Y cuando hacen huelga…

25.9.08

A otro perro

El Miguel Segovia brinda su apoyo al Josenrique Fernández de Moya. Eso es, sí señor. Y además, el Real Jaén anda a pique de subir a primera, los taxistas de la capital le están preparando una cena homenaje con ramo de flores y placa conmemorativa a la concejala ojazos Matilde Cruz, los villariegos de Manolo Molinos abogan ahora por la construcción de la presa del río Eliche, el obispo de Jaén tiene en su agenda casar en octubre a dos lesbianas, la Cofradía de El Abuelo cederá el Camarín para montar un spa y yo tengo un flequillo que me lo voy a tener que cortar porque me molesta mucho en los ojos… A otro perro con ese pienso sintético, hombre. Al Miguel Segovia lo ha convencido el señorito Arenas de que tiene que hacerse amiguito del Josenrique para dar la imagen de unidad en el PP provincial jaenota, y el Segovia ha dicho que sí, que bueno, que si no hay más remedio… Pero sólo eso: la imagen. Ante las cámaras llegarán a pegarse un morreo, ya lo verán, pero en los despachos privados tratarán de recuperar sus respectivas babas a mamporros. El señorito Arenas lo único que pide es que disimulen, joder, y que, en todo caso, no se rompan ningún diente, que luego para la foto no pueden sonreír. Y si esto no fuera así, a mí se me cae un mito con el Segovia.

24.9.08

Prehistórico

La otra tarde en el autobús me dijo Carlos el del bar “La barra” que lleva días acordándose de las columnas que este soberbio columnero le ha dedicado al torno que aún conservan en su entrada los autobuses urbanos jaenonchos. Como todo Jaén sabe, a Carlos el de “La Barra” lo atropelló este verano un coche y ahora se está recuperando con ayuda de sus muleticas. Pues bien, intenta pasar tú con muleticas y las piernas flojas a través de ese torno cascajo, prehistórico, porculero, vergonzoso, rancio, incomodísimo, problemático, zurullón y mantenido ahí por la desconfianza de la empresa concesionaria, a la que no le bastan los tiques ni los registros de las maquinitas esas modernas de ahora. Pregúntale a Carlitos, pregúntale a cualquiera, pregúntales a los que tienen que pasar con maletones, a las señoras que han de meter el carrito del nene por la puerta de salida y después volver al torno, al dichoso, al maldito, al condenado torno, cuyo uso sólo se da ya en esta ciudad lagártica y tornera. Que lo quiten ya, por favor. Yo me he empeñado en lograr eso en Jaén a través de mis escritos y tengo decidido jubilarme en cuanto lo consiga —misión cumplida—; pero bueno: háganlo aunque sea por Carlos el del bar “La barra”, si no me quieren dar el gusto ni la razón a mí.

23.9.08

Su leche

Hay que ser muy ser humano para matar niños envenenando leches para el consumo infantil. Los cinco continentes son cinco gargajos removidos por gargajeros que inventan gobiernos, bancos, multinacionales y pelos para la lengua. Salen bien en la foto al lado de un niño muerto porque les han envenenado la vaca, la leche, la vida, el futuro, la sonrisa, los berrinches. Qué ojitos más pegados los de los niños muertos, qué soñoliento fallecer sin culpa ni gloria, suavitos de olvido, fríos de injusticia. El mundo y su dinero marchan día tras día. Si se acabaran los días, el mundo y su dinero no dejarían de marchar. Fuentes de cieno junto a los palacios de mierda pintada con purpurina, colosos de arquitecto de renombre tocándose la pera y lavándose las manos en los pañales de los niños muertos. Maman la leche industrial, que tiene las tetas de mármol, y después ni siquiera les dan golpecitos en la espalda para que eructen. Pechos infectados de progreso y beneficios rápidos, rápidos, rápidos, rápidos… Abre la boca, niño, y toma tu cucharada de lejía. El niño llora y saca la lengua, es que es un niño y nos hace burlas, tú no le hagas caso, cántale y que se duerma. Hay que ser muy ser humano para matar niños contaminando su leche. Ya ni se molestan en pegarles un tiro.

22.9.08

Dentaduras

Le vamos a ver los huesos a Federico, le vamos a comprobar los tuétanos a García Lorca, si nada se tuerce los de la Memoria Histórica escarbarán la tierra con los dientes, apartarán la tierra parte a parte, minarán la tierra hasta encontrarlo y le besarán la noble calavera, que diría el otro con su cara de patata. Veremos si es cierta la leyenda que sopla en Granada y que dice que la familia lo desenterró hace tiempo y le dio sepultura en la Huerta de San Vicente, de ahí su tenaz negativa a que le dé el aire a sus restos. Yo no sé si meter la nariz y la política en el romancero sangriento y secreto del barranco de Víznar va a estar bien, pero entiendo que los parientes del maestro cojo y el banderillero están en su derecho de saber de sus muertos. La verdad es que eso de que te asesinen al lado de un mito universal y te cubran de tierra con él es un marronazo de mucho cuidado y aún más responsabilidad, el Señor nos libre. El lugar donde nos cuentan que está enterrado Lorca se va a desmerecer, pero bueno, qué importa eso: al fin y al cabo no es más que un rinconcillo en el mundo, un roalillo salpicado de botones y balas, un odio antiguo. Será como abrir la caja que el abuelo tenía siempre cerrada sobre el aparador y que no contenía más que sus pomadas y sus dentaduras viejas.

19.9.08

Laura

El descampado, me quedo con el descampado, a mí la que me gusta es la del descampado: con su mulo, con su camión Renault, con sus antenas y su cubeta colorín allí al fondo, junto a la tapia, con esa soledad y ese lujo de chicharraras en verano (que las oyes) y sus fritangas lejanas a la hora de la cena pobre delante del CNN Plus en la tele. El descampado, Laura, el descampado. Qué hermoso. El descampado es una de las dieciocho fotos que la jaenita Laura Gavilán Expósito ha colgado en la sala de exposiciones de Caja Granada. Todavía mañana, que es el último día, puede usted acercarse a verla. Yo sabía de algunas fotos de Laura Gavilán, de sus morerías con sombrilla y sus encapuchados que vienen de comprar el pan metido en una talega, pero no le conocía esos descampados, aunque, ahora que lo pienso, tenía que haberlo sospechado al verle el ojo melancólico y un poco huidizo que la fotógrafa arrima al visor para detectar las obras de arte que consigue. Siempre he envidiado a los fotógrafos artísticos, porque son capaces de inmovilizar para siempre un pensamiento, una idea, algo que los escritores sólo logramos tras mucho alfabetazo agotador, y a veces ni por esas. Te doy las gracias, Laura, por haberme puesto otro descampado en la vida. Uno más.

18.9.08

Jornaleros

Los salarios y las condiciones laborales que ofrece la vendimia francesa son mucho mejores que los que a regañadientes da a los jornaleros el campo español. “En Francia ganas en dieciocho días lo que en España ganas en un mes”, declaraba hace poco un temporero patrio a “El País”. O sea, que a Francia. Porque aquí, de momento, lo único que les importa a los políticos es el número de españoles que tuvieron que irse a trabajar fuera en según qué legislaturas. Lo de siempre: Cuando vosotros gobernabais, más. Pues anda que cuando gobernabais vosotros… Sí, pero cuando gobernabais vosotros no veas… Claro, pero es que ya no os acordáis de que cuando vosotros gobernabais aquello era… ¡Idos todos a tomar muchísimo viento, redié, que es barato y se la sopla la crisis! Sobre todo eso: se la sopla. Y encima va el Mariano Rajoy y se echa encima una espuerta de estiércol con declaraciones xenófobas al respecto. Que le aproveche. No todo, lo sé, pero sí mucho PP se basa en eso, en que cada uno está más guapo en su país, aunque en su país reviente. ¿Encima les vamos a dar prestaciones por desempleo? En fin… Será que en la escuela de políticos no termina de cuajar la asignatura de Solución a las Deficiencias de Casa y por eso el jornalero se tiene que pirar a la del vecino.

17.9.08

El aborto

Pues yo opino que los abortos deberían realizarse en las droguerías, en las peluquerías, en los gimnasios, en las consultas de los fisioterapeutas y eso… Que los abortos, opino yo, se salgan ya de las clínicas como el tabaco se salió de los estancos y se fue a los quiosquillos y a los bares. Cosa popular. Deberían inventar máquinas callejeras para la interrupción voluntaria del embarazo. Ponle dos euros. Su aborto, gracias. Una señora embarazada tiene derecho a que le faciliten el despido del polizón, de ese ser que se le ha pegado a las entrañas y le chupa el alimento, todo por su mala cabeza, claro, por dormir sin bragas o por vaya usted a saber qué pecados más o menos cochinones. Un feto es un bombo. Hasta que al feto no le hacemos gugú, gagá o chuchi-chuchi-chuchi y hasta que no le ponemos Gerardín o Cristinita, digo yo, el feto es un feto. Qué nombre más feo: feto. Anda ya, tanto ni tanto traer criaturas a este mundo tan puerco y tan hipócrita y tan religioso y tan traicionero y tan ensimismado en su soledad, en su incomunicación, en su santísima roña putrefacta. El Gobierno debería conceder incentivos a las madres que abortan. Pero antes habría que preguntarle al padre de la criatura, que de eso no se habla ni se discute ni se debate. ¿Estamos?

16.9.08

Jaramagos

El peo que se le pone entre las ancas al Partido Popular cuando se habla de desenterrar muertos rojeras de la Guerra Civil española es un peo muy sospechoso, amén de desagradable: uno de esos peos carcamales y de color grisuno que, como venza su contención y fluya, nos tendríamos que salir todos de la sala porque allí no se podría parar del pestazo tan intolerable que se armaría. Menos mal que parece que se lo aguantan muy bien. Para el PP la memoria histórica es la memoria histérica de cuatro desabuelados que ahora se acuerdan de plañir por ello, después de dios te guarde. Cualquiera sabe lo que temen encontrar entre los huesos de los que le dieron la sepultura de los perros, a lo mejor una bala conocida o la condecoración que el tito antepasado perdió mientras cazaba con sus amigos falangistas. El PP se agarra a que hay que mirar hacia el futuro y dejar el pasado en paz, lo cual es agarradera muy común entre los que ganan con fullerías y pisando pescuezos. Gané, sí; pero que nadie se acuerde de cómo lo hice. Lo que pasa es que no hay ganadores de nacimiento y eso lo sabe hasta el pueblo, que es tonto. Perdedores natos sí, fíjate tú qué mala sombra, y a algunos hasta le llenan los ojos de tierra cuando por fin se van a descansar, a criar jaramagos tristes. Y solos.

15.9.08

La hucha

El otro día, uno de los obreros que curran en las obras de remodelación del Gran Eje tuvo la ocurrencia de aproximar el pulgar y el índice juntos al canalillo de una moza despecheretada que se hallaba trasteando algo en su moto. “Si tuviera un euro te lo metía en la hucha”, le dijo el operario, a lo mejor en un arranque de sin par generosidad, a lo que la mocica, en casticísimo jaenero, con su puntito choni y un sensacional desparpajo, respondió: “¿Y por qué no me comes el (piiiiii) y así te sale más barato?”. He ahí la liberación de la mujer, pensé inmediatamente, antes de que lo pensara otro; pero sobre todo —pensé también, porque ese día es que estaba uno muy pensador— he ahí la muerte por asesinato que las nuevas generaciones de muchachas bonicas vienen practicando contra la intromisión verbosexual del macherío bocalindrón. Con dos falopios, sí señor. Sin embargo, puestos a piropear, hay que reconocer que se pasa menos vergüenza ajena si el requiebro es venéreamente explícito en vez de esos otros que, cargados de la misma intención folletera, te tiran para atrás por lo cursis y trasnochados, tipo: “Vete por la sombra, que el sol derrite los bombones” y “Nene, llama al Cielo, que ya ha aparecido el ángel”. Contra esos también deberíais rebelaros, niñas.

12.9.08

¡Catapún!

La provincia de Jaén sigue dando historias preciosas. Y hay hasta quien las cuenta bien. Desde aquí mi felicitación a los corresponsales de este periódico en Andújar, que ayer nos emocionaron con la crónica sentimental de Jackie y Brenda, dos chihuahuas que se dieron a los placeres del amor en el camping Fuente de la Pascuala —toma ya— y cuyo quiqui echado ha enfrentado a sus dueños, puesto que, del mencionado quiqui, la Brenda ha resultado preñada y el amo del Jackie se niega a pagarle el aborto a la muy perra. Tiene huevos la cosa, ¿eh? O a lo mejor la cosa no tiene tantos huevos y sólo me lo parece a mí, no sé. Ahora que la ministra Bibi anda en leyes que hurgan en los úteros y las conciencias más conservadoras, ¡catapún!, Jaén se pronuncia con un litigio sobre la interrupción del embarazo de una chihuahua que, según el dueño del macho, es una calentorra que no paraba de provocar a su Jackie. Bendita naturaleza si quitáramos a los seres humanos, que lo complicamos todo, en ocasiones por afición. Anda y que dejen al Jackie y a la Brenda que tengan a su chihuahuín, que como esto llegue a los jueces (si no ha llegado ya) se van a partir de risa y, entre el cachondeo lógico y lo tonta que va la Justicia, los juzgados se quedan sin barrer y las togas sin planchar.

11.9.08

Concéntrica

Manuel Parras, el rector de la Uja Piruja, quien, además, entiende mucho del aceite y su mercado porque para eso estudió sus cosas, ha dicho recientemente en la Universidad Internacional de Andalucía que “el futuro del sector oleícola está en la diversificación concéntrica”. ¿Lo qué? Ay, nene, no te enteras. Que digo que el rector de la Uja Piruja ha dicho que “el futuro del sector oleícola está en la diversificación concéntrica”. Ya, pero, ¿yo tengo que hacer algo con mis olivas? No, tú deja quietas tus olivas, no me seas de tu pueblo. No, si yo es por estar en el futuro ese que dice ese señor. Eso no tiene nada que ver, tú lo que tienes que hacer es apuntarte a la diversificación concéntrica y verás como las cosas te van mejor. ¿Y dónde se apunta uno a eso? No sé, ya te lo diré. ¿Y hay que llevarle a alguien un par de garrafillas de cinco litros? Seguramente, pero de momento no hagas nada: cuando otros se apunten a lo de la diversificación concéntrica y nos cuenten cómo les ha ido, cogemos tú y yo y nos apuntamos también, a ver si nos vamos a quedar sin futuro, ni pollas. Eso, a ver si nos vamos a quedar sin futuro mientras los demás se hinchan con la… con la… ¿cómo es? Diversificación concéntrica. Eso, diversificación concéntrica. Qué raro suena, ¿no? Y qué bien.

10.9.08

Salir

O sea que uno no puede salir del teatro “Infanta Leonor” cuando la cosa ha empezado. Una amable y guapa azafata te lo dice: “Perdone, pero no se puede salir”. O sea que si te viene un apretón que te jiñas, te llaman para decirte que tu suegra está en una UCI, te acuerdas de pronto que tenías cita con la pitonisa Esperancita o de repente comprendes que en realidad tú no quieres estar ahí…, “perdone, pero no se puede salir”. O sea que el Nuevo Teatro es una cárcel por horas, o sea que las azafatas son sus vigilantas, o sea que hay que estar ahí por narices, o sea que uno entrega su entrada en la puerta como si depositara sus objetos personales, porque ingresas en un sitio en el que, si de pronto te viene un arranque de libertad o de claustrofobia o de ganas de mandarlo todo a la santísima porra…, “perdone, pero no se puede salir”. Pues qué bien. Muy correcto me parece que no dejen entrar cuando la representación ha comenzado, pero ¿salir? ¿Y si la representación es un pestiñazo, así del tipo del último montaje de Invitro, pongamos por caso? ¿Te lo tienes que papear? Perdone, pero no se puede salir. Y como encima en el teatro siguen sin bar –que ya hay que tener mandanga para dejar sin bar un teatro-, pues nada: rabieta a palo seco.

9.9.08

El culo

Qué gracioso: en el folleto de la Universidad Popular Municipal de Jaén dice que “este año me matriCULO” y aparece un melocotón que parece un pompis en pompa, hay que ver. Cuchi qué cachondos, oye. Es para morirse de risa y para pestañear después repetidas veces a causa del derroche de originalidad y picardía que se han gastado. Así estamos todos pendientes del culo ese —que si culo pacá, que si culo pallá— y nos olvidamos de la cacorra que es el edificio de la UPM del Gran Eje, la falta de infraestructuras, la mala situación de algunos monitores, la dictadura de los afiliados a la CGT y que el concejal de Cultura, el José Montané, no pueda ni ver al director de la institución, el Ángel Cajigas, por el sencillo hecho de que lo tiene atragantado y ni tosiendo fuerte se le va del gaznate al hombre. Pues nada, la cosa es el culo y el melocotón. Menos mal que no promocionan amPOLLAS inyectables contra el desbarajuste y las intrigas políticas. O medidas efectivas para una mejor rePUTAción en lo que a cultura popular se refiere. ¿Más ideas? Un buen programa sobre la farFOLLA propagandística encaminada a desviar la atención con chominás de mucho humor y desparpajo. A mí es que estas cosas tan tibias y tan culonas me ponen de una mala leche…

8.9.08

Papelajos

Cuando nos enteramos de que a un violador de menores le han echado unas cuantas decenas de años de cárcel, respiramos tranquilos, confiamos en el funcionamiento de nuestra Justicia y nos olvidamos del asunto porque otros nos requieren. Pero el violador encarcelado y el mecanismo de la Justicia siguen viviendo. El violador es una persona con los mismos derechos legales que cualquier otro ser humano y la Justicia no duda en aplicárselos porque es lo que dice en los libros y los papelajos que la Justicia maneja para ser ella y hacerse presente. El violador sale de la cárcel, pasado un tiempito, porque, además, en la cárcel, como no hay niños, ha sido muy bueno. Y entonces, en la calle, se acuerda de lo que a él realmente le pone y destroza la vida de otro niño y sus familias. Y la Justicia vuelve a hacerse presente. Y lo encarcela otra vez. Pero entonces vuelve a acordarse la Justicia de que el violador es un ser humano con todos los derechos, y se los cuelga del pescuezo antes de volver a echarlo a la calle, y entonces el violador ve a una niña que le gusta y que puede conseguir fácilmente. La Justicia se entera, se enfada y a la trena otra vez, mas el violador es un ser humano con todos los derechos, con todos los permisos, y la Justicia… ¿Qué Justicia, joder? ¿Qué Justicia?

5.9.08

Fandanguillo

Angelicos. Cuatro años estudiando una carrera de Periodismo, o los que sean, para luego agarrar un micrófono, arrimárselo a la boca a una persona y preguntarle cómo se siente tras haber perdido a su marido, a su hijo y a su hermano en un accidente de avión. “Pues mire usted, estoy estupendamente –debería responderles alguien alguna vez-, tengo una alegría en el cuerpo que no le canto ahora mismo un fandanguillo de Huelva porque me da vergüenza, que si no…”. Y después ponerle una querella al lumbreras y a la empresa para la que trabaja con tan certeras y sentimentales preguntas. Ya está bien de carroña, maldita sea. Ya está bien de fregar los objetivos de las cámaras con las lágrimas de las desgracias ajenas, de recrear la sangre, el achicharramiento y los cuerpos desmembrados para que imaginemos cómo pudo haber sido. Ya está bien de cubrir el morbo con el derecho a la información que todos tenemos y la obligación de informar que tienen ciertos periodistas que van de periodistas y se les derrite en la boca el nombre de su profesión por el sencillo hecho de sacar a una vieja casamentera y embadurnarse un poco las manitas de caca. Pese a algunos, la profesión de informador se está pudriendo en este país, cada vez más.

4.9.08

Alipori

Cuando este columnista se despierta del consuetudinario siestorro y —a fin de ir recuperando el cerebro que se le queda pegado al cojín del sofá— prende la tele y hace su zaping, este columnista pasa mucha vergüenza y mucha indignación. En Canal Sur hay un programa infecto que presenta esa gran periodista, María del Monte (la que quería que le cantaran por el camino a la sombra de los pinos), quien se hace acompañar de una reata de cómicos muy andaluces, muy sacados de las bodeguitas gaditanas y de las peñas sevillíes, y que cobran un pastón del dinero público por hacer reír a cuatro señoras de esas que se ríen pegando alaridos y echándose mano a la patata. Son patéticos, provocan alipori y te remiten a la Andalucía de las tanturrias que hacía el mono vestido de flamenco a cambio de unas monedas escupidas. Y si al menos se limitaran a contar los chistes de vinazo recocido que se les ocurren…, pero es que también abordan el sketch, la comedieta improvisada, y ahí ya directamente comienzan las náuseas. Hay cómicos y actores profesionales, ¿saben? Y ni siquiera profesionales: simplemente provistos de un humor de hoy. Sin embargo, la Junta prefiere pagarle con nuestras pelas a unos chacineros de la risa de esa con mucho aje.

3.9.08

Eliche

Si los chalés de Los Puentes se inundan es porque, legal y naturalmente, no deberían estar donde están. Eso está tan claro como el hecho de que yo no debería oponerme públicamente a la construcción de la presa del río Eliche, puesto que el PSOE me da de comer y además me ha colocado bien colocaícas a cuatro primas y una tata; pero qué le vamos a hacer, si soy un traidor. Razón tienen los villariegos. Doscientos “charleres” no deberían costarle a la hucha pública 45 millones de euros y, además, cargarse un patrimonio medioambiental que ya estaba ahí una chispitilla antes de que al chacho Josepedro se le ocurriera hacerse el chulo plantando una casilla donde mejor le vino a él, cucha tú qué vistas y que fresquito que hace en verano, que por la noche te tienes que tapar. Hay serias sospechas de que el río Eliche es cipote perdido y no entiende más que de su cauce, así que, una de dos: o le pagamos unas clases para que se quede quietecico cuando diluvie y no fastidie al chacho Josepedro o le cortamos la respiración con una obra de modificación de su existencia. Es eso, ¿no? Y no es que queramos dejar sin chalé a la gente, líbrenos dios: es, simplemente, que los quiten de en medio de la manera más contraria a sus construcciones, o sea legalmente.

2.9.08

Tranvía

Y digo yo: al sociateo que manda en el Ayuntamiento jaenoncho, ¿quién le ha pedido un tranvía? Vale que el tranvía era uno de los puntos estrella de su programa electoral y que el programa electoral hay que cumplirlo porque, si no, te expones a que te señalen por la calle y te digan “chiribaila” o algo peor. Sin embargo, me da a mí que, si ese punto no se cumple, tampoco va a pasar nada. En campaña decían lo del tranvía y todos nos lo tomábamos a relleno, a que algo había que decir: una cosa que pronto se iba a olvidar y tan campantes. Cohetería política. Es como cuando un tío porculero te dice “bueno, a ver si el domingo te bajas a mi campo” y tú respondes “vale, a ver si puede ser” y te olvidas, porque puñeteras son las ganas que tienes de ir al campo del tío porculero ese; pero te encuentras con que el domingo te está llamando el hijolgori para preguntarte a qué hora te recoge. ¿A Jaén le hace falta un tranvía? No señor, no le hace falta. Y me parece que no hay que ser un experto en urbanismo para responder así. ¿Y si cogemos y mejoramos la porquería de servicio de autobuses que tenemos? Aquí el tráfico ya no cabe, eso se ve, se oye y se padece, y un tranvía no nos va a traer más que disgustos y atropellos. Como a Gaudí, el pobre.

1.9.08

Una urgencia

Hola otra vez. Vaya veranico, hijo, aquí en el pozo, cuidándole las olivas al señorito. En fin, vamos a lo que vamos, que hay prisa. Como ya sabe todo el mundo, uno vuelve los septiembres con urgencia y ansiedad de una columna determinada, la cual se la guarda y la recuece hasta que por fin puede echarla, casi defecarla, diría yo. En esta ocasión se trata de lo siguiente: Estoy hasta el rábano de que —como si eso pusiera de manifiesto una personalidad complejísima, como si te hablaran de una característica extraordinaria de su concepción psíquica del orden, como si vinieran a descubrirte los recovecos más recónditos de la condición humana de un tipo de persona irrepetible y a todas luces apasionante— la gente venga a contarme que ella empieza el periódico “por el revés” (raro es el lingüista que usa lo de “contraportada” o simplemente “última página”). Y oye, pero es que incluso insisten, como si no te hubieras enterado bien a la primera de su complicada maniobra: “Por el revés, ¿tú me comprendes lo que te quiero decir? Que en vez de por delante, yo lo empiezo por el revés”. No lo soporto. ¿Y a mí qué me cuentas, chalao perdío? Como si lo empiezas por la parte del fochonorro o la zaporrona. Por dios, déjame en paz, ¿yo qué te he hecho? Crueldades.