30.6.08

CERRADO

Un año más, el diario JAÉN vuelve a prescindir de mi "Diario del que no se fue", por lo que este blog permanecerá todo el verano sin actualizar o cerrado por vacaciones forzosas, como queráis.

Jesús Tíscar

27.6.08

La muerte

Todavía no he probado los caracoles este año, cachis en la mar serena, oye, ¿tú te lo puedes creer? ¿Es posible que yo no haya probado aún los caracoles este año? Pues sí, pues sí: así es la cosa, maldita sea mi sangre y la de mis hijos y la de los hijos de mis hijos, coño. Estos palos los da la existencia, que es una palitroca, la existencia. Un día está uno tan tranquilo, sin meterse con nadie, mirando una cucaracha espachurrada en la pared de gotelé o, quizá, gozando de ese hallazgo sublime que es un moco gordo y seco enraizado en el tabique nasal, cuando, de pronto, cae uno en la cuenta de que aún no ha probado los caracoles este año. Y comienza el desasosiego: ese ratoncillo del ansia que se te cuela en el bujerete que hay a la vera del corazón. Y el primer volunto es salir a comerte un buen vaso en un bar, pero qué leche, son las diez de la mañana y no es plan de ir tocando los marmolitos a la camareresca. Hay que esperar. Pero la muerte está cerca, la muerte nos acecha (¡aaaggg, la muerte!, que diría el abuelo Simpson), siempre está ahí, mirándole el culo a todo el mundo, y lo mismo no hay tiempo y uno la palma sin llegar ni a mojarse los dedos en el caldico yerbabueno. Este calor, estas miasmas, esos escotes… Dame salud, Señor.

26.6.08

Un novelón

Pero qué historia más bonita, oye. Con la presunción de inocencia por delante y al margen de los hechos más o menos reales en los que uno pueda inspirarse, ¡vaya historión! Qué novela. Ni “La catedral del mar” ni “El código Davinci” ni “La sombra del viento” ni “La Poetisa” ni chorrinillas en vinagre: la historia ficticia de un cura que le estafa un pastón a otro cura ayudado por un gitano que mendigaba en la puerta de la parroquia y que posiblemente se traía una extorsión con los sacerdotes entre “una limosnita, por caritud” y “así se te atragante el Credo, so agonías”. El caso ocurre en una pequeña capital de provincias achicharrada por el sol secorro que crían los olivos y podría investigarlo un comisario ex ateo al que le gustan mucho los bocadillos de choped y también asustar perros a voces cuando los animalitos duermen la siesta. Jo, cuánto campo narrativo, qué margen de movimientos. Podemos meter, si acaso, un par de monjas brujotas que venden mantecados aquelarrísticos y que tienen la manía y el feo vicio de levantarse los hábitos a la primera de cambio para que todo el mundo le vea el espumillón con que se adornan la rinconada. Ay, dios, que ya tengo argumento para mi próxima novela. Verás como viene un hijolgori y me lo roba.

25.6.08

Las caras

Ves por ahí caras que te recuerdan la de una rata satisfecha, ahíta de basura; ves por ahí caras de sombra, caras de luna, caras de alondra, caras chotunas. Veo caras resumidas en la frente y caras repartidas bajo las orejas, malas caras de lívido asunto, caras raras sin cejas conocidas. Entre las caras de apio y de acelga hay caras de melocotón, de níspero, de llamarse Pepe, de habicholilla. Y Pepes con cara de llamarse Luis, y Luises con cara de llamarse Ricardo, y Ricardos con cara de no llamarse nada, Jesús tiene cara de Gregorio y Mónica es una Toñi de manual, a Mónica la nacieron Toñi, pero los padres suelen cometer errores en la pila. Entre la cara de llamarse Inmaculada, Virginia y Lourdes no hay diferencia, cualquier nombre vale. Caras de antojo, caras pachonas, caras de hostia, caras vívidas y repetidas, mucha repetición de caras, de caras baratas a medio euro el kilo, deme usted dos kilos de caras. Nos pasamos la vida viendo y mirando caras, nos saludamos mirando a la cara, a la cara nos miramos para declararnos y para insultarnos, en vez de olernos el ojete, como los perros. Cara de cucurucho, cara de hermano, cara de primo, cara de santo y de estreñido, cara de mala leche, cara de muerto, cara de Bélmez. Y tu cara, niña. Tu cara.

24.6.08

Marx

Mira, qué panzá de reír el otro día con Pepiño Blanco, cuando dijo que Mariano Rajoy tiene principios marxistas, o sea de Groucho Marx, dios mío de mi vida y de mi corazón, por poco nos ahogamos todos en casa de la risa que nos dio, qué carcajadas, qué alaridos, qué forma de tirarnos por el suelo y golpear las baldosas y lamer las patas de las sillas y resbalarnos con nuestra propia baba y nuestras propias lágrimas cuando nos queríamos levantar, y jajá y jajá y jajá y jajá, no reventamos de milagro, nene, todavía tenemos agujetas y nos duelen las quijadas de tanto reír, qué gracia, qué golpes tiene ese hombre, porque, claro, el chiste está en que con lo de “marxista” no se refería a Carlos Marx, sino a Groucho Marx, el de los Hermanos Marx, de manera que tú verás cómo nos quedamos al principio, ¿Rajoy con principios marxistas?, hasta que el tío aclaró la ironía y entonces es cuando se lió, ya digo, parecíamos endemoniados, niños todos de “El exorcista” revolcándonos sobre el piso, yo no sé los vecinos cómo no vinieron a matarnos a tiros y a pisotones por armar tanto jaleo, con lo quisquillosos que son, lo mismo es que también habían oído el chascarrillo del secretario de Organización del PSOE y estaban muertos de la risa.

23.6.08

Un remanso

Hoy voy a hacer la columna optimista, colorista, contentona y más guay que ná, que ya está bien de ahogarme en el pudridero que llevo dentro, córcholis, que no se puede vivir siempre amargado, masticando hieles, arrastrando la cojera de la mala follá por donde quiera que uno va, repámpanos, me voy a relajar un poquito y voy a emplear el alfabeto que dios me dio para construir un mundo abejomayo de luz y de alegría, que la opinión no tiene que ser siempre tan severa, ni tan grave, ni tan sucia, ni tan tiquismiquis, ni tan interesada, ni tan rastrera, y aunque yo no tengo matrimonios amigos que celebren sus aniversarios en la paz y la armonía familiar para sacarlos en mis columnas, ni asisto a cursillos de cristiandad y convivencia, tengo a mi alrededor otras muchas cosas bonitas que me placen y me hacen soñar con quimeras y…, yo qué sé…, con patatas fritas, eso, con patatas fritas…, así que ya saben, hoy les voy a dedicar a todos ustedes un primor de “Lagártica”, una seda, un remanso, una cosita tierna de esas que provocan que luego por la calle me llamen “¡mariconazo!”, pero me da igual, allá cada uno con sus complejos, este de hoy va a ser el artículo redentor, un dechado de beatitud y sonrisa, una cosa descompasada de bien.

20.6.08

La línea

A ver, Ayuntamiento jaenoncho y empresa Castillo, ¿tanto cuesta poner en cada parada de autobús los números de las líneas que por ellas pasan? ¿Tan difícil es? ¿Tanto gasto requiere eso? ¿O es que no lo hacéis porque no os sale de los pimporros? Verás tú que va a ser que no lo hacéis porque no os sale de los pimporros. Teniendo en cuenta que sólo en contadas paradas existe panel GPS (de los chinos, porque comprasteis los más baratunos), vete tú a saber qué autobús puedes esperar si en las marquesinas no hay más que un papelón enmarcado (cuando lo hay) con la lista de todas las líneas, ¡de todas!, y un mapa cutre lleno de rayas descoloridas. Ahí lo llevas, entérate si puedes, y si no…, a pelarla, que esto es Jaén, a ver qué te has creído. Aunque sólo sea por los forasteros, hombre, vamos a pegar en el cristal unos numericos con su itinerario debajo, joder, que ya está bien, que llevamos años soportando un servicio de autobuses urbanos improvisado, ineficaz y más escacharrado que el copetín, que da hasta sofocación, por favor. Luego, algunos conductores me devuelven los céntimos y el tíquet de mala hostia, picándome la mano, pero bueno, me da igual: sacrifico mi mano por que esto cambie. Después me hacéis un homenajico.

19.6.08

Retrovisor

En la entrevista publicada ayer por este periódico que nos vio nacer y echar las primeras papillas, el alcalde de antes, Miguel Sánchez de Heineken, acusa en la primera pregunta al actual Gobierno municipal de haberse “tirado buena parte del tiempo con la mirada puesta en el pasado” y califica su política como “de retrovisor”. Pero luego llega la quinta pregunta y el portavoz del grupo municipal del PP le recomienda a la alcalda que recuerde su etapa en el Gobierno de José María de la Torre. “Sí, para qué —debería responderle la Puri—, para que luego me digas lo del pasado y el retrovisor, ¿verdad? ¡Anda y te acuestas, bacalao, que te tengo muy calao aunque vengas disfrazao!”, y seguidamente irse con sus amigas a seguir jugando a la goma y dejar a Miguelico con las orejas coloradas y las manos en los bolsillos, cabizbajo y furruñote como buen cristiano pillado en falta. Mas el bochorno le durará poco, pues al momento a Miguelico se le ocurre gritarle la misma contundente frase que reproduce la entrevista de ayer: “¡Con tu Gobierno no es necesario esforzarse mucho en la oposición: os la hacéis vosotros mismos!”, ante la cual la Puri y las amigas de la Puri se echan las manos a la boca en un escandalizado “¡oy lo que ha dicho!”.

18.6.08

Te amo, PSOE

Últimamente ya no sé qué nuevos elogios inventar para seguir abrazado al poder socialista que tantísimo bien hace por nuestra ciudad, nuestra comunidad, nuestro país. Sé que debo esforzarme porque, al fin, el PSOE me ha subido la paga que me da de comer (la unidad de millar algo más alta y los céntimos de después de la coma llevados al límite: benditos seáis), pero es que creo que se me está agotando el pozo del peloteo servil, estoy acabado, mis alabanzas ya no brillan como antes ni les ponen los vellos de punta a Zarrías, quien ya no me llama para preguntarme si me hace falta algo que en su mano esté. Besos —solía responderle yo, cuando me llamaba—, en su mano lo único que hay son besos, don Gaspar, los que yo deposito con inmerecido honor. Los socialistas del Gobierno municipal me siguen sonriendo a su paso y algunos incluso me dicen “buena columna la de hoy”, pero no es suficiente para colmar mis deseos, mis anhelos, mis ansias de ser suyo, de ser de ellos para siempre y que dispongan de mí a su antojo. Son tan guapos, tan guapas, tan distinguidos, huelen tan bien y trabajan tanto por nosotros… Políticos honrados, seres humanos excepcionales. Los de la IU también son honrados, pero no tan guapos. Eso es así.

17.6.08

Chirris

Se quejan los chirris y las pastiras lolatorreros de que, sin más explicaciones, los pusieran a la cabeza de la procesión capillona del pasado día 11 “como si un adorno folclórico representáramos”. Tócate la pera, sóplame este ojo y ráscate las lorzas: ¿y qué os creéis que sois, una comisión de observadores de la ONU? Vale que os cabree que no pudierais estar cerca de la Virgen de vuestro corazón y esas cosas —que ya hay que tener ganas de cabrearse, la verdad—, pero que os irrite que os hayan usado como motivo de adorno es como si, un poner, Espinete se hubiese ofendido porque nadie le daba una sección de divulgación científica o a Don Pimpón le molestara no interpretar al galán de Barrio Sésamo, que era Chema, el panadero. Los chirris y las pastiras sois un ornamento anacrónico, por muy temprano que os levantéis, y lo seréis siempre: esa cosa rancia y calañorra que en ninguna parte falta y que a lo mejor es hasta necesaria para tener entretenidos a los que, si por ellos fuera, sólo escribirían melenchones y joticas en las agendas culturales y de ocio, amén de algún Quique Camoiras para darle risa a lo solemne y alguna exposición de pañitos para que sus abuelas se sigan sintiendo útiles. Como lo pienso lo digo, nenes. Asín que…

16.6.08

Piruletas

La ministra jovencita Bibiana Aído ha sugerido hace poco que se incluya la palabra miembra en el diccionario. Ella es ministra de Igualdad y, claro, una de las cosas más urgentes que hay que hacer en su ministerio es que la Academia de la Lengua reconozca la palabra miembra, pues, de lo contrario, mal vamos con eso de la igualdad y toda la pesca. Estas son las feministas que más gracia me hacen: las de los calcetines que los tíos dejamos por el suelo después de no haber bajado la tapa del váter y las que se meten a relamer barbarismos lingüísticos como si fueran piruletas que ellas han inventado para el bien de la sociedad y que, fríamente mirados, tampoco es que se diferencien mucho de los calcetines y la tapa. Los expertos ya le han dicho a la Bibi que eso no puede ser, pero ella dale que dale: que miembra se dice en Latinoamérica y que a ver por qué aquí no. Vamos, que la dejas, se enrabieta y lo mismo te arma un estado de excepción y un toque de queda hasta que su miembra no esté en lo más alto de la lengua patria. Échate a temblar o a reír cuando los políticos se meten en gramáticas, con lo mal que las usan y las patadas que les endiñan. A eso le llamo yo aburrirse, sacarse un moquillo y aburrirse otra vez.

13.6.08

Llegue usted a concejal...

Yo no sé hasta qué punto un Gobierno municipal socialista con entreverados comunistas está obligado a desfilar en la procesión de una Virgen agarrado a un palitroque. Es más, afino y señalo: yo no sé hasta qué punto un concejal de Cultura de un Ayuntamiento socialista con salpicaduras izquierdunas y unidas tiene la obligación de hacerse el virginero y el devoto en la procesión capillina del miércoles pasado. Porque, ¿ves tú?, allí iba también la Nestares, que le pega la cosa, y el Eduardo Castro, que no despinta, y la Ojazos Matilde, que es toda ella un barrio popular y bello con luz de domingo y aroma a rosca de tallo… Allí iba hasta la alcalda Carmen, la Puri, muy en alcalda, con la espalda tiesa y el pasito corto. Pero Montané… Montané no. Montané era como un veterano de la Batalla del Ebro en mitad de un conjunto de majorettes, intentando darle vueltas a la vara y enseñar muslo como ellas, sin conseguirlo. Y lo sabía. Y estaba incómodo, así como pensando “llegue usted a concejal de Cultura para esto, cago’n el copetín, qué mal rato estoy pensando”. Supongo que todo político se debe a su pueblo, claro, pero es que ciertas deudas es mejor perdonarlas. ¡Más marcialidad y más fe con nuestra Capilla, tú, Montané, leche!

12.6.08

El piquete, nene

Por una columna como esta que hoy les endilgo, un sindicalista al que aprecio un poquitín me metió una bronca a las nueve y media de la mañana en la puerta callecastilla de CC OO que por poco me cruje, el gachón, y como conmigo se puede hacer de todo a esas horas (a partir de las diez de la noche ya me temen y sólo me comentan lo maravillosamente bien que escribo, los muy pelotas, los muy cobardes, iros al cuerno), hoy me vengo de aquel rapapolvo sindicalón y me reafirmo en mis ideas, sabiendo que me arriesgo a que me llamen otra vez “imbécil” o “travestido”, que así es como reacciona ahora la izquierda en esta ciudad cuando uno no le da la razón, cuchi qué bonicos. La cosa es que la figura del piquete “informativo” la tengo atravesada en el gaznate y no me deja tragar las razones que me dan los rojos para justificarla. Sólo hay que verlos. No todos, pero sí muchos son elegidos por los sindicatos entre la borriquería más selecta, enarbolando el palo más que la bandera (la bandera es la excusa para blandir el palo) y eructando consignas que difícilmente saben pronunciar. El piquete de las huelgas es una dictadura, repito sin escarmiento; el piquete actúa con la violencia predeterminada. Porque le gusta.

11.6.08

Yo soy Bea

¿Y si hubiera sido al contrario? ¿Eh? ¿Y si, en vez de un callo malayo que se transforma en tía buenorra, una tía buenorra se hubiese convertido en un callo malayo? ¿Se habría batido ese récord de audiencia televisiva, con más de ocho millones de espectadores pendientes de la transformación de la cipota esa? A ver, reconozco que mi pensamiento y las interrogantes que me surgen son cada vez más hondos y complejos, pero no me resisto a trasladárselos a ustedes, mis lectores, aunque me gane su incomprensión y con ello logre que se sientan inferiores intelectualmente al gran nivel de mi firma de “imbécil” aguileriano. De momento, lo que ya sabemos es que a España le sigue poniendo el patito feo, el gusano que se amariposa y la cenicienta proletaria que arrima el potorro a la familia real del villorrio: de cómo, con una caca de físico, alguien pasa a ser una persona completa, un ser humano más digno, menos asqueroso, en aras del amor, el triunfo, la felicidad y esas pamplinas tan bonitas y envidiadas, con lo práctico que es emborracharse un lunes y estar toda la semana hecho canela, hombre. Este es un país (todas las edades y estratos sociales) de chonis y de yosuas recocidos en la frustración y la esperanza. Mala mezcla.

10.6.08

La muchachada

Tenía yo olvidada —porque ella ha querido, que conste— en este espacio impreso a la Eleni González, que es la que en el PP de antes se encargaba de la Juventud de los jóvenes jaenitas y que ahora, de vez en cuando, asoma la gaita en los medios de comunicación para decir que todo está muy mal, que la Junta de Andazarrías no se preocupa de la muchachada, que el Ayuntamiento no se preocupa de la muchachada y que aquí nadie más que ella, cuando estaba, se preocupaba de la muchachada, para después volver a ocultar la gaita y no decir ni pío hasta otra, hasta que le toca, hasta que alguien le dice “Eleni, jamía, dí algo de lo mal que tratan el PSOE y la IU a la muchachada, no me seas gandula”, y entonces sale ella y dice que hay que ver, dios mío de mi vida, que esto no se puede tolerar, que la Junta de Andazarrías no se preocupa de la muchachada, que el Ayuntamiento no se preocupa de la muchachada, que aquí a nadie más que a ella le quita el sueño y le trastoca el pulso la muchachada, por la que no vela nadie más que ella cada dos o tres meses, todo el año, excepto en vacaciones de verano y eso, y que hay mucho que hacer a favor de la muchachada, tras lo cual torna al caparazón y así, quieras que no, sigue estando un poquito.

9.6.08

No es muy de aquí

Creo que es la primera vez que escribo de toros en esta columna tan magnífica a la que usted acude todos los días como a la fuente del buen porvenir, toma ya. A mí los toros me gustan un poco, sobre todo si son televisados y no me gasto un duro y tengo una bolsa de pipas en la mano (piponazo con sal, a poder ser) y las tres ZZZ colgadas del pirulo de la silla de mi salita. Digamos que soy un aficionado algo menos que medio. Rara vez me emociona un muletazo y casi siempre sufro un poco por el astado, que no tiene la culpa de ser tan emblemático ni de llevar vida de rey, el pobre. Uno es español, claro, no lo puede remediar. O sea que a mí los toros, ni bien ni mal: corrida más o corrida menos… Pero lo de José Tomás… Lo de José Tomás es mucho, es algo, es demasiado. Ese hombre lleva en el semblante una tragedia antigua y la espera en el ruedo con el gesto tan profundo, tan grave, mientras dos puñales le mariposean los testículos una y otra vez, una y otra vez. En lo oscuro de las cejas parece pensar aquello de “padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” mientras el griterío de olés, que a él le importan un pito, le están aclamando la muerte que tiene rendida a sus pies. Ese hombre no es muy de aquí, es más de un poema.

6.6.08

Churros puertorriqueños

Con toda probabilidad podemos tener un negro en la Casa Blanca. También es posible que sea una mujer, pero parece ser que la cosa está más por el negro. Qué modernos somos ya aquí en este mundo, oye. Una mujer o un negro dirigiendo los destinos y los desatinos del planeta Tierra, ¿te lo puedes creer? No te extrañe que, en un futuro próximo, la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica la ocupe…, no sé, un tío de Móstoles o, rizando el rizo de la progresía, una lesbiana albina con los ojos pirris que baile con primor el rigodón y sea hija de churrero puertorriqueño, contando con que en Puerto Rico se hagan churros, que no lo sé y tampoco me voy a poner ahora a investigarlo. Lo cierto es que en esta bola azul del Sistema Solar nos queda muy poco por hacer en pro de la pacificación, la igualdad y el fin de las fronteras. Podemos empezar a dormir tranquilos porque no nos importa en absoluto que una tía o un negro lleguen a lo más alto que, sin ser Papa, puede llegar un ser humano. Aunque, bueno, Obama muy negro no es, no es lo que se dice un negro-negro, y a Hillary ya se sabe quién le va a ir diciendo lo que tiene que hacer: su marío, que entre puro y puro algo de experiencia sacó. Pero bueno, qué importa eso.

5.6.08

Mucha zurrapa

Si con “reformar la administración” el señorito Arenas, don Javier, se refiere a eliminar de una vez y para siempre los miles de carguillos que viven del dinero público sin dar golpe o sin ser verdaderamente necesarios, yo estoy con el señorito Arenas, don Javier, en su propuesta para acabar con la crisis esa y la desaceleración aquella que dicen que padecemos. Coja usted un cedazo, échele en la rejilla todo el tinglado estatal, el de las diecisiete comunidades autónomas, el de los ayuntamientos, y póngase a menearlo con energía, verá el montonaco de zurrapa y pispajos que forma. Y todos cobrando. Ahí han caído el ayudante del asesor del secretario del delegado, la adjunta a la co directora del director de la oficina dependiente del centro que depende de la consejería, el que mira al coordinador del gerente de la concejalía, la que le da los clips en la mano al ayudante del jefe de prensa del gabinete de la alcaldía y el cuñado casquivano y malo de la espalda que le ríe los chistes al conserje de la sección de gaseosas del patronato de peerse un poquillo, entre otras colocaciones cuya única utilidad es la de sobrar. Tenemos una administración pensada para jugar al colache. Y en la última casilla nunca deja de haber un tío con la mano puesta.

4.6.08

El maqueo de verdad

Cada vez con más abundancia y regocijo, la clase obrera de Jaén se está apuntando al chaqué y al frac a la hora de casar a sus yonatanes y a sus anamaris. El fenómeno no tiene nada que ver con el buen gusto, sino con la imitación de los primeros proletarios a los que, en un arranque de “no hay huevos”, se les ocurrió vestirse de esa guisa etiquetina para la boda de sus juanmigueles y sus yésicas. Estos pioneros crearon la escuela echá pa’lante del “y por qué no” y fabricaron el sueño de un día en el que la solemnidad de la alcurnia, el boato y eso que llaman elegancia, el maqueo de verdad, dura lo que la afrancesada prenda tarda en ceder a la poca prestancia y disposición del que la lleva, o sea de impregnarse de plebeyera y populachaco. Y así ve uno alrededor de esas iglesias de barrio a verdaderos morconazos, más tochos que un potaje de arandelas, ataviados con esas cosas aberrantes para su físico y su condición social, la cual, quieras que no y te pongas como te pongas, le mete más vatios al neón de la ridiculez que ya por sí solo conlleva un frac colgado de una percha. Es lo que pasa cuando en la mayoría de las bodas ya no hay el aliciente del himen: que tenemos que recurrir a esas tontás payasas para no quedar muy mal con dios.

3.6.08

Martínez Molina otra vez

Me pongo en el lugar del PP de antes en el Ayuntamiento jaenítico (nuevo gentilicio capitalino dedicado a Pepe Sánchez del Moral, que quiere recopilármelos) y me pregunto qué contestaría yo, en mi defensa, honor y buen nombre (ji ji) ante la siguiente acusación: “Lo que hicisteis en la calle Martínez Molina fue una estafa para conseguir votos de última hora, una chapuza asquerosa; lo que hicisteis en la calle Martínez Molina fue timar a los vecinos de esa calle y a toda la ciudad, que os colocó en el poder y, sin embargo, vosotros se lo pagasteis con un engaño urbanístico infecto que se cae a pedazos y ahora hay que volver a meterle mano, con el gasto y las molestias que eso acarrea”. Y más aún: si a estas entrañables palabras le añadimos el gesto de coger por el cogote a la antigua corporación municipal pepera y llevarlos in situ a la mencionada vía pública…, ¿qué dirían en su descargo? Me pongo en su lugar, ya digo, y, ante la evidencia, no se me ocurre nada; pero yo no soy político (mucho menos de derechas, por supuesto nada de IU sino del PSOE, que me da de comer en el pesebre, a mí y a unos cuanticos “imbéciles” aguilerianos más), así que optaría por pedir disculpas, eso tan feo, tan mal visto.

2.6.08

Gatos en la barriga

No pueden. Es que no pueden. Tienen gatos en la barriga, dos o tres, y cuando se les revuelven los gatos es muy difícil mantener el cariño fingido: la sonrisa se troca en mueca y el diálogo, en puyazos. El jueves del pleno pasado ni siquiera quisieron tomarse juntos la cañica en La Viña del después de los despueses. A saber dónde se irían a refrescarse el José Luis Cano y la Isabel Mateos, ahí solicos los dos, enfurruñados, ceñudos frente a frente ante una ración de chopitos fríos y tiesos, mientras los sociatas hacían pandilla jijijí y jajajá con su tomo de presupuestos debajo del brazo. No se pueden ni oler. Y mira que a Jaén le gustaría verlos abrazaditos los dos, más amigos que el copetín, disfrutando juntos de una sociedad de Gobierno municipal en amor y compaña, incluso morreándose cada dos por tres: ¿Quién le va a comer la boquita a mi IUUUUUU? ¡Tú, tú, tú! ¿Quién le va a pegar un muerdo a mi PSOEEEEEE? ¡Gaspar Zarrías… Digo, no: tú, tú, tú! Pero nada, eso no va a poder ser. Esa relación tiene más peligro que la concejala Matilde Ojazos Cruz cogiendo un taxi. La alcalda carraspea y el Cano le pregunta que con eso qué coño le quiere decir, el Cano se rasca una oreja y la alcalda le grita que no le haga burlas. Así no.