31.3.09

Las palabras

Con el ministerio de la Bibiana Aído debería colaborar estrechamente la Real Academia Española —si es que no lo está haciendo ya—, pues un buen porcentaje del trabajo que Igualdad desarrolla se basa en no hacer daño con las palabras. En general, la política correcta que desde hace años viene dándonos la murga con las denominaciones ha conseguido, entre la sociedad, extender un miedo a las palabras que antes no existía. Y así se nos ha olvidado que las palabras no son perversas ni bondadosas, sino que la ofensa, el halago, el menosprecio o la estima que contienen dependen de la intención aplicada a su uso por el sujeto parlante o escribiente. Qué nos van a contar a nosotros, que vivimos en una tierra donde “hijoputa” y “cabrón” pueden ser también piropos que ensalzan nuestras cualidades. Sin embargo, y por ejemplo, pida usted una ayuda a la administración para instalar en su negocio una rampa destinada a “minusválidos” y verá qué pronto le mandan a la pasma con una orden de rectificación. Ahora hay que decir “discapacitado físico”, pese a que con eso de “minusválido” usted no pretenda hacer de menos a nadie. Pero es que ni aún así acertará, porque seguramente se le ha olvidado lo de “discapacitado/a físico/a”, y eso sí que es grave.

30.3.09

Bohemio fino

No pude asistir el jueves al homenaje del padre, del argentino, de su ojo viejísimo y lupa, al homenaje del abuelo literario de todos o de unos cuantos, según, de quienes él quiere, a veces, gran jefe gruñón y tan amable, siempre de vuelta y de ida, con sus alquileres, sus tabacos, sus martas, lleno de historias y de poemas que le salen de ese pedazo de alma que le toca al estómago, de esa hebra de inspiración que fluctúa en los ventrículos, oscuro señor europeo que vino a Jaén perseguido de argentineces, platas, con ese vozarrón que asustaba a mi familia cuando llamaba por teléfono preguntando por mí, era él, el novio de Nicolasa, verde o nada, sentado en la tribuna de su autoridad indiscutible y bien ganada, cuántos jóvenes quisimos ser como él y alcanzar sus consumiciones, su oxígeno y su filo de lengua repasada. No pude asistir el jueves, ni él tampoco, al homenaje afortunado de un vivo, del sudaca sabio que nos reunía en los cafés que ya no quedan, del bohemio fino y dentro de un orden, señor Ruiseñor, amigo del tiempo, jaenero por asombro, muchacho antiguo, matón de sonetos, diente y tabaco, sal y ventanas, José Viñals. La ese final de su apellido queda difícil y elegante, como José mismo, y da el tono de unos puntos suspensivos, pensativos, sensitivos.

27.3.09

También

Llamome la atención lo que dijo un general, el general de Sanidad Vicente Navarro, en el juicio que por el accidente del Yak-42 se está celebrando en la Audiencia Nacional. Tras reconocer errores en la entrega de algunos de los cadáveres de los militares fallecidos y al respecto de unos documentos que firmó sin saber qué decían porque estaban escritos en turco, cucha tú, el general Navarro alegó ante el juez: “Los generales también se equivocan”. Toma, pues claro. Y los ricos también lloran, y los pobres también comen, y los masones también juegan al cinquillo, y los cardenales también “sufren” erecciones, y los mequetrefes también tienen derecho a que nadie les pegue una guasca sin venir a cuento, y los bomberos también son capaces de disfrutar de una barbacoa sin necesidad de apagar las ascuas cada dos por tres. ¿Qué se habrá creído este hombre que es un general para el resto de los mortales civiles? Lo que pasa es que, contra los errores laborales, está la cautela profesional, y lo que no es error es dejar de recurrir a ella; pero, en fin, ya dirán los jueces, que para eso estudian tanto. Lo que no hace falta es recordarnos que “los generales también se equivocan”. Mira Pinochet, mira Franco. No me extraña esa soberbia: tanto “a sus órdenes” es lo que trae.

26.3.09

Exageraciones

Por fin ese tipo de periodismo hace guardia en el lugar más indicado para desarrollar su trabajo: un vertedero de basura. Estarán contentos, lo que se dice en su salsa, aunque, seguramente, no del todo, ya se sabe que la felicidad nunca es completa, entre otras cosas porque no les dejan meter los objetivos entre los desperdicios ni les dan la oportunidad de encontrar ellos en exclusiva los restos buscados o, en su defecto, cualquier envoltorio del caramelo que, posiblemente y sin duda alguna, la chica se comió pocos minutos antes de morir y que un reportero sostendría entre sus dedos con cara de haber rentabilizado con creces sus años de carrera. Y, bueno, la repera del rigor informativo sería llevar a la familia de la muchacha al muladar y preguntarle una y otra vez que cómo se siente mientras, en un inmediato segundo plano, se vieran las máquinas trabajando. No exagero, ya lo saben; eso es lo malo, que no exagero. En esa convención de buitres amarillos que planean alrededor de las antenas, las exageraciones se quedan cortas. Hoy día, unos cuantos han puesto de moda que la noticia sea la no noticia, y si se quedan tan panchos es porque nos lo tragamos como novedad informativa y no les exigimos un poquito de vergüenza profesional. O de la que tengan.

25.3.09

Mis huesos

Hola, buenas, soy el fantasma que habitaba la encarnadura de los restos humanos hallados en el barrio de Santa Isabel y tengo que decir que estoy indignado con los forenses del Instituto de Medicina Legal de Jaén por eso que han dicho de mi osamenta: que tiene “escaso interés”. Nos ha jodío. Escaso interés tendrá para ellos, porque, lo que es a mí, mis huesos me interesaban mucho, yo estaba con ellos como Mateo con su guitarra, así que no puedo consentir sin quejarme que unos señores científicos, por muy profesionales que sean, echen ahora a barato el armazón que tan buen tipín me hacía. Que tienen más de treinta años mis huesos, dicen, lo cual me parece una grosería, ¿a qué viene ahora airear mi edad? Y ese morbo por saber quién era yo, cuándo viví, cómo fallecí... Eso es prensa rosa, vecinos, eso es cotilleo malsano, eso indica que tienen ustedes muy poca vida propia y por eso muestran tanto interés por la de los demás, aunque sea por la de un esqueleto desgalichado. Pues, para que lo sepan, yo fui un jienense legal, de los que no se metían con nadie, amigo de sus amigos y más guapo y bien plantao que el copetín. Así, así, así tenía yo a las churris a mi alrededor, loquitas por mis huesos, esos huesos que ahora dicen que son poca cosa. Ay.

24.3.09

Pan y rosas

Un poco cursi lo del pan y las rosas de Izquierda Unida, ¿no? Las libras de pan que repartieron el sábado pasado por los barrios jaenacos simbolizaban mejoras de las condiciones laborales y las rosas, los sueños de la gente. Pan y rosas para el pueblo, de balde, pan y rosas para la ilusión y el bandujo, pan y rosas de la tierra y del sudor de la frente, toma pan, toma rosas, falta el chóped, no importa, vótame, somos los del pan y las rosas, los del espíritu y la carne, los del amor y el sustento, que me votes, déjate de chóped y vótame. Estas aguileradas son de mucho efecto, no digo yo que no, pero rotundísimas tontás en cuanto uno les aparta el primer visillo y mira a ver qué más hay. Izquierda Unida debería ser la primera en reconocer que tamañas cipotadas no sólo están de más en los tiempos tan escasamente panificadores y floristeros que vivimos, sino que además te indican hasta qué punto no tienen ni repajolera idea de cómo sacarnos de la chuchurria. De momento les vamos a dar pan y rosas y después, ya veremos. El pan, las rosas, la confianza y los sueños terminan amustiándose y poniéndose duros y enmoheciéndose hasta que van a parar a la basura. A los ciudadanos nos sobran ya los símbolos, sobre todo los tan ñoños y anacrónicos.

23.3.09

Un ave

Hoy se me ha puesto en las narices escribirles a ustedes de la cuchicharra, así que me lo leen y se me aguantan. Las quejas, a las altas instancias, que para eso están. La cuchicharra, a ver si se van enterando, es un ave de poco pico y mucha guacharra, que no vuela, pero no vuela no porque no quiera, sino porque le pesan mucho las criadillas, que las tiene, ¡y bien morenas! La cuchicharra corretea, eso sí, alcanzando en ocasiones velocidades de cobarde, con las alas bufadas y el papo henchido. En Jaén abunda esta especie; la verdad es que los ejemplares son tan numerosos que aburren y hartan. Su plumaje es poco vistoso, tiene los ojillos triangulares y apagados, el culo gordo y la cloaca ancha, muy ancha y bien dispuesta. La extraña onomatopeya de su voz, el guacharreo, vendría a sonar así: piticló piticló dame galletas. Como lo oyen, si bien los más prestigiosos ornitólogos de todo el mundo no se ponen de acuerdo respecto a la tipología de las galletas que la cuchicharra pide en su canto. La cuchicharra, cuando las cosas se tuercen en su hábitat, se esconde entre la maleza y se pasa varios días escagarruciándose viva. Después resurge con cara de fatiga, pero enseguida se le quita. Y es inmune a los plomillazos, pero no a que la señalen con el dedo.

20.3.09

To mu bien

Qué bonito es todo, qué felicidad, no hay queja, todo va como la seda, a las señoras hay que cederles el paso, a los ancianitos hay que quererlos mucho, el mundo es una primavera, el Vaticano es nuestro corazón, la Semana Santa es linda, somos tan dichosos que no nos lo creemos, la libertad es un derecho, esto no puede ir mejor, los hombres se casan con las mujeres y tienen hijos como dios manda, perdón, como Dios manda, el ser humano es maravilloso aunque no madrugue, abortar está mal, la eutanasia también es pecado, huy qué pecados son la eutanasia y abortar, jolines, los besapiés deberían ser todos los días, cuando la sombra de la duda y las espinas de la sinrazón nos acosen hay que orar mucho mucho mucho mucho y portarse bien, nuestro cuerpo no nos pertenece, es de la Virgen y de su padre, el pan hay que ganárselo con el sudor de la frente, los cursillos de cristiandad son una fuente de amor y solidaridad, la derecha es lo que nos conviene, la verdad nos hace libres, los trapos sucios no se airean, el recato en la vestimenta nos aleja de Satán, viva la vida, viva el ser, vivan las florecillas del campo y las avecicas del cielo, las vaquitas que hacen muuu y los gatitos que hacen miau miau miau, viva la corrección y lo decente. Ya está, a la mierda.

19.3.09

En Plutón

Raro es el día que el funcionamiento de la Justicia española no nos hace torcer el gesto e incluso pegar un puñetazo en la mesa y blasfemar con devoción, casi siempre debido a algunas de sus polémicas resoluciones, pero otras veces por culpa de sus contradictorios mecanismos. Resulta que en España no es delito obligar a las fuerzas de seguridad a montar un dispositivo sin precedentes para localizar un cadáver en un río y que, muchos días después, tras infructuosas y costosas y angustiantes búsquedas, digas que no, que al río no lo tiraste, que lo tiraste a la basura, y vuelta a empezar. Eso no agravará la pena del presunto asesino de Marta del Castillo si, finalmente, lo declaran culpable, porque, según la Constitución, un acusado puede no declarar, declarar lo que quiera y rectificar cuanto desee sus declaraciones o cambiarlas por completo. Es un derecho, vale. Pero también es la leche, oiga. ¿Qué pasa entonces con aquello de la obstrucción a la justicia, que sí es delito tipificado en el Código Penal? Ahí se pegan de bofetadas dos conceptos. Es más: si a alguien se le ocurre declarar que se ha deshecho de un cuerpo enviándolo a Plutón en una cápsula espacial y que en Plutón está, tampoco podrían acusarlo de desacato a la autoridad por cachondearse de ella, ¿no?

18.3.09

El lince

Pero es que el lince está en peligro de extinción y los seres humanos no. Ojalá los seres humanos estuvierais en peligro de extinción, pero ya digo: no. Seres humanos hay muchos y no paran de reproducirse, incluso fuera del matrimonio, pese a la Conferencia Episcopal, el precio de los potitos y la crisis que han provocado unos mangantes muy serios, unos mangantes de esos que se lavan las manos después de mear, qué cursis. No importa. La cópula no tiene... ¿Qué puede rimar bien con “cópula”? Nada, no hay palabra que rime con “cópula”, igual que con “indio”. Iba a decir que la jodienda no tiene enmienda, pero en fino. Bueno, a ver, que me voy del tema. La campaña anti abortista que ha emprendido la Iglesia es floja, porque a ellos lo que les hubiese molado en los carteles es poner: “Las mujeres que abortan son unas guarras y unas putas”, lo que pasa es que no han tenido valor y se han conformado con el felino, así y de paso los curonchos también se posicionan a favor de la fauna y el medio ambiente, que eso ahora queda muy bien. Por lo demás, alguien debería recordarle a la Iglesia que ella opta desde hace siglos por las fajas antinaturales y asfixiantes que pudren la vida, por la sangre y el tormento, antes que por el respiro libre y vital. Sí.

17.3.09

La cantera

Al menos en el Seminario de Jaén, con tan sólo trece curas en su estado alevín, la Iglesia católica sigue agonizando en lo tocante a vocaciones, o al menos esa es la ilusión que uno se hace, déjenme que la disfrute un ratillo, no me sean aguafiestas. Y si atendemos a las palabras de las fuentes del Obispado consultadas por este periódico para la noticia que ayer nos daba, las cuales pretenden tranquilizar al beaterío asegurando que otras diócesis están peor, los desalmados deberíamos ir pensando en celebraciones, por supuesto aquelárricas e insistentemente aderezadas con risotadas tremendas e intolerables eructos, claro. Una cantera endeble, además de pronosticar un futuro halagüeño, nos habla de que el negocio de la falsedad empiezan a tragárselo muy pocos: los que todavía no han querido enterarse de que para ir a ese Dios que dicen que les llama no hace falta pasar por todas las polladas dogmáticas ni por las baratunas leyendas que la curia sigue dando por vigentes y buenas nada menos que veintiún siglos después de habérselas cuajado. Significativo es que las pocas vocaciones sacerdotales se produzcan cada vez a edad más tardía, tras haber pasado por la universidad y por el mercado laboral, o sea por la inseguridad económica y el paro. Toma.

16.3.09

Patata

Esta patata de mundo es tan chistosa... ¡Qué chistosa es esta patata de mundo! Condenamos a tres años de prisión al periodista que le tiró los zapatos a George Bush, un tío que ha mandado acariciar a muchísima gente con la excusa de una mentira y al que, sin embargo, nadie meterá en la cárcel por ello. Bendita Humanidad, qué asociación más imbécil. Si tenemos en cuenta que los zapatos ni siquiera le dieron en el careto al que iban dirigidos, póngame usted un cuarto de justicia humana, que me la voy a comer ahora mismo, y vaya diciéndole a dios que haga el favor de existir y anotar estos detallicos para la cosa esa del látigo divino y las mazmorras infernales. El Montazer al Zaidi, héroe y caballero al que habría que homenajear en Elda, Alicante (por ejemplo), intentó zapatear al anterior presidente estadounidense porque “no le gustaba su posición hacia Irak ni tampoco su sonrisa”, dos razones que me parecen muy buenas y perfectamente justificables, sobre todo la segunda: a ver por qué leche vamos a tener que aguantar una sonrisa tan fea. Se le pega un zapatazo y en paz. Las razones de Bush, en cambio, para saquear un país, para hacer una Guantánamo, nunca han estado tan claras ni tan puntualmente explícitas. ¿A que no?

13.3.09

Alternativo

Ocio alternativo, evento juvenil, diversión sana, valores de solidaridad y cooperación. Que sí, que todo eso queda muy bonito y supongo que es lo que hay que decir desde una concejalía, la de Juventud, que sabe perfectamente que la Fiesta de la Primavera no es más que un macrobotellón que huele a porro que alimenta y al que se adorna con unos grupitos musicales de esos modernos de ahora, un circo, una paella, cuatro teatricos y poco más. Que no digo yo que eso esté mal: anda y que los jóvenes beban y se droguen lo que les dé la gana, y que me guarden algo, que ya mismo voy. Lo que me revienta es que no sea políticamente correcto describir con un mínimo de realismo lo que se tiene delante de las narices. Qué ocio ni qué evento ni qué sano ni qué solidaridad ni qué pollas en vinagre. Vamos, hombre, formalidad. El ocio que plantean, como es alternativo y no obligatorio, pues se suele dejar de lado en cuanto aparece el gollete de una botella de Dyc, así que no vengan con gaitas, que cualquier año nos van a hacer tragar que la Fiesta de la Primavera jaenota es un ateneo de sabiduría tempranica o un discipulado de mentes preclaras. Lo mejor que podría hacer Juventud con el presupuesto es abonar al mocerío el ticket de la priva que se lleva.

12.3.09

Mala fama

O sea que lo grave es que un juez halle indicios y más que indicios de corrupción en un partido político. No que exista corrupción, no que una pandilla de mangantes pueda estar poniéndose púa con el dinero público, sino que alguien meta las narices para ordenar, clasificar y juzgar esa colección de mangosidades. El juez es malo, es un peligro y además está politizado por aplicar la lupa a las comisiones irregulares, a los sastres y toda la fila de carretilleros que acarrean miles de euros ajenos para volcarlos en sus cuentas corrientes. Eso es lo intolerable para el partido político investigado. La leche que les dieron. Llega un momento en que la cara dura, el poco cuidado por disimular lo que en realidad son algunos —unos señoritos que se limpian el ojete (o chimo morado) con el honor, la democracia y los votos—, es tan palmario que se queda uno pasmado, boquiabierto y a dos mocos, y hasta piensa que las cosas son así y así nos las tenemos que comer porque eso es lo normal, porque esa es la pasta única de la que están hechos los políticos y si te gusta, bien, y si no te gusta, te aguantas. Después se quejan de la mala fama de la que gozan, después se quejan de que el “paso” sea la respuesta de muchos jóvenes cuando de política y votar les hablas.

11.3.09

El guión PP

Qué bonico eso de ver a los políticos derechacos repartiendo folletos en la calle como si fueran unos folleteros cualquiera, con la diferencia del traje y de que ellos no se buscan la vida folleteando al peatón, sino la excusa, una de las poquísimas excusas con las que el PP municipal cuenta para seguir ejerciendo la oposición con cierta coherencia: el tranvía. Y es que aquí, amigos y vecinos, pasa lo siguiente: los peperos están ya aburridos de reunirse a planificar ataques contra el Gobierno municipal y toparse sistemáticamente con que las deficiencias y deudas existentes en Jaén datan de sus legislaturas pasadas, olvidando que el truco está en reconocerlas y, al tiempo, retar a los sociatas e izquierdunos a solucionarlas, que para eso están, ya que tan listos se creen. Pero no; al PP le da mucha sofocación criticar sus propios desmanes, así que se van a lo más fresquito, el tranvía, cuya conveniencia para la ciudad vieron clara durante un tiempo, hasta que se han arrepentido, han torcido el morro, han dicho “venga, que aquí está el currele” y se han echado a la calle con el folleto a fin de seguir alimentando el folletín, el libreto, el guión marcado para oponerse y que no se note que se están tocando los pericos a dos manos. ¿Ha quedado claro? Pues ea.

10.3.09

La visión

Algunos curiosos que el sábado arrimaron el ojo a los telescopios colocados en la plaza de la Constitución aseguran, estremecidos, que vieron la cara de Gaspar Zarrías confundida entre las estrellas y los planetas que le tocaron a Jaén en la tómbola astronómica del principio de los tiempos. “No me lo podía creer”, asegura uno de los que la vieron, “yo quería ver Saturno, que me mola a mí mucho, y me encontré con la cabeza de ese tío”. Pese a que los expertos niegan por completo que esto sea posible, atribuyéndole el fenómeno a una ilusión óptica, los testimonios acerca de la misteriosa visión espacial se multiplican. “¡Era don Gaspar! ¡Era don Gaspar!”, gritaba un hombre a un grupo de incrédulos en la plaza del Pósito, y añadía: “¡El lunes me borro del Abuelo y me saco el carné del PSOE!”. Poco vamos a poder esclarecer desde esta columna, pero sí nos sentimos autorizados a recordarles la antigüedad de la que goza nuestro Sistema Solar. Sin ánimo de influir en la opinión de nadie, usted sólo tiene que echar cuentas comparativas con las legislaturas socialistas en la Junta, siempre y cuando descartemos a tiempo la naturaleza divina o cósmica del consejero en cuestión, cosa difícil, pero no imposible, en este Jaén tan obediente y borrego.

9.3.09

El pene

¡Maldición! ¿Y qué vamos a hacer ahora con militares sin pene? ¿Qué puede hacer un país con un ejército castrado? ¿No les bastaba a estos modernos de ahora con haber llenado nuestros cuarteles de charis, maripilis y encarnitas? Ay dios mío de mi vida y de mi corazón, que estamos abocados a una soldadesca de costura y neceser, a una marcialidad con meneo de cadera, a un ardor guerrero que hojea la Vogue y chilla histérico a Los Vivancos. Y lo peor es que no sólo es del pene de lo que pueden carecer nuestros mozos para ingresar tan ricamente en el ejército, igual que los que portan su licencia de hombres en regla. ¡También de huevos! En un país donde las órdenes se han cumplido toda la vida por el mero y sano respeto a la entrepierna, a los melenudos y morenos colgantes, catapún, ahora sargentos en tanga y cabos furrieles meando sentados. Verás qué pronto nos van a quitar España los enemigos: los franceses, los portugueses, los moros, los andorranos... Todos nuestros enemigos a la vez, repartiéndose España. ¡A esos, a esos, que no tienen chorrina! No les hará falta pegar un tiro, nos matarán de vergüenza. Lo peor de una derrota es el choteo del vencedor. Si don José Millán Astray levantara la cabeza... Pues se la cortarían a cachitos, claro.

6.3.09

Decir misa

Con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, el obispo jaenonchi Del Hoyo ha enviado un e-mail pastoral diciendo que la mujer sigue discriminada laboralmente por razones de sexo. ¡Anda! Pues que se metan a curas. ¿No? Ah, no, que la Iglesia no quiere hembras en sus púlpitos y entre sus hostias. Bueno, hombre, bueno, usted perdone. Desde luego yo al obispo no le puedo estar más que agradecido: hay que ver qué cartas más graciosas escribe y la de columnas que me dan. Su Ilustrísima se pone ahí todo chulón reflexionando y criticando la actualidad con unas palabras más bonitas que el copón, muy bien casadas unas con otras, ¡y sin picardías!, las publica y con eso cumple, él ya se ha pronunciado, a él que no le vengan con monsergas, porque, lo dicho, dicho está y se acabó. En este caso, don Ramón ha quedado como muy feminista y hombre de hoy que habla desde un negocio multinacional anclado en la hipocresía, la falsedad, la injusticia y ese puritanismo podrido que huele a terciopelaco meado de siglos. Que todavía a las mujeres les quedan metas por conseguir, continua denunciando nuestro obispo. ¿Decir misa es una de ellas?, le pregunta este columnista ateo y marrano, anticlerical por devoción y coherencia. Lo que pasa es que nunca me contesta.

5.3.09

Sobre robos

Menos los muy inocentes, aquí todo el mundo sabe que si se te ocurre una idea innovadora y la piensas, y la elaboras, y la calculas, y la rumias, y la trabajas, y la proyectas, y la presentas a tu ayuntamiento, a tu diputación o a tu junta en busca de apoyo económico, corres el riesgo de que te la intercepte un alto mediocre o el lameculos de ese alto mediocre, te roben el proyecto, lo desarrollen como propio y se lo apunten en su intachable hoja de servicios, dejándote a ti al margen. Así de crudo, nene. ¿Qué se puede hacer para que esto no ocurra? Poco, muy poco o nada. Como casi siempre, el ciudadano está indefenso ante la cafrería y la hijoputez de las administraciones públicas. Registra lo que quieras, que luego te cambian un par de conceptos y ya no es igual que tu proyecto lo que sus inquietas mentes han ideado. Dicen que hay dos métodos preventivos para evitar la rapiña, aunque no seguros: darles tu idea muy poco a poco a los políticos, para que no puedan prescindir de ti, o pregonarla a los cuatro vientos, contársela a todo el mundo y publicarla en los medios de comunicación, a fin de que haya constancia y fecha de la paternidad de tu criatura. Mas si esto falla, a mí se me ocurre una tercera opción: ir al despacho indicado y jiñarte en los muertos del chorizo.

4.3.09

Xtremo

Eso de ir el viernes o el sábado a la sala Xtremo y salir satisfecho y que te den vino y cava en el vestíbulo y que se pueda fumar y felicitar a los actores o pasar de ellos es una cosa que está muy bien, nene. Está muy bien que en Jaén capital siga existiendo —de momento sin competencia— un teatro alternativo y que eso de “alternativo” no signifique churripuerco ni pestiñazo ni chichinabo ni tampoco nido de cultura tan alta e incomprensible que le haga a uno añorar las revistas de Quique Camoiras o de Juanito Navarro, que son dos señores saineteros que han hecho mucho por la escena española debido a que pegaban muchas voces. Eso de ir el viernes o el sábado al cocherón negro de la calle Picadero II y que te reciba el ama, la actriz Luisa Torregrosa, y un gato dorado que tiene y que se líen tertulias antes de comenzar la función y que en los servicios haya pastilla de jabón y toalla, como en casica, y que esté allí el Karames, el crítico teatral de este periódico, rascándose la barba y que a veces calcules que van a faltar asientos porque aquello se está llenando de gente es una cosa que nos hacía mucha falta aquí en Jaén, a nosotros y a las visitas, o sea a esas compañías que no requieren un Infanta Leonor pese a que algunos de sus montajes lo merezcan.

2.3.09

El Halley

Que dimita un ministro debería ser motivo de fiesta para la democracia, sí señor. Son curros prestados y nunca está mal devolverlos si la producción no satisface. Y ya si dimite un “alto cargo”, o sea uno de esos “altos cargos” que no llegan a ministros pero tampoco se quedan en funcionarios mondos y lirondos, entonces lo que debería ser es una juerga, con baile y vaquilla y cohetes y mucho vino, lo que pasa es que la dimisión de un “alto cargo” es más rara, eso se da cada no sé cuantísimos años, como el cometa Halley. El ministro de Justicia, cazador furtivo, ha sucumbido a la presión de las escopetazas políticas, la jauría pública y la perdiz o el venado de su conciencia. Me caía bien el Bermejo, pero en fin, qué se le va a hacer. Lo que está claro es que aquella cacería en Torres no ha traído más que desgracias: el juez Garzón ingresado por un ataque de ansiedad, el ministro derrotado y dimitido y el PP satisfecho porque, claro, así las cosas, la investigación sobre la presunta trama corrupta en sus filas va coger fama de maldita y nadie en su sano juicio querrá retomarla cuando, sucesivamente, ministros y jueces y hasta conserjes de juzgados vayan cayendo anulados por un rayo cegador o, ya con mala leche, exterminador. Je je. Más quisieran ellos.