25.3.09

Mis huesos

Hola, buenas, soy el fantasma que habitaba la encarnadura de los restos humanos hallados en el barrio de Santa Isabel y tengo que decir que estoy indignado con los forenses del Instituto de Medicina Legal de Jaén por eso que han dicho de mi osamenta: que tiene “escaso interés”. Nos ha jodío. Escaso interés tendrá para ellos, porque, lo que es a mí, mis huesos me interesaban mucho, yo estaba con ellos como Mateo con su guitarra, así que no puedo consentir sin quejarme que unos señores científicos, por muy profesionales que sean, echen ahora a barato el armazón que tan buen tipín me hacía. Que tienen más de treinta años mis huesos, dicen, lo cual me parece una grosería, ¿a qué viene ahora airear mi edad? Y ese morbo por saber quién era yo, cuándo viví, cómo fallecí... Eso es prensa rosa, vecinos, eso es cotilleo malsano, eso indica que tienen ustedes muy poca vida propia y por eso muestran tanto interés por la de los demás, aunque sea por la de un esqueleto desgalichado. Pues, para que lo sepan, yo fui un jienense legal, de los que no se metían con nadie, amigo de sus amigos y más guapo y bien plantao que el copetín. Así, así, así tenía yo a las churris a mi alrededor, loquitas por mis huesos, esos huesos que ahora dicen que son poca cosa. Ay.

No hay comentarios: