El primo científico de Mariano Rajoy ha conseguido que el PP prometa ahora una ley nacional contra el cambio climático si gana las elecciones generales el año que viene. O sea que, de no considerarla en absoluto y tomársela más bien a chufla, confundiéndola neciamente con la meteorología sevillana, han pasado a que ahora la ecología les preocupe mucho, una barbaridad, tanto que una metedura de pata garrafal del líder y de su primo catedrático ha impreso un punto nuevo en el programa electoral de la derecha esta tan papanatas y peligrosa que, sin percatarnos, se nos ha cocido en la olla exprés de hace unos cuantos años. Está claro que sigue importándoles un pepino que el planeta se muera y nos mate, pero se han dado cuenta de lo bien que queda luchar contra eso un día de estos y ganarse así el voto de algún ecologista de los de barbita mosquera y harto porros. De lo cual se deduce que las promesas electorales son más estafa de lo que su propia naturaleza ya de por sí les concede cuando se improvisan a modo de parche o relleno para tapar huecos por los que podríamos haber asomado el ojillo y verles la trastienda a sus mentiras. ¿El ecologismo da votos? ¿Sí? Pues mételo, nene, tú mételo.
20.11.07
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario