El buen político manda espiar porque no se fía ni de su padre. Para ser un buen político hay que ser desconfiado, espioso y, a poder ser, no tener padre. Lo mejor es empezar a espiar a los tuyos, que son los peores, los que más saben de ti y de tus tejemanejes. El político que ama a los suyos y se fía de ellos acaba en un asilo oscuriento con los mocos colgando. El espionaje es útil y, además, divertido, te lo pasas guay, porque además de los asuntos relevantes que comprometen al espiado, uno se entera también de sus miserias y de sus vicios y de sus conversaciones banales; uno se entera de que, por ejemplo, el secretario de tal tinglado toma pastillas contra la aerofagia y de que el consejero de tal comunidad se entiende con la administrativa mandilona del registro. Cosas así. A mí me da que todos los políticos espían, se espían entre ellos, que es lo grave, porque lo de espiar al ciudadano es una cosa muy legal que a nadie escandaliza: ya se sabe que el ciudadano es gentuza, de entrada, y a la gentuza hay que controlarla. Sin embargo, entre ellos, entre la gente bien de la política, señoritos todos muy honrados, hay que andarse con ojo para que no te pillen con la lupa de ver y la trompetilla de oír, pues entonces el ciudadano se entera de que los políticos se le parecen.
30.1.09
29.1.09
El CES
Como el Consejo Económico y Social (CES) de la Provincia de Jaén es un órgano que no sirve para nada —sólo para que sus 30 miembros cobren 140,07 euros por asistir a las reuniones, y todo el mundo sabe o a nadie se le escapa que 140,07 euros multiplicados por 30 dan un bonito resultado de 4.202 euros más 10 céntimos, que son los que los consejeros le dan al pobre de la puerta, y digo yo que para qué cobran la asistencia a reuniones si precisamente las reuniones son las que justifican el CES, esa cosa de reunirse, lucir corbata, hablar algo y que todo siga igual que si no existiera el CES, ¿tú me comprendes lo que te quiero decir?, otra cosa sería que cobraran…, qué sé yo, un plus por subirse a un pino o por recoger ellos mismos, espachurrar y tirar a un contenedor de plásticos las botellitas de agua mineral que se pimplan—, como el Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén no sirve para nada, decía antes de meterme en sumas y disquisiciones irritantes y tocapelotas, pues ahora lo que hay que observarle es que no cumple la paridad del mujerío, que es una forma muy políticamente correcta de decir que las mujeres, aunque se las supone torpes, tienen que estar presentes en el CES para quedar así como muy en paz con la igualdad.
28.1.09
Dirían...
Onda Jaén Televisión podía hacer un “Tengo una pregunta para usted”, ¿es verdad o no? Anda, sí, Onda Jaén Televisión, haz un “Tengo una pregunta para usted”, porfa, enróllate, sé útil. Cogemos a la alcalda, al Josenrique, al Montané, al Segovia, al teniente Cano, a mi Inma, la Solar, a la ojazos Cruz, al García Anguita… y les preguntamos cosas y les ponemos en un brete y les sacamos los colores y les hacemos pasar un mal rato. Dos o tres representantes de cada barrio jaenota ahí dale que te pego a la pregunta comprometida. Me imagino a la Carmen Peñalver contestando a “¿qué pasa con la plazoleta José Solís de Peñamefécit, que está hecha un asco desde hace años?”, diría: “No está usted en el uso de la palabra, señora, le ruego que espere su turno por el bien de todos y de la democracia, muchas gracias”. Me imagino al José Luis Cano respondiendo a “¿tienen ya los gatos de la vieja cárcel vivienda protegida?”, diría: “oye, Aguilera, ¿qué le respondo yo a este ciudadano al que amo con toda mi alma de rojo?”. Me imagino al Segovia respondiendo a “¿cuánto vale un café?”, diría: “¡Un café vale lo que me sale a mí de las pelotas, ni pollas, cuidao qué chalaúras pregunta usted, yo me voy de aquí, que no estoy pa chominás!”. Y después, baile popular y sangría.
27.1.09
¿No te hastía?
Oye, Felipe López, presidente de la Diputación Provincial, caballero que no da un ruido, a ver que te pregunte una cosa, voy a ser muy directo: ¿tú no estás ya hasta los mismísimos marmolitos del aceite de oliva virgen extra y de la madre que lo parió? No digo de comerlo, digo de hablarlo. Me da a mí que sí, que hasta los marmolitos estás, pero que como esa pringue te ayuda a justificar el sueldo, no debes dejar que se te note. No obstante, mira una cosa, sé sincero, ahora mismo, mientras me lees en la intimidad de tu fuero interno, responde mentalmente, para ti solo, que no se va a enterar nadie: tanto hablar lo mismo del aceite, tanto defenderlo, tanto hacerle cuentas, tanto beatificarlo, tanto repetir sus bondades, tanto augurarle futuros y tanto hacerle la pelota, tanto congreso, tanta charla y tanto panecillo ungido de oro líquido, ¿no te aburre, no te hastía, no te desencaja la paciencia, no te hace perder alguna vez ese semblante suavito y tibio de, repito, caballero que no da un ruido? Sobre todo porque es inútil, porque el aceite en la boca de un político como tú, que no da un ruido, chorrea para nada, así lo lleves a los aeropuertos o se lo metas a la fuerza en el gaznate a algún famoso que te lo cobra y se olvida. Anda, reconócelo y continúa adorándolo.
26.1.09
Toc toc toc
El PP jaenaco buzonea y reparte diez mil dípticos para, según palabras de su portavoz, decirle a la alcalda Peñalver que abra de una vez las instalaciones del parque Felipe Arche. Cuidao qué gasto, nene. ¿No habrá pensado Miguel Ángel García Anguita en ir al despacho de la Puri, hacer toc toc toc con los nudillos, asomar la gaita por la puerta, tras el consabido “¡adelante!”, y decirle: “Oye, Carmen, cucha que te diga, que hagas el favor de abrir ya el Felipe Arche, mujer”? Parece ser que no, que en eso no han pensado y sí en los diez mil dípticos para repartir y buzonear. Qué borriquísimos. ¿Ande está la crisis? ¡Ichi, ichi! Y luego coge y sale el de Deportes, el Antonio Rueda, y dice que lo del Arche cerrado es un atropello y que eso de que los vecinos no puedan disfrutarlo, una barbaridad. Mire usted, Rueda, no exagere. Los jaenitas hace muchos años que estamos hasta los calcañares del puto Felipe Arche, que tiene el mal fario metido en las cementales tripajas desde que el ex alcalde De la Torre lo plantara como un mojón monstruoso allí a la vera de la carretera de Granada. Eso está maldito y lo mejor sería enterrarlo en cal viva y tratar de olvidar algún día que a esos terrenos los políticos acudían cada noche a darse el lote con la inoperancia.
23.1.09
Infección
Es bueno reírse de uno mismo porque al final dejas un cadáver de lo más guasón que no se está quieto y es una juerga ponerle la mortaja, los amortajantes se mean de risa. El dinero no da la felicidad, pero es muy raro ver a alguien sonándose los mocos del llanto y de la pena con un billete de cien (qué leche, ni de cinco), por lo cual está demostrado que lo que no da la felicidad es un kleenex, por más que lo perfumen o lo pringuen de cremita de culito de nene. Cuando la ruina entra por la puerta, el amor salta por la ventana en busca de pan y cebolla para compartir contigo: tú la cebolla te la metes por el recto mientras yo me como el pan, verás qué bien, ¿no ves que el dinero no da la felicidad y además es bueno reírse de uno mismo? La generosidad es una forma muy correcta y estúpida de quedarte con menos, con lo amplio que es el mundo y las oportunidades que nos da a todos, ¡apáñate! La generosidad, además, estriñe, de manera que te va a ser muy complicado darle ese uso tan sano a la cebolla que te ha tocado. Y si te decides por fin a morder la mano que te da de comer, piensa antes que la Historia te recordará mejor si, en vez de morderla —riesgo de infección—, la alquilas ahora mismo para el onanismo a tendón tronchado, sin mala fe y con cariño.
22.1.09
Correctísimos
Y seguimos con los debates chorra que preocupan hoy día a la sociedad española, debates apuntalados por ese puritanismo moderno que intenta en vano tapar lo moralista mediante lo políticamente correcto y el respeto al ser humano. Ay. Ahora se trata de averiguar si la señorita que se despelotó ante los presos de la cárcel de Picassent, en Valencia, tocó o no tocó los genitales a alguno de ellos y si se restregó o no se restregó con el cuerpo embadurnado de leche condensada, aunque eso también habría que verlo, puestos a debatir y a especular, porque puede que no fuera leche condensada, sino paté de atún o manteca colorá, o sepa dios. Ahí lo llevas. Ignoro si los espectáculos cachondorros están prohibidos en las prisiones. Si fuera así, que destituyan a quien sea y punto. ¿Pero nos vamos a poner ahora a ver si hubo toqueteos paquetales o frotamientos reposteros? ¡Leche, pues lo más seguro es que sí! ¿Y qué? ¿Qué esperan los correctísimos que se produzca en un espectáculo guarrindongo, juramentos a la Constitución, solos de arpa magistrales, habilidosas sombras chinescas? Se trataba de poner calentorros a los reclusos, ¿no? Pues tira pa’lante y déjate de detalles, que pareces el confesor preguntando si por encima o por debajo de la ropa.
21.1.09
¡Qué cipotes!
Somos unas comadres. Todos. Este es un país de comadres. Los de derechas, los de izquierdas, los progres, los culturetas, los creyentes, los ateos, los meapilas, los agnósticos… Comadres, vulgares y zafias comadres. Aquí muchas libertades y mucho querer acabar con lo rancio y lo retrógrado que todavía queda, mucho poner a parir a la Iglesia rouca y varela, mucho enorgullecernos de los progresos sociales logrados, las bodas entre homosexuales, el aborto, la no discriminación, el feminismo… Aquí todos muy modernos, sí, pero sale la foto de la Soraya en picardías y ya tenemos comidilla para una semana. Se acabaron la crisis, el paro, los desastres internacionales, la estafa política que padecemos y la leche que mamó todo ello. Ahora el debate se centra en las piernas de la Soraya y en la conveniencia o no de haberse hecho esa foto. ¡Qué cipotes! Sin remisión, sin excusa, sin perdón: ¡qué cipotes! Esta sigue siendo la España poblacha y farfolla que critica a la fresca. Lo llevamos dentro y nos gusta, aunque por fuera todos veamos los documentales de la 2 y supuestamente tengamos otras preocupaciones. Podemos estar reventando de injusticias y bandolerías democráticas, pero hay que ver lo que nos alivia el ánimo que una política enseñe el tobillo. Tiene huevos.
20.1.09
Estación
Antes, menos los comerciantes, que son unos lloricas, todo el mundo de acuerdo con que la estación de autobuses se traslade provisionalmente a la Institución Ferial. Y ahora, nadie. Desde luego es que a la gente no hay que darle tiempo a pensar, ¿eh? Las cosas tendrían que ser dichas y hechas, porque como del dicho al hecho haya un trecho, catapún, siempre habrá alguien que caiga en un inconveniente (a lo mejor en un inconveniente sólo para ese alguien), tuerza el morro y se lo contagie a los demás. ¡Con lo que se contagia eso del morro torcido! Y vale que va a ser incómodo, que sí, para todos, pero leche, también va a ser un momentillo, mientras adecentamos la basura vergonzosa de terminal busera que llevamos tantos años soportando, a ver si ahora con la chalaúra de las pegas la cosa se va a encallar, a eternizar, y todavía echamos unos cuantos años más enterándonos de los horarios de autobuses por los papelillos esos pinchados con chinchetas en una vitrina, que es que no se puede ser más cutre. Vamos a ponerle un poquito de paciencia, anda, no seáis. ¿Alguien me puede decir qué obra no da por culo? Sin embargo, luego, mira tú qué bonico queda todo. Lo que pasa es que aquí somos muy chinchorreros y muy metijones, eso es lo que pasa.
19.1.09
El quiosquero
Qué graciosos los diputados de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz con las palestinas sobre las chaquetas, dos de ellos con las corbatas. Menos a Juan Manuel Sánchez Gordillo, que parece ser que nació con ella puesta (por cierto, hay que ver lo que se parece ese hombre al Risitas, ¡cuñaaaooo!), las palestinas les quedaban así como ridiculillas y tan metidas a martillazos —los martillazos de la actualidad, tan efímeros— que mejor hubieran hecho no poniéndoselas y dedicándose a lo suyo, o sea a no saber qué hacer con tan pocos votos y, en consecuencia, rascarse mucho la sotabarba con la mirada baja y un boli tamborilero entre los dedos. Sus escaños parecían un mercadillo de esos de jipis que fuman porros, ahí vendiendo carpetas, papeles y micrófonos fláccidos, consignas facilonas, como si sirvieran para algo (“SOS Gaza. Palestina libre”), menos Sánchez Gordillo, otra vez, que le echó huevos y en su cartelón le exigía a Zapatero que no le venda armas a Israel, esto es, que no le pase como al quiosquero de mi barrio, que nos mentaba a la madre y hasta salía a intentar pegarnos a los nenes que lo freíamos a petardos, los petardos que él mismo nos vendía a duro el manojillo. Qué cosas, el presidente del Gobierno es como el quiosquero de mi barrio.
16.1.09
La pobre
Sigo al hilo (o la guita, o la soga, o la maroma) de la columna de ayer. Que los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Que ganan poco, dicen. A lo mejor es que ganan poco en comparación a todo lo que se les critica y lo mal vistos que empiezan a estar, digo. Hay que compensar, ¿no? Lo cierto es que el corporativismo se ha cerrado en torno a ellos, como de costumbre, y mira tú por dónde una niña gitanita y muerta, la pobre, ha logrado ponerlos nerviosos y en jaque, a la defensiva y en el enfrentamiento de su intocabilidad sí, intocabilidad no. Si la gitanita niña muerta, la pobre, no hubiera ido a comprar chuches ese día… Pero no, tuvo que ir y joderles la tranquilidad a los que las chuches se las llevan a casa. El juez Tirado recibe una caricia por el imperdonable error que le costó la vida a la gitanita muerta y niña de las chuches, la pobre, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Dirán que si no nos basta con el tormento que dos lesbianas de esas han logrado infligirle al tal Calamita, juez demostradamente homófobo y castigado por ello, por serlo fuera de su casa, en su curro. Pues no. Aquí lo que puede pasar en junio es que el Poder Judicial se declare en huelga. ¿Y después qué? ¿El Gobierno? ¿El Rey? ¿La Santa Inquisición? Anda ya.
15.1.09
En junio
Los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Ordenan alejamientos a bestiajos que sin duda se van a saltar dichas órdenes y van a terminar apaleando otra vez o matando a sus parejas, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. No consideran delito el hecho de bajarle las bragas en público y por risa a una mujer, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Condenan a prisión y separan a un niño de su madre por un tortazo, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. A la nada sacan a la calle a las almas cándidas como la de De Juana Chaos, con veinticinco muertes a sus espaldas, y mantienen pudriéndose entre rejas a desgraciados robapollos y camellillos menudencios, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. De sus papeles y decisiones salen las libertades condicionales para los grandes chorizacos de corbata prestigiosa que asquean al contribuyente y lo indignan, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Se les olvida que hay violadores de niñas por ahí sueltos, cuando deberían estar enjaulados, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. La mayoría de los españoles opina que la Justicia es un caos y que, a veces, parece de broma, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Pues que se pongan.
14.1.09
Magdalena
Bueno, a ver, un poco de razón sí que lleva la Nebrera, ¿eh? Hablar andaluz no es meterse una papa en la boca, y la ministra Magdalena Álvarez habla como si tuviera una papa en la boca, las cosas como son, o como si se embarnizara el gaznate, mejor, aparte de que la locuacidad y el piquito de oro no son precisamente sus fuertes, que la señora suele explicarse peor que una totovía espachurrada por la rueda de un camión. Uno puede derrochar y hasta hacer ostentación del acento que la tierra le da, claro que sí, pero se puede hablar andaluz y que se te entienda perfectamente. Lo de la Magdalena no es andaluz, es pereza fonética, poca afluencia de aire, laringe estrecha y algo así como un aburrimiento supino impregnando todo lo que pía. El delito de la diputada catalana del PP es haber confundido este defecto con el habla andaluza, además de tenerle un tirriazo a la ministra de Fomento de agárrate y no te menees. No ha caído esta tía en que habrá catalanes tatos, gangosos, pitillos…, por no hablar de esos catalanes de voz tan engolada que enmierdan de catalanismo todo lo castellano que se les obliga a parlar, con lo bonitos y lo sanos que son el catalán y el castellano sin pisarse el uno al otro. Que el problema es de logopeda, hombre, no de comunidad autónoma.
13.1.09
50 euros
El ser humano es asesino por naturaleza y ojalá existiera Dios para reprocharle, todos los días, la ignominia que cometió creándolo, para darle el culo de la fe con saña y hacerlo sentir incómodo y ridículo, para renegar de su ocurrencia y expulsarlo del Cielo por haber descansado un día que pudo ser el de su arrepentimiento, reconocimiento de sus errores y borrón y cuenta nueva. Pero Dios no existe, menos mal. La fotografía Efe de la niña palestina comiendo pan y abrazada a una muñeca sanguinolenta es una metáfora muy sencilla, tampoco hay que ser una lumbrera para adivinarla: la metáfora de la soledad y el desamparo frente a todas las creencias protectoras, divinas y sobrenaturales. Aquí estamos solos desde el comienzo, cada vez más acompañados de asesinos. El mundo es un barreño de mierda con islitas de piedra pómez y sobre una de esas islitas está la niña palestina comiendo pan y cargando con su muñeca ensangrentada. Casi nunca la fotografían. La grandeza del ser humano es proporcional a su capacidad de reprimirse para no arrancarle la cabeza a otro. Lo de Israel y Gaza es una competición para el mundo, un espectáculo de lucha libre por el que ya se producen apuestas. 50 euros a que a la niña le quitan el pan de un tiro.
12.1.09
Sexo
Se quejan por ahí los gazmoños —qué digo los gazmoños: ¡los gazmoñacos, hombre, los gazmoñacos!— de que la campaña del Ministerio de Sanidad para que los jóvenes usen condón a la hora del ñiquiñiqui no hace sino incitarlos al ñacañaca, eso que tan puerca deja el alma, además de las ingles, y siguen los gazmoñacos chorreando babaza antigua al asegurar que no es más hombre ni más mujer quien más apareamientos se calce, sino el que más se reprima, y que en la castidad está la salud, la felicidad y la integridad de una persona. ¡Toma castaña! Espera, que no me he quedado agusto. ¡Toma castaña! Ahora. A estos habría que vestirlos por ley con túnica y capucha y ponerles en la mano un garrotón retorcido para que, de esa guisa, salgan a los mandados y a todas partes y les alcen la falda a las señoritas a ver si llevan su faja cristiana o esas cosas de putonas que venden ahora en las lencerías, también para que les abran la cabeza con el garrotón a los que se paran en la calle a besarse. ¿Qué, que no? Muy felices que los haríamos. Qué tendrá el sexo que tan libres nos hace y que tanto miedo da a los que no les conviene que seamos libres. Una persona reprimida sexualmente es una persona manejable, que es lo que a los gazmoñacos les gusta.
9.1.09
Es lo suyo
Los medios de comunicación suelen quedarse con lo más obvio de la noticia y sacarlo en titulares, una cosa que me da mucho coraje cuando después compruebo que en el cuerpo de esa noticia hay otros titulares bastante más dignos de señalar. Por ejemplo, eso de que Aznar ha dicho que la victoria de Obama es un “exotismo histórico”. Vale, ¿y qué? ¿Qué va a decir un derechaco de esa calaña del tío negrote que no es su Bush? ¿Qué quieren, que le componga unas sevillanas? Pues lo normal. Aznar hace folclore con lo del Obama y se acabó, es lo suyo. Sin embargo, Aznar dice también en el mismo pack de sandeces: “Bush será recordado por la historia como el gran estadista que es”. Ahí tenemos el verdadero delito de sus declaraciones. Ahí. Porque, ¿cómo un pavo con los ojos tan juntos va a ser un gran estadista? Eso no puede ser y además su imposibilidad es muy evidente. Todo el mundo sabe que nadie que tenga los ojos tan juntos puede ser un gran estadista, menos aún si ese presunto gran estadista no está un poco gordo ni tiene la costumbre de palparse las lorzas por encima de la chaqueta, además de quitarse y ponerse mucho las gafas de cerca, que es para lo que un gran estadista usa gafas. O sea que Aznar vuelve a mentir con absoluto descaro.
8.1.09
De Heineken
Se va Miguel Sánchez de Heineken, el ex alcalde de Jaén que nunca quiso serlo —ni alcalde ni ex alcalde, él nunca quiso serlo—, quien, por imposición de los peperacos de arriba, se vio obligado a sustituir al otro Sánchez, Alfonso, el Perejil, y al que Dios castigó su inapetencia haciéndole ganar la Alcaldía jaenota por mayoría absoluta durante dos legislaturas (¡menudo es Dios!), empresa que don Miguel asumió con paciencia y voluntad cristianas, hecho un Job, con mucho sacrificio y matando una vez un perro a tiros en La Guardia, pues todo santo pío y afanoso pierde la paciencia en un momento determinado, las cosas como son. Se va a Madrid, de senador, el hombre que quería ser senador, parlamentario andaluz, diputado, algo, lo que fuera, menos alcalde de Jaén. Eso se lo veíamos en la cara y se le notaba en la forma de hablar y de expresarse, en las explicaciones tan indolentes que daba y en la ingente cantidad de sudor genital que le costaban ciertos problemillas internos, externos o de más allá. Se nos va de Jaén un gran actor, uno de esos actores que llegan a creerse su personaje, diciéndole adiós con la mano a las olivas y a los catetos que tanto le han importunado. Buen viaje, Miguel Sánchez de Alcázar. Aquí siempre te recordaremos. Un ratito.
7.1.09
Enemigos
Hay enemigos muy leales, honrados, sinceros y honestos con los que uno se encariña y hasta llega a comprender la enemistad que les mueve y la tirria que te tienen. Enemigos que dan la cara, que jamás hablan bien de ti por más que, ante ciertas personas presentes, les convenga: enemigos de vocación inquebrantable, la cual se preocupan de ir renovando cada cierto tiempo para que no se les ponga blanda o la caducidad se la enmohezca. Son los enemigos que saludan —sólo saludan— cuando te cruzas con ellos. En cambio, los otros, los enemigos de chichinabo, los prescindibles y mosconeantes enemigos, son los que se paran a darte el pestiño con que vienen del médico o con que tienen que ir a la imprenta a recoger no sé qué folletos, y que después siguen su camino escupiendo el asco que les ha dado tenerte cerca y deseándote lo peor. Enemigos sodomitas, les llamo yo, porque como disfrutan es dándote por detrás, jamás a la cara, y son capaces hasta de emocionarse enumerándole tus virtudes a alguien que te aprecia. Qué duda cabe de que existe una categoría moral para ser un buen enemigo, de la que ellos carecen por más que la busquen por el suelo entre las cáscaras de gamba y los galipollos, arrastrándose a cuatro patas.
6.1.09
Cancioncilla
Mi muñeca salerosa y menstruante, mi Quimicefa radiactivo y cochinón, mi peine de carey, mis indios de plástico con la boca abierta, mis canicas de cera, mi cocinita para guisar grillos y pelusas, mi Geyperman gay que hace popó, mi nubecilla de flecos, mi Donquijote parlanchín, mi tranvía, mi baraja porno, mi soniquete de contador, un libro nazi, un gatito muerto, mi sacacorchos, mi mandilón, mi juego de óleos para manchar cortinas, mi prima Sandra en camisón. Había una vez un circo, un capullo huero, una hormiga cabezona, un payaso alcohólico, un gitanillo con mocos, más vale prevenir, don Pimpón, chiquitita dime por qué, había una vez unas tijeritas sin punta y una cassette de Xuxa Park. Melchor me trajo un huevo, Gaspar me lo frió y Baltasar, por ser negrito, de hambre se murió. Un entierro de plastilina, el haba del roscón, el higo de la vecina, bronca en el comedor. Mi Rompetechos, mi Palomitrón, una espada de ejecutivo, un cañón, tres o cuatro perritos de goma, aquí perros no, aquí perros no, aquí perros no. Los hombres no lloran, las mujeres no orinan, papá y mamá no lo hacen por las noches, ni nunca, mi galápago se murió, los Reyes Magos esclavizando pajes, abusando de las pajas, mirándonos hoy con rencor, con rencor.
5.1.09
El riñón
El precio de los productos y servicios básicos sube cada comienzo de año para que los españoles sigamos sintiéndonos gentes de posibles que pueden permitirse eso de continuar con una buena existencia y plenamente pringados en el estado del bienestar. Claro que sí. A todos se nos tuerce el gesto y se nos encoge un poco el escrotillo cuando nos cuentan los porcentajes de subida a los que vamos a tener que hacer frente, por supuesto; pero a ver quién es el chulo que se quita de la luz, del agua, de los transportes públicos. Apencamos y apoquinamos y comprobamos, un año más, que no hay por qué quedarse a oscuras ni ducharse a escupíos ni ir a pata a todos lados, que en el fondo tenemos el riñón bien cubierto y que la vida sigue igual y las cañas de cerveza no paran de estar tan ricas. Para febrero ya se nos ha olvidado que, pese a estar rodeados de sociatas obreros mandantes —en el Ayuntamiento, en la Junta, en el Estado—, el ciudadano votante y contribuyente ha vuelto a ser puteado mediante un golpetazo a la cartera, así que vamos por ahí felices con nuestros sueldos y con el convencimiento total de que no somos unos muertos de hambre y hasta podemos permitirnos darle diez céntimos a un pobre. Somos unos calzonazos, la verdad.
2.1.09
Un queso
Seremos amigos de nuestros enemigos, pondremos la otra mejilla, apadrinaremos a un chinito, tiraremos con menos frecuencia de la cadena, callaremos más y resoplaremos nunca, no recurriremos al mal de ojo. El año nuevo es una camiseta nueva que estrenas, la primera hoja de la libreta que tanto respetábamos y caligrafiábamos con esmero, el primer calor de un cuerpo sexual y desconocido. No haremos chistes de cojos ni de mariquitas, pagaremos nuestras deudas, descongelaremos por fin las chuletillas de cordero de hace dos años, aclararemos la voz, escupiremos para adentro. El año nuevo es una vuelta a empezar con el alfabeto y la cascabelería, es el ombligo limpio y las manos viejas, es el abuelo muerto y el sobrino recién nacido. Nos retiraremos de las misas negras e iremos pensando en dejar descendencia que dé testimonio de uno cuando uno ya ni se acuerde de cómo se hace eso de la descendencia, compraremos la vitrocerámica. Dos mil nueve suma once, es un número con muy poca personalidad, el once, sin gracia ninguna, pero no nos jiñaremos en sus muertos ni en los de nadie por tan poca cosa. El año nuevo es ponerse crema en los labios y acercarse a la tienda a recoger un queso, hablar con el dependiente. Sonarse.
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