30.11.05

Hoy ha salido el sol

Fíjate tú que ahora es noticia que en invierno haga frío, que en otoño llueva y que en verano te ases. Algunos medios de comunicación, sobre todo las teles, han descubierto todo esto y a veces hasta lo incluyen en las noticias de portada. ¿Estamos chalaos o qué nos pasa? Ola de frío, los habitantes de tal sitio han sacado las bufandas... ¡Coñi, pues claro, si estamos en noviembre, cuándo leche quieres que la peña se enrosque la bufanda, ¿el 12 de julio?! Son ganas de ocupar minutos para decirte lo que lleva pasando toda la vida, sólo que antes era lo más normal del mundo y ahora es un nuevo opio para el pueblo, digo yo, eso de tenernos entretenidos con lo que mande la meteorología. Como esto siga así, cualquier día nos dan la exclusiva de que hoy ha salido el sol y nos narra el evento un reportero a pie de calle. Lo que habría que hacer es reservar energías y estar preparados para la verdadera noticia climatológica, que será cuando nos comamos los polvorones y toquemos la zambomba en las playas, en bañador, si bien entonces la crónica debería centrarse en la causa, o sea la estupidez humana que no cesa, más que en el efecto lógico de una Naturaleza estragada y harta de criar memos.

29.11.05

Anguita, un tío cachondón

Oye una cosa, concejal García Anguita, tío cachondón, que eso es lo que eres, un tío cachondón que va por ahí de guasa y cuchufletas, cucha que te diga: ¿y una capital no debe estar preparada para que vengan coches de los pueblos y circulen con los de aquí, junticos, sin mayores problemas? Porque me imagino que al culpar del caos circulatorio que padecemos en esta ciudad, lagártica y olvidable, a los automóviles de los pueblos te refieres a la cantidad, ¿o acaso estás llamando torpones a los conductores de la provincia que se arriman a la grandísima urbe jaeniqui? No creo. Tú eres muy cachondón, ya digo, pero no creo que sea de tu gusto enfrentarte a los vecinos por haber insinuado que les dieron el carné por comprar medio kilo de albaricoques. Tan cachondón eres que ahora les sueltas la inocentada precoz a los municipales y los pones a contar coches, los que salen y los que entran, que ya hay que tener cuajo. El hijo el Gori. No le hagáis caso, agentes, que se está quedando con vosotros, ¿no conocéis ya al Anguita? Verás tú el pitorreo cuando os veamos: “Doscientos catorce, doscientos quince, doscientos dieciséis...” y os preguntemos por algo para que perdáis la cuenta. Qué risión.

28.11.05

Y se fueron los rumanos

Los echaron de La Vestida y los rumanos, sin protestar, recogieron sus bártulos y se fueron a rumanear por ahí con sus cochazos y sus caravanas. ¿A dónde iréis, rumanos?, se preguntaban los munipas. ¿Dueños de qué, rumanos? Son curiosos los rumanos, y algunos muy puñeteros, las cosas como son. Los que mendigan nos trajeron unas formas de mendigar la mar de originales y versátiles. Ellos se inventaron a Javier, un niño con leucemia para cuya operación en el extranjero recogían fondos, y nos lo hacían saber mediante papelitos que te dejaban entre la caña y la tapa de atún, para darte el día. Creo que Javier todavía está vivo, por suerte, porque de esto hace ya años, aún no lo han operado y de vez en cuando te lo recuerdan. “Jopé con Javier —le dije un día a uno—, si ya es para que estuviese criando malvas”, y qué risa más sana le dio al colega. Ellos inventaron también ese pintoresquismo de pega que consiste en meter un radiocaset dentro de una cajeta que simula ser organillo para pasearse por las terrazas dándole a la manivela. Ay, rumanos. Tan diferentes, por ejemplo, al mendigo simpaticón que en la calle Pescadería te pide algo suelto porque ya es la hora de la cervecita.

25.11.05

Hipócritas, hipócritas, hipócritas

Hipócritas, grandísimos hipócritas. A boca llena: ¡hipócritas! Ahora se os ha metido que las marcas de tabaco barato llevan más adictivos y porquerías que las del caro, y lo vais a investigar, y con toda seguridad los análisis os darán la razón, porque os conviene. Hipócritas. Ya no es suficiente tristeza la de pedir tabacucho de cuatro perras mientras el de al lado pide Marlboro y te mira como a un don nadie. También nos vais a dejar sin él, sin el pan negro de la miseria nicotínica a la que estáis dispuestos a conducirnos, a la que ya nos estáis conduciendo. Hipócritas. ¿Y no será que el tabaco barato lo es porque para su fabricación se requieren menos ingredientes asquerosos que para el de postín? Porque los de postín no los vais a investigar, ¿verdad?, porque los de postín os dejan más dineros, porque maldita la gracia cuando decís que veláis por la salud de los españoles apartándoles de un veneno que selláis vosotros mismos, hipócritas. Se puede ser más hipócrita, pero no más descaradísimamente hipócrita. ¿Y vosotros os llamáis socialistas obreros? Sopladme un ojo. Los ricos seguirán fumándose sus tres euros y los pobres nos tendremos que fumar..., eso, la pimporreta.

24.11.05

No se les puede soplar

Hace ya mucho tiempo hubo en Jaén un maestro de escuela sádico que marcó a toda una generación de posguerra a fuerza de palizas y caligrafía. Los que fueron sus alumnos, a los cuales se les conoce por una idéntica y meticulosa letra entre gótica y españolaza, te ponen los pelos de punta narrando los métodos pedagógicos de este buen hombre, quien posiblemente (no puede uno suponer otra cosa) se aliviaba así de sus amarguras y, de paso, se excitaba sexualmente, que nunca viene mal. Hoy, setenta años después, cada día son más frecuentes los casos de violencia en las aulas, con la diferencia de que ahora es el nene y los padres del nene los que insultan y hasta zurran a los profesores, sin que éstos —como bien dice Pablo Quesada, de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía— encuentren forma de imponer su autoridad. Obviamente, en el actual sistema de educación española lo que está haciendo falta es un término medio entre aquellas barbaridades de antaño y la tiranía violenta e intocable a la que se están apuntando ya demasiados menores. Que no se les pueda soplar, muy de acuerdo; pero que tampoco te soplen y la única salida sea una baja por depresión. O por terror.

23.11.05

¡Que te veo, Mateo!

Como prospere la propuesta que los comerciantes de la capital le han formulado al Ayuntamiento en relación a instalar cámaras de videovigilancia en la vía pública, ellos se sentirán más seguros (lo cual no quiere decir que lo estén), pero ya podemos ir diciéndoles adiós a esos pecadillos callejeros que, en mayor o menor medida, todos hemos cometido alguna vez cuando creíamos que no nos veía nadie. Y no me refiero sólo a echar una meada furtiva y urgentísima arrimados a cualquier rincón, que eso supongo que tendría multa segura, puesto que de dicar por los monitores se encargarían los munipas y aquí nos conocemos todos, ya sea por la cara o por el número de veces que nos la sacudimos tras la micción. Por ejemplo, a ver con qué cuerpo y disposición jugaríamos a eso de no pisar la raya de la baldosa o le haríamos de toro a los capotazos chaqueteros del colega en las profundas noches jaenitas, por no hablar de los calentones silvestres del “aquí mismo, para qué más lejos”, bajo la sospecha de que cuatro uniformados se están descojonando a tu costa y lo mismo hasta te sacan en Onda Jaén, informativo especial. Qué sería esto, ¿un Gran Hermano a la fuerza? Pues no a esas cámaras.

22.11.05

Cuando pase el Ave

Si por Renfe fuese, el tráfico ferroviario en la capital jaenaca se reduciría a una hilera de chaveíllas cogidos por la cintura y haciendo «chucuchúuuu chucuchúuuu» entre los matojos y las farfollas donde una vez hubo vías. Y todavía hay quien confía en que algún año pasará por aquí el Ave, angelicos. Con gripe aviar, pasará el Ave, porque otra cosa va a ser chominá que bregues. No nos quieren, nos desprecian. La compañía piensa, probablemente, que en Jaén somos demasiado catetos, demasiado pobretones y demasiado marranos (de los que sacan la fiambrera con las sardinas, la faca, la hogaza de pan y preguntan «¿usted gusta, gusta usted?») para ponernos un tren tan fino, tan caro y tan echando leches. De momento nos dejan los regionales exprés esos para que nos vayamos apañando y no la piemos mucho, que son más lentos y están más rotos que la madre que los parió, con revisores que se ofenden si uno grita que vaya una mierda de Renfe porque sólo hay un retrete para cuatro vagones, cuyo aroma, claro está, no le inspira a nadie un Anäis, Anäis, sino lo dicho: un rotundo «¡vaya mierda de Renfe!», y a seguir leyendo el periódico, que aún quedan cuatro horas para Madrid. Y sin fumar.

21.11.05

El pintor que nos da orujo

El pintor jaenota José Ríos, allá en sus refugios serranos que le pierden, que lo traen y que lo llevan, elabora un orujo que se llama “Ojú” y que te saca el espíritu del cuerpo cuando te lo encasquetas, te lo pasea por ahí para que conozca mundo y te lo vuelve a meter dulcemente entre el pecho y la espalda al cabo del rato, reconfortado y más sabio que un minuto antes. A ese orujo, que sabe a membrillo y a paciencia y que sale de un alambique en el que antiguamente se destilaba esencia de romero y otras cursiladas que no se pimplan, nos invitó el jueves a los que acudimos a ver la exposición que ha colgado en el Boogaloo (el pub de la cara en el tronco del árbol que lo guarda), una retrospectiva de su obra, la que pintó y dibujó de muchachuelo, y hagan el favor de creerme si les digo que es muy interesante, sobre todo porque aquí el menda no entiende mucho de pintura y eso es de fiar, la crítica que más deberíamos tener en cuenta es la del neófito, quien, como los chaveíllas, no dudará en exclamar “¡laírgen qué pestiño!” si no le gusta, incluso con el autor delante. Este hombre, el Ríos, noblote, silvestre y con coleta, ya era un pedazo de artista, pero creo que aún no lo sabe.

18.11.05

Chunda, chunda, tachunda

Temor por una España desunida, chica y presa; pretensiones de catolicismo obligatorio y a machamartillo; la selección rojigualda que se clasifica para el Mundial de Alemania; recurso a la ley de matrimonios homosexuales... Y el domingo, 20 de noviembre, treinta años se cumplen desde que Su Excelencia, el hombre ese que aseguran los viejos mandaba mucho en este país, dijo “hasta luego, pañoles, ha sido un placer” y se marchó andandito, como los elefantes, hacia el Valle de los Caídos, cucha tú qué lastimica, tan mayor. Digo yo que habrá que celebrarlo por todo lo alto, ¿no?, el treinta es un número muy bonito, tan redondo, ahí con su tres, que es una bicha que está tomando el sol, según cancioncilla párvula, y con su cero, que es una rosquilla para mojar en la leche, en la buena o en la mala leche, porque lo que no digo es cómo lo vamos a celebrar, allá cada cual con sus misas o su champán, si bien servidor prefiere el Lopera que ponen en el Bodegón, uno es más sibarita, el champán siempre me ha producido aerofagia y no es cuestión de irse tirando cuescos en aniversarios tan señalados, más que nada porque te pueden partir la cara, menudo está el patio y menuda la trastienda.

17.11.05

Qué mal pensados somos

Los malpensados, los prejuiciosos, los malafollás, los que estamos convencidos de que nada es arbitrario ni desinteresado en el antihigiénico garito político (pero nada, absolutamente nada), no podemos sino discurrir, con nuestras sucias mentes cuajaditas de cuajos, acerca de lo bien que les tiene que haber venido a las administraciones de la provincia que este año la escasa cosecha les ahuyente de los albergues a los inmigrantes que esperan tajo: esa cosa, ese problema político y social con el que tanto cuidado hay que tener, porque es cuestión humana y ya se sabe la de votos que quita lo desalmado y el revuelo que causa entre los rojeras de verdad y las asociaciones pro derechos, que algunas honradas quedan. Y si no se ahuyentan, los pobreticos, digo, como será el caso, ¿ah, yo qué culpa tengo? Es cierto, vosotros no tenéis culpa alguna de la tacañería de la oliva esta campaña, aunque, si quisierais, si de verdad os lo propusierais porque así os lo exigiera vuestro beneficio y la permanencia en el cargo y el sueldo, moveríais los hilos y daríais los telefonazos necesarios para que las olivas se troncharan de panes y de peces, tan milagreros como podéis llegar a ser.

16.11.05

Borriquitos como vosotros

Pero si no os van a quitar la asignatura de Religión, miedicas, que sois unos miedicas que por un “¡uh!” ya estáis gimoteando, mocaco en ristre, no he visto gente con más poca presencia de ánimo, dios mío de mi vida y de mi corazón, tanto y tanto y tanto que parece que os vais a comer el mundo y luego ná, mucho lirili y después larala. Lo que pasa es que la Iglesia catolicorra y el PP peponcho os han mentido para que alborotéis: que le quitan la religión a los niños, que nos queman las iglesias, que nos violan a las monjitas, que viene el lobo del 36... Ay, qué tontos más retontos, dicho sea con cariño, ¿eh?, que con lo tiquismiquis que sois no me extrañaría que pusierais el grito en el cielo con que el ateazo y el blasfemo del Tíscar os ha insultado en un medio de comunicación, ¡bonicos os pintáis para eso! No. Que la Religión no sea evaluable es una cosa muy sana, sobre todo para la formación espiritual de los niños, porque la religión no se estudia, sino que se lleva dentro, en los corazones, y no se puede memorizar porque ya forma parte de uno, ¿no es eso lo que decís vosotros? Pues ya está, hombre. Menos marear, que ya habéis oído: a ver si os van a menguar la paga. Ojalá.

15.11.05

¿Quién oyó a Diego Jesús Jiménez?

Grandes los versos que nos leyó el sábado el veterano poeta Diego Jesús Jiménez, y que decían así: “Boro boro mmm wei boro boro umbo ito aeo aeo mmma”. Al poeta Diego Jesús Jiménez, premios Adonais, Gil de Biedma, de la Crítica y Nacional de Poesía, lo trajo el Festival de Otoño y le pusieron la sacristía de la Catedral jaenoncha para el acto, un sitio todo lo bonito que quieras, pero en el que no se oía un pijo por más aparatejo de sonido que llevaran. Y si no se oye, ¿de qué sirve que el salón de actos sea una joya? Aquello parecía una misa de esas que suenan a huevo hervido, con la diferencia de que de las misas da igual si te enteras o no, rara vez se les presta atención, dicen siempre lo mismo, mientras que el poeta, que había causado gran expectación en el mundillo literario jaenita, traía una homilía necesaria e incluso un poema inédito. Por cierto, que la Nestares no acudió, estaba en unos pitos y flautas militares, que es lo que le gusta a ella, y así se evitó la vergüenza de ni siquiera darle de cenar al escritor y a su esposa, que es lo que haría hasta la asociación de vecinos más pobretona con cualquier ganapán. Pero cá, la concejala de Cultura qué va a quedar bien.

14.11.05

El arte de manosear tragedias

Inevitable, se veía venir, me lo olía en esta columna hace poco, ésa que terminaba: “Por favor, no hagamos política de una muerte tan pequeñita”. Y no es que uno tenga un olfato superdotado, qué va, más bien lo contrario. Lo que pasa es que la porquería apesta desde bien lejos, no digamos ya cuando la tenemos al lado, es un olor muy fuerte y muy nauseabundo, de modo que así cualquiera presume de nariz. El PSOE jaení ya está utilizando electoralmente la muerte del niño. Y no les revienta la cara de vergüenza ni se les seca el pecho de escrúpulos. Lo mismo ocurriría si los populares estuviesen en la oposición. Qué leche, los populares y hasta los del Partido de la Gachamiga, si existiera. Porque a estas alturas, con lo que llevamos visto, no hace falta que nos juren que los políticos son de una raza despiadada capaz de rebañar un voto hasta en las entrañas más putrefactas de sus ideologías, ésas que ya no tienen porque las cambiaron por un cargo y un sueldazo. Vale que al enemigo ni agua, pero no manoseando tragedias y exprimiéndolas en beneficio propio. Si fuésemos inteligentes, estas actitudes lo que deberían es quitarles votos. Verías como así se volvían menos desagradables.

11.11.05

Ahora os lo vais a comer doblado

Da un poco de asco verles cómo se agarran a la Constitución los que no la votaron porque estaban convencidos de que en dictadura y sin derechos para todos se vivía mejor y lo demás iba a ser un sin dios, una orgía, un libertinaje. Es como el que se queja y protesta porque le van a poner un burdel cerca de casa y después no hay quien lo saque de allí. Ahora no se les cae la Constitución de la boca y parece que en la escuela, en vez de enseñarles pa, pe, pi, po, pu les enseñaron de, mo, cra, cia y es con lo único que se quedaron. El libro con el que se limpiaron el ojete en su día es ahora su Biblia y la tienen en un altarito, sobre almohadón de terciopelo, dispuestos a invocarla y jurarla por encima de todo. Dirán: ¿No queríais esto de la soberanía y las libertades? Bueno, pues ya lo tenéis, y ahora os lo vais a comer doblado. Creen que se cargan la religión católica en los colegios y ya están pegando constitucionazos a diestro y siniestro, se espantan por la desmembración de España (¡viva!) y se lanzan a buscar impedimentos entre las páginas sobre las que escupieron. Los escupitajos secan pronto en el papel. Bajaron la mano derecha para ponerse la Constitución en el sobaco.

10.11.05

Por más que te empeñes

No me digas que, tal y como pudimos leer ayer en este periódico que nos vio cometer las primeras nonas, siguen existiendo los Montes de Piedad. Ay, la leche, eso se avisa antes. Yo creía que las casas de empeños se habían extinguido como se extinguieron los chicles bazoka y las lavativas de jabón casero. Pues no, cucha tú. Al quitarse del nombre eso de “...y Monte de Piedad” para ponerse CajaSur y La General, pues suponíamos que también se habían cargado tan bello servicio. Cuánta ignorancia. En Jaén es CajaSur la que queda aceptando empeños, la caja de los curas, y en eso se nota su labor evangelizadora. En cuanto acabe con la columna de hoy me cojo unas perolas que tengo sin estrenar y me voy a la Carrera de Jesús, a ver si saco para una chaqueta de pana, que tengo ilusión. Luego las recupero, ¡y a vivir! Lo gracioso es que a estas operaciones se les llama “préstamos pignorados”, eufemismo muy útil de cara al vecino, porque no es lo mismo ir a empeñar el sortijón del chacho que acudir a pignorar una alhaja heredada de tu abuelo. Tanto si empeñas como si pignoras, tieso estás; pero ya digo, la cosa cambia. Gracias, Diario JAEN, por arreglarnos la vida con tus informaciones.

9.11.05

Si las palomas supieran leer...

Ay, palomas de la capital jaenita, palomitas de porcelana y piquitín, huid de aquí echando leches, que os van a matar, que os van a trampear con jaulas y cebos y os van a echar de comer a los buitres, a las águilas, a los pajarracos hospitalizados en el Quiebrajano, que dicen que sois muchas, millares, y que podéis pegarnos lo que no tenemos, amén de cargaros la arquitectura añeja de la ciudad. Palomas, palomitas, palominos... Colombas del parque, aviadoras urbanas que asentís humildemente nada más tocar suelo, os llaman “ratas de tejado” cuando se cabrean con vosotras y os llaman “pájaros de la paz” cuando quieren ponerse cursis, porque mira que se ponen cursis, más que un repollo con lazo. El problema es que cagáis mucho, y como ahora nos pilláis un poco acojonadillos con lo de la gripe aviar, pues incluso Izquierda Unida os quiere liquidar, esa Izquierda Unida que es capaz de partirse la cara con quien sea por salvar al cernícalo primilla y otras aves de las que no comen productos Risi en nuestra mano. Pobre paloma, ya no sólo te equivocas para Alberti y confundes faldas con blusas y demás cipotadas, ahora también eres un peligro para los hijos del marinero en tierra.

8.11.05

Venga: o don Juan o Juanillo

A ver, no se trata de que “les guste o no les guste a algunos periodistas y dirigentes del Partido Popular” los 3.887 euros y la casa hipotecada que el Manuel Chaves ha declarado poseer, como único patrimonio personal, en el Registro de Bienes de la Junta de Andazarrías. No es una cuestión de gustos, sino de fe. Y eso, aunque fuera la pura verdad (que lo mismo sí, pruebas para afirmar lo contrario no tiene este columnista), es que no se lo cree ni dios, por la sencilla razón de que hay verdades que están diseñadas de nacimiento para desconfiar de ellas. Por otro lado, a ver qué haríamos los andaluces con un presidente tan pobretón que, después de tantos años ocupando cargazos, no ha juntado un duro para la vejez: ¿tenerle lastimica?, ¿ayudarle un poquillo entre todos para que llegue a fin de mes?, ¿regalarle la ropa vieja que ya no nos ponemos? Venga, hombre: ni tanto ni tan calvo, o don Juan o Juanillo. Se me viene ahora lo que dijo esta Feria de San Lucas el concejal Miguel Segovia en una entrevista que le hicieron en Radio Jaén el Manuel Palomo y la Concha García: que él llegó a la política fumando cigarrillos y sale (cuando salga) fumando puros. Eso, eso sí que es creíble.

7.11.05

Porque la venganza no llora

La muerte accidental de un niño es un hecho demasiado duro para culpar a alguien. Seguirá la existencia de los que a duras penas vamos quedando, el devenir político, las celebraciones, las columnas en los periódicos, las misas diarias, el sol, las enfermedades, los discursos... Y el chiquillo seguirá muerto y reviviendo en los que le querían. ¿Negligencia? ¿Dejadez? ¿Imprudencia? Puede que sí. Pero yo no me atrevería jamás a decir que Cristian murió por culpa del Ayuntamiento de Jaén, mucho menos por la de tal o cual concejal. Al niño lo mató esta perra vida que nadie vigila ni asegura. Las lágrimas que se vierten no vengarán, porque la venganza no llora. Sí la sed de justicia, eso sí. En cualquier caso, si se inauguró o no la pista deportiva de La Glorieta, si se entregaron o no las llaves a los vecinos y si éstos hicieron o no uso precipitado de las instalaciones municipales son eventualidades en las que se oculta la fórmula aleatoria del puto destino, que maldita la gracia. Tras ello viene la obligatoriedad tristísima de prevenir más tragedias como la que ya hemos tragado y aún nos amarga el paladar vacío. Pero, por favor, no hagamos política de una muerte tan pequeñita.

4.11.05

Malditos sean los Lumière

Qué tostón los cortometrajes jaeninos que nos echaron el miércoles, qué poco se esfuerza ya el Iznaola a la hora de traernos lo que merecemos, qué cascajo de proyección oscurienta y de sonido zambombo, qué historias más pestiñamente contadas, cuánta cursilada y moraleja, qué actorcitos recitadores, ¿para eso nos reclaman, para aburrirnos hasta el bostezo que te vuelve del revés como un calcetín, con lo difícil que es ponerse otra vez bien? A ver, jóvenes cineastas del terruño, yo no digo que empecéis de mariocamus, pero córcholis (o sea joder), menos ver “Metrópolis” y más atención al espectador, porque, o no te enteras de qué diantres te están contando —si es que te están contando algo y no se trata de un vicio solitario con “acción” y “corten”— o las historias son tan sosorras, tan mascadas, que malditos sean los hermanos Lumière y la madre que los trajo al mundo. Si acaso, salvemos el corto “Pidan que los niños viajen solos”, con el que al menos te ríes, esto es, te provoca sentimientos. No me extraña que los chavalitos presentaran sus trabajos diciendo que íbamos a ver una cosa “muy rara”. Mejor hubieran dicho “coñazo”, tueste puro, para terminar de curarse en salud.

3.11.05

Jaén, el Paraíso Interior taoísta

Hace unos días me informaron en Córdoba de que algunos turistas extranjeros llegan allí diciendo que han estado en Yin, y, tras echar las risas que la cosa merece, me dio por pensar que tal vez vivamos en la provincia más cósmica de Andalucía, toponímicamente hablando, y que habría que explotarlo para que hosteleros y hoteleros pasen menos berrinche por la poca chicha que suelen sacarle al visitante. Si Jaén se pronuncia Yin en casi todos los idiomas no cristianos, hagamos del Yin un Yang, mitad por mitad y a tocateja, y vendamos con gracia y desparpajo la fuerza pasiva y machihembrada del universo que constituye el tao, para lo cual nos va a ayudar mucho eso que ya tenemos tan engurruñido y polvoriento de Paraíso Interior, asegurando que todo ese rollo chinesco resulta que está aquí, pegadico a Despeñaperros, y que no nos habíamos dado cuenta hasta ahora porque somos muy borricos. Sonará a ida de olla, pero es que lo sensato está demostrado que no funciona para sacar a Jaén (Yin) del quinto coño. Timos así e incluso peores se dan y se alquilan todos los días, y tragamos con gusto, así que menos escrúpulos y más promoción, que no sólo de hoyos con pringue vive el yiennense.

2.11.05

Los esqueletos hacen el cocido

Se cantaba en mi barrio una cancioncilla infantil de mucho chiste, que, sin embargo, había que entonar con voz engolada, con voz de dar susto: “Los esqueletos salen de sus tumbas, se tiran cuescos y todo retumba, tumbas por allí ih ih, tumbas por allá ah ah, tumbas, tumbas, jajajajajá...”. Y también decía: “Los esqueletos hacen el cocido con la cabeza de un recién nacido...”, pero bueno, eso es meternos ya en gastronomías demasiado exóticas y tal vez no muy gratas al buen gusto. Éste de los Difuntos es un día que siempre me ha complacido, yo enciendo mi palomica flotante en aceite de oliva virgen extra, sin usar, que luego apesta la casa a fritanga de boquerones, y me pongo en la mesa un crisantemo fresco, el cual acaricio con voluptuosidad. Por la mañana voy al cementerio y después al mercado, dos lugares donde mejor se le toma el pulso y el cariño a las ciudades, y luego, por la tarde, tengo cita todos los años con unas señoras mayores que huelen a Maderas de Oriente y que, sin quitarse el bolso del regazo, convocan ánimas sin ojos alrededor de una mesa, de un anís y de unos huesos de santo que saben a “La Deliciosa” y a podredumbre lentísima. Oih, me lo paso más bien...

1.11.05

En los siglos de palacio

Menuda tunanta está hecha la familia real española, ¡no sabe ná! ¿Pues no que se han tirado meses diciendo que ignoraban qué traía la criaturita de Letizia y Felipe entre las piernas? Ya, ya... Ignoraban... Me da a mí que era porque ya sabían que nacería una nena, y eso, en una monarquía moderna, o sea de adorno caro, es mejor que la plebe lo conozca cuanto más tarde mejor, aunque sólo sea por ahorrarse un tiempo la calentura de cabeza que suponen los debates entre feministas, monárquicos, revisionistas de la Constitución y cuchufletos coñones de lo serio y establecido. Un varón lo hubiese hecho todo más fácil, mucho más reaccionario. Donde se ponga un chorri... Pero como ha sido nena, a fastidiarse y a demostrar (es su gran oportunidad) que la monarquía es capaz de adaptarse a los tiempos y que no es un absurdo ni un gasto tonto ni una institución retrógrada e intolerable en la sociedad moderna, como pensamos algunos en este juancarlista país, ¿o es usted de los que creen que aquí todos babeamos con la realeza por costumbre genética? Seguro que no. En cualquier caso, niña o niño, de momento lo que tenemos es una boca más y otra llantina en los siglos de palacio.