31.1.08

Despacho

Cójanse el Diario JAEN de ayer, hagan el favor. Lo tienen ahí, en la mesilla de al lado del mueble. Ah, que ese es el del lunes. Pues miren si no encima del radiador, que ahí lo suele poner la muchacha. ¿Es ése? Ayer fue miércoles 30. Ahí está. Vale, abran por la página 38. Cucha la cantidad de chominaícas que tiene el Rey encima de su mesa de despacho. Y lo pelaílla que está de papeles, que los que hay son así como de adorno y porque ha venido el nene de Asturias a darle la vara con la agenda de trabajo y esas cosas, lo mismo también a pedirle treinta euros para un mp3, que es su cumple y dicen que Juan Carlos I se estira poco. Esa colección de menudencias, así tan bien ordenadas, habla de cierto vacío en la personalidad del monarca o de una tetritis aguda, cualquiera sabe. Los psicólogos dicen eso. Y junto a la mano izquierda le asoma una especie de copazo en plan tubo tallado, seguramente para el agua. Pero lo que me ha llamado más la atención es lo que se ve por encima de la cabeza de Felipe, hacia la izquierda, junto a un velero de esos de conchas cutres. ¿Ese no es Franco? A ver, está lejos y no lo podría jurar, pero yo para mí que… ¿Ese no es Franco? No, si no pasa nada, pero… ¿Ese no es Franco?

30.1.08

El cacique

Pero si toda campaña electoral es una cacicada, hombre, y una compra de votos, cucha tú el Aznar, qué luces. ¿O qué se creen los políticos, que ahí en sus estrados y en sus actos y en sus cosas los vemos siempre como a príncipes de la honradez, la democracia y la santidad? Pues no: unos cacicorros, unos vulgares y palabreriles cacicorros. Las promesas electorales son una compra de votos, aunque después se cumplan, o precisamente por eso, porque después se cumplen. De lo contrario, el cacique perdería caciquismo y llegaría un momento en que sus cacicadas sólo se las creería su gato, que es más bien tonto y vota en blanco. Una promesa incumplida es una mentira cochina y pelada, una promesa cumplida es lo que te debo por haberme votado, toma, estamos en paz. Mas, ya en el poder, se llevan a cabo empresas y medidas que ni se mentaron en las campañas, con el supuesto consentimiento del ciudadano, que así puede salir a la calle a millones protestando: ellos ni se enteran. El PP ha adoptado la consigna de llamar cacique al enemigo (“llamadles caciques, llamadles caciques, que verás cómo chinchan”) y con eso han descubierto el mecanismo de un clip y la oratoria del percebe.

29.1.08

Vote al PP

Estamos todos muy preocupados por La Bolsa. Últimamente nadie, nadie sale a la calle a sus quehaceres sin haberse informado antes de la buena o mala cara de sus finanzas. En los bares hay un silencio y una apatía que bien denotan esa situación del ser humano cuando sus caudales y patrimonios reposan en cubetas agrietadas. Hay crisis. Lo ha dicho alguien y por eso es tan cierto o más que cualquier verdad irrebatible: hay crisis. Y la crisis nos afecta a todos. Por ejemplo, pongamos que usted necesita un peine. Pues bueno, bien, vaya a comprarlo, se trata de un artículo de primera necesidad, a ver, no va a ir usted al trabajo con esos pelos; pero, ojo, a ver qué peine se compra usted y, sobre todo, qué consecuencias le puede acarrear su peine al Ibex 35 y al Nasdaq, índices que ni de coña se quedan impávidos ante la perspectiva de un peine más o menos caro. Modelos de peines hay muchos y ahora no conviene despilfarrar. Después del 9 de marzo ya verá qué bien, pero de momento la ciudadanía (toda) tiene que saber que la economía española no está para bailoteos. Lo estará si vota usted al Partido Popular de España. Esto será una discoteca si vota usted al Partido Popular de España. Palabra.

28.1.08

Nestares y Montané

Mujer, Cristina, jamía, pues claro que el Montané ha gastado más que tú en festejos, eso lo hemos visto todos, no hace falta estar encima de las cuentas de la concejalía de Cultura para suponer que, si mama nos daba choped y papa nos da chuletón, mama es más agonías que la Carrasca y por eso nos vamos con papa, que reír y aplaudir en la mesa siempre estará mejor que recordar todos los días al difunto tito Diego mientras le damos cuarenta bocados a un cañamón. Cucha qué triste. El color hay que pagarlo y tú nos tenías en blanco y negro, reconócelo, sin contraste y sin brillo y sin volumen. Comparadas con estas que hemos tenido, tus navidades eran un mierdón. Y no me quiero ni imaginar la inauguración que le hubieras hecho al teatro de tu Infanta: corte de cinta, zambombazo de hisopo, cabezazo a la monarquía (eso el PSOE también, ¡rajaos!) y hale, para acabar, alguna amiga tuya en el escenario pegando chillíos jaenerísimos. Tú eras muy melenchona, Nestares, perdona que te diga. Es verdad que la tengo tomada contigo y no te suelto ni en la oposición, pero, aparte de eso, tú es que eras muy melenchona en tus festejos y tus culturas. Y se te olvidó que el pueblo agradece mucho el opio. De siempre.

25.1.08

Hace falta ser...

Mira, vamos a ver, joé, ya está bien, que uno ya ha pasado de asombrarse a que se le pongan las tripas negras: a tomar mucho viento la tolerancia y la comprensión y la misericordia y el comedimiento y la madre que parió a todos esos conceptos sentimentales que, por otra parte, no se merecen estas gentes que siguen cayendo en el timo de la estampita, como el otro día volvió a ocurrir en Jaén, en plena plaza de la Constitución. Hace falta ser…, ser…, ser…, maldita sea, si es que no hay adjetivos, si es que ya no puede haberlos, ¿qué hace falta ser para entrar al trapo de un engaño que es más viejo y está más visto que el hilo negro y que el mear y que el rascarse? Pues mira, sí, hay adjetivos: hace falta ser rematadamente avaro, codicioso hasta la extenuación y mezquino para que a uno se le borren los signos de alerta que da la inteligencia y te quieras aprovechar de un “tonto” que viene cargado del más tópico de los timos en forma de billetacos. Benditos profesionales los timadores callejeros, leche. Qué oficio más solemne. Y bendito el inventor de la “estampita”, que no sé quién es pero su patente merece un monumento. Las víctimas son los verdaderos delincuentes, además de cipotes perdidos.

24.1.08

El teatro en llamas

Oye, pues habría estado bien que el nuevo teatro hubiese ardido el martes pasado, cuando un foco quemó una cortina. Sin desgracias personales, claro. Pero qué chulo, qué romántico, qué operístico… ¡La catarsis! Un colosal incendio en Jaén, como el Liceo de Barcelona y esas cosas que llenan la historia de rico olor a zorruno culto. Una hoguera de retardos con jóvenes musas de tramoya y bambalina echando leches a otra parte, entre el humazo y las pavesas, que nunca faltan, menudas son. Y mira que me gusta cómo ha quedado el nuevo espacio escénico, yo creo que todos estamos satisfechos, nos lo merecíamos; mas no olvidemos que ese teatro está maldito desde aquella primera piedra que pusieron hace más de diez años jurándonos que lo disfrutaríamos en un pispás. Creíamos que, tras las vicisitudes y trabas pasadas, el mal fario había culminado con la espuerta de agua purificadora que les cayó a los Príncipes asturianos, desluciendo astracanes, pero ahora vemos que la mala suerte continúa, como si tal cosa, realizando sus labores de costurera ciega. Por cierto, ¿se bendijo el Infanta Leonor en su inauguración? ¿Eh, se bendijo? Verás tú que va a ser eso, que no se bendijo. Estos rojos…

23.1.08

La subsede de la UP, nenes

Qué leche pasa con la subsede de la Universidad Popular, esa de cuyo nombre tan rarote no me acuerdo y (como decía Umbral) tampoco me voy a levantar ahora a mirarlo. El anterior equipo de Gobierno municipal inauguró el edificio, sito en las juderías que en realidad no tenemos, cuando la luz eléctrica que lucía era sólo de obra, vale, un pegote nestarino; pero, ¿tanto cuesta hacerle unas rozas y meterle unos cables en condiciones y unos interruptores como dios manda? ¿Quién no quiere que se ponga en funcionamiento? ¿A quién no le conviene? ¿Hasta cuándo? ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Qué hora es? Las dos y veinte. Gracias, me voy a echar un vinito. De nada, que aproveche. Ah, no, perdón, que tengo que seguir escribiendo y malmetiendo. Bueno, como usted quiera. A ver si se nos va a encallar la subsede, que eso pasa mucho aquí, y tenemos un centro público ahí muerto de risa y de chuchurria por aquello tan bonito de la dejadez municipal, instruyendo ratas en talleres de sombra, tejiendo telarañas y conferencias para los fantasmas que sin duda alberga. Yo sé que no mola sacar esto ahora y recordarle a la gente esa caquita parada, pero a ver qué le vamos a hacer: la vida es tan dura a veces, tan inoportuna…

22.1.08

Foto fija: votante socialista

Aquilino Cellote Morrajo, pensionista, nacido, criado y residente en cualquier poblacho andaluz perdidillo entre sierras, decide una mañana que ya está bien de escardar pimpojos por hoy y que se va a sentar a comerse su tocino y su lata de atún antes de echar medio sueño y liarse después con las bocarras, que este año vienen folloneras y dan quehacer. Al caballero nunca le falta su transistor en el bolsillo grande de la pelliza, que le gusta a él desayunar sintiendo las noticias y esas músicas modernas de los huevos. Abre la navaja, saca el tocino, conecta el aparato y empieza a comer justo en el momento en que el locutor, con un fondo de tirulirulí noticiero, dice: “El presidente de la Junta de Andalucía y candidato socialista, Manuel Chaves, ha prometido que si gana las elecciones…”. Aquilino deja de masticar y aguza la oreja. Las pensiones —piensa ilusionado—, nos van a subir las pensiones. Pero la noticia prosigue: “todos los andaluces tendrán derecho a un mega gratis de conexión a internet”. El señor Cellote, con la quijada paralizada, pestañea insistentemente. Vamos a dejarlo así, en una foto fija de votante socialista de toda la vida. Pueden ustedes mirarla y admirarla el tiempo que quieran.

21.1.08

Como uno más

El ex presidente de Endesa y ahora fichaje estrella del PP, Manuel Pizarro, ha prometido que va a sudar la camiseta “como uno más”. Curiosa declaración de principios, oye. Porque a ver quién se cree este que es para subrayar eso de “como uno más”. Aparte de millonario, digo. Lo del “como uno más” lo decían mucho los periodistas pelotas del príncipe Felipe cuando estaba estudiando allá en sus juventudes: “Su Alteza Real el Príncipe de Asturias acude a los comedores de la academia tal y cual como uno más”. Pero, que se sepa, el Pizarro este no es más que un príncipe de las finanzas, sus millones no le dan trono y por más camisetas de marca que lleve, verás tú como, sudarlas, lo que se dice sudarlas, no las suda. Los ricos no sudan: transpiran, al igual que no conocen el hambre, sino el apetito. O espérate tú, que lo mismo el maromo ni lleva camiseta, ya se sabe lo procaces y libertinos que son algunos finorros de riñón bien cubierto. Lo que está claro es que al decir “como uno más” estás rebajando al personal del sitio en el que, como uno más, te vas a meter. “Yo soy un señor sobradamente acreditado, pero, ya que me tengo que rodear de gañanazos, seré un gañanazo más para no señalarme”.

18.1.08

Las fauces del PP

Para el Partido Popular de España, en el centro no cabe Gallardón. Y se lo carga. Gallardón es un rojo, Gallardón le cae bien a los progres y a los Bardem, Federico Jiménez Losantos no traga a Gallardón, Gallardón ha casado maricuelas y maricuelos, qué díscolo es Gallardón (y con ese apellido, para más inri, que es el aumentativo de un pecado terrible y tenaz), Gallardón no se revuelve contra la amenaza a la familia ni le da tres besos al anillo de Rouco Varela, sólo le da uno. Ahí está el PP que quiere volver a gobernarnos, ahí lo tenemos, está en echar a Gallardón, un personaje con el que uno comprende que, pese a todo, la derecha en España podría ser hasta recomendable, más que nada por no oler a rancio. Cuánta gente habrá brindado y gritado “¡tomaaaa!” por la orfandad de Gallardón. A pelarla. Esperanza, Mariano y los Acebes se han puesto en el bordillo de la acera política como esas señoras que se hacen fuertes en las cabalgatas y en las procesiones para que por allí no pase ni dios. A Gallardón lo votan la mayoría de los madrileños y el PP ha sido capaz de eliminarlo, ha sido capaz de sacrificar votos por ejercitar sus fauces, el aparato de venganza, su vil garrote democrático.

17.1.08

Vamos al lío

Disueltas las Cortes como sobrecillo de paracetamol o, en su defecto, de Mucosan granulado, vamos al lío. Que levante la mano quien quiera que gane Zapatero. Bien. Que levante la mano quien quiera que gane Rajoy. ¡Halaaaa! Bueno, bien, vale, bajadla ya. ¡Bajadla! ¡Que la bajéis, leche, que ya nos hemos enterado! ¡Que sí! ¿Será posible? ¡Orden, orden! ¡Pero qué guirigay es este, por dios! ¡Tranquilos, he dicho “guirigay”, no linchéis al extranjero! ¡La familia está a salvo, ese hombre no tiene culpa de nada! ¡Atrás la ultraderecha! ¡Guardias! Se trataba de una encuestilla a ojo, por hacernos una idea, ¡no lo llevemos a estos extremos! ¡Orden, orden! ¡Esas banderas tienen el palo muy gordo, cuidado! ¡Y un pollito bizcotur, o sea de mirada aviesa y malencarada, a más de bisoja (C. J. Cela)! ¡Por favor, abrid inmediatamente esa puerta! ¿A quién se le ha ocurrido encerrar a los que han levantado la mano con más ganas de Zapatero? ¡Pellizcos no, pellizcos no! ¡Ese obispo, que se baje de la rama, por el amor de dios, que hay señoras! Una, grande y libre, sí, todo lo que queráis, ¡pero dejad en paz a ese pobre rastafari que pasaba por ahí sin meterse con nadie! ¡Orden, orden, orden! Vamos al lío.

16.1.08

Es que es largo

Pero a ver, de verdad, en serio: ¿alguien se creyó alguna vez que porque al aeropuerto “Federico García Lorca” de Granada le pusieran también “y de Jaén” esta tierra iba a ser codiciada turísticamente en todo el mundo? ¡Laírgen qué infelices, nene! Eso es tener más fe que Manolete, que se tiró de un avión pa’coger un platete. Ji ji, qué gracia tengo. Ayer, este diario que nos vio menear las patitas por primera vez nos contaba que sólo una compañía aérea mete el nombre de Jaén en sus billetes cuando te lleva a Granada, y que las demás lo omiten en todo: planes de vuelo, páginas web, agencias de compra… Eso se veía venir. Aquí algunos ya manifestaban sus albricias por semejante tontuna, mientras que otros no es que lo viéramos oscuro, sino que lo veíamos largo: Aeropuerto “Federico García Lorca” Granada-Jaén. ¿No han visto ustedes la cantidad de abreviaturas que se utilizan en esos billetes de vuelo? Vamos, como para incluir Jaén; dirán las compañías que a ver si van a necesitar ahora una pancarta para imprimir sus cosas. Jaén no tiene aeropuerto y ya está, no es ningún drama. Lo chungo es estar de prestado. Aquí, una de dos: o pasamos con el “ea” o nos acomplejamos como cipotes.

15.1.08

Karames, el actor

Y qué me dicen de la actuación de Miguel Ángel Karames en la segunda, más seca y menos monárquica inauguración del teatro, el sábado, recitando a Gabriel Celaya a modo de prólogo al quejío tremendo de Carmen Linares. Estuvo grande, el gachón, soberbio, que se dice. Nos rizó los pelos de la sangre. Porque ser actor es fácil, basta con que la gente te haya visto por la tele y lo sepa; pero ser un buen actor, un actor de raza, sólo se logra cuando, pese a la distancia, allí subido en los arribotas del “Infanta Leonor”, el tío miraba directamente a los ojos del público, que son los tuyos propios y los de cada uno, un solo ojo compuesto de muchos. Para hacer eso hay que ser y saber, además de estar y sentirse. Karames es de Jaén, pero no un aficionado, mira tú por dónde: se formó en Sevilla y lleva años en lo suyo (también como actor de doblaje), pateándose los viajes a ninguna parte de los escenarios, tanto españoles como internacionales: ver su Otelo, de la compañía “Cámara negra”, que obtuvo en 2003 el Primer Premio del XIX Festival Theatertage Am See de Friedichshafen (Alemania), entre otros muchos. Ahora lo tenemos aquí, currando, y hay que aprovecharse del lujo, tan inmerecido a veces.

14.1.08

Viva España

Que sí, que ya sabemos que España no es más que el nombre de la península esta en la que habitamos, y que el “viva” es una expresión con la que se desean gracias y preces y larga vida a algo o a alguien, que debemos amar a nuestro país y sentirnos orgullosos de él y todas esas chorradas que nos cuentan; pero eso de que la letra del himno nacional comience con “viva España”…, Ay, no sé yo: la frasecita nos trae al plato de la democracia un mondongo revenido, mohoso y pesturriante. Decir aquí “viva España” es mentar al demonio, eso no se le escapa a nadie, no me digan que no. Después, la letra del himno más o menos se mantiene correcta, sin pillarse demasiado los dedos (pelín cursi, si acaso), pero el arranque de la coplilla patriótica encoge escrotos y dan ganas de ponerse a quemar papeles y carnés comprometedores. Que queda aquí mucho facha todavía, hombre, y encima reproduciéndose, una condena. ¿No hubiera estado mejor “anda España” o “amo a España” o “cucha España” o algo por el estilo? ¿Qué tal un “lailo España”, que, además de no asquear, pone de manifiesto nuestro rico folclore? Dios me libre de quedar como un mal patriota, pero es que la patria me la suda mucho.

11.1.08

Laírgen con el teatro

Vaya un cachondeo con la inauguración del nuevo teatro. Tres fechas llevamos ya, espero que la de hoy sea la definitiva. Ganas de marear, leche. Y al final “Infanta Leonor”, ¿no? Ay. Rajaos, que sois unos rajaos. Lo gracioso es que, después de diez años de proyecto y obras, ahora hay que inaugurarlo con el culo entre dos manos, improvisando a calzón quitado. Y todo porque vienen los papás de la niña. Claro, si el teatro se llega a llamar “Miguel Hernández” a ver quién va a venir de importancia a descubrirle la placa a un rojo poeta asqueroso que se murió de frío en la cárcel. Mejor el par de príncipes, que verás tú la plebe lo contentona que se pone. Socialistas de chichinabo, populacheros monarquiquillos. El Montané ha terminado pasando por el aro pelotero y oportunista de la Nestares. Y todo, repito, porque, de improviso, la Casa Real ha dicho “oye, que van los nenes”. Verás ahora cómo las agendas del Chaves y del Zarrías se adaptan perfectamente. Qué repetido, manido, sobado y babeado está todo esto de la política que parece para el pueblo pero es para los políticos. Y a ver qué es eso de “Nuevo Teatro Infanta Leonor”, ¿es que hemos tenido un “Infanta Leonor” antiguo? Vísteme despacio, que tengo prisa.

10.1.08

Un poco simpático

Qué graciosos los del Partido Popular cuando les preguntan por la posible derogación de algunas leyes zapaterescas si llegan al poder el próximo 9 de marzo. Están ahí a dos patas cojas, que ni sí ni que no ni que todo lo contrario, o sea, puede, pero no puede, ni posible ni imposible, más bien incierto, pero no inseguro ni improbable. Ni siquiera el dinosaurio Fraga habla de derogar los divorcios exprés y los matrimonios homosexuales, sino de “reconsiderar”, que es verbo más diplomático, pero que quiere decir que si el PP retoma el Gobierno de España los homosexuales se van a tener que casar en sus cocinicas, de mentirijillas, y los divorcios volverán a la lista de espera, como las operaciones esas tan sencillotas de tumores cerebrales y demás menudencias. Los derechacos se saben rodeados cada vez más de la morralla progresista, saben que incluso esa morralla toca y pertenece a una parte considerable de su partido, y han decidido atarse corto el conservadurismo hasta alcanzar el objetivo electoral que, más que ansían, codician. De la movida de los obisporros es como si no se hubieran enterado y así va jugando el PP a ser un poco simpático mientras se aguanta una mueca siniestra.

9.1.08

Suplicando piedad

Bueno, pues ya hemos echado a patadas a los pobres de nuestra mesa, ahora vámonos a las rebajas, que, como no nos demos prisa, se llevan lo mejor y nos dejan lo hortera y lo rotoso. Nuestras abuelas han sobrevivido a un año más, gracias a dios, seguimos teniendo pensión, que no te quiero contar el pellizco que se nos pone en el pecho cuando cada fin de año salen con eso de que será el último, dame un besico, Juanramón, y tú también, Anamaría, ni que estuvieran mal cuidadas, con la de veces que las sacamos al sol para que estiren la gaita, como los caracoles. Con el hígado fosforescente y el estómago suplicando piedad, ya estamos pensando en las lumbres de San Antón, cuatro peos y un follón, que Pascuas son si nos deja esta año el gripazo que viene con lanza, armadura y partes de baja, esa gripe que se nos enchula cada vez más porque se alimenta de globalización y cambio climático, primo de Rajoy, y cualquier día nos da nuestro merecido descanso, pero el de verdad, no el del escaqueo por cuatro mocos. Yo a enero nunca le he visto la cuesta, yo a enero siempre lo he visto como a un señor con el traje un poco ajado que se arregla la corbata antes de dirigirse a su jefe por lo del aumento de sueldo.

8.1.08

Las luces del Montané

Resumiendo: pedazo de Navidad nos ha montado el Montané, concejal de Cultura de aquí del pueblo. Las cosas como son y como son hay que mentarlas, mire usted. Ya se oía por ahí que a ese hombre le pirraban las lucecicas y el guirnaldeo, que le dabas un papel y al momento te hacía un farolillo y te lo colgaba de la oreja, pero no sospechaba uno que fuese la cosa para tanto. No contento con su castillo puticlub y sus uvas de lujo, coge y remata con un espectáculo de Reyes como nunca se había visto en este Jaén lagártico y chorra. Nos preguntamos en qué leches estaba pensando la Cristina Nestares durante las navidades pasadas. Al principio suponíamos que a lo mejor era que esta mujer no quería ponerse el listón muy alto, para empezar; luego nos fuimos enterando de que no, de que lo suyo era simplemente sosorrería. Las comparaciones son odiosas, sí, ¿y qué? Pocas veces, por no decir ninguna, había visto uno al gentío jaenés tan asombrado, tan emocionado, tan niño ante el gran espectáculo del 5 de enero en la plaza Santa María, de cuya creación, por cierto, es responsable una empresa jaenita, Ingenia2, la de la Vito y el Pepe. Lo único malo es la Navidad que les hemos dado a los pobreticos grajos.

7.1.08

Los Cañones, por favor

Al equipo de Gobierno del municipio jaeniqui, a la oposición pepera, a los Ecologistas en Acción, a la Junta de Andazarrías, a los vecinos de la zona, a las águilas perdiceras, a los álamos, a los sauces, a los búhos reales: todo lo que vosotros queráis, y más; pero, por favor, que la resurrección del paraje de Los Cañones no se quede en una palabrería de pleno politicastro, que entre todos facilitemos su vuelta a la vida de esta capital con tendencia a encerrarse, que no nos carguemos la jeringa de la inyección de presente que estamos obligados a administrarle a un pasado natural que, cuando vivo y lleno de truchas, nos cargamos a patadas de abandono y desidia. Por fin se habla, maldita sea, de meterle mano a Los Cañones, ese lugar ponteserrano que no hace falta ser muy viejo para haberlo vivido en su vigor y llevar años echándolo de menos. Cadáver a medio enterrar con espuertas de basura y destrozo. Vamos a confiar un poquito en que aquí somos capaces de eso que se llama consenso, sin más gaitas: que el objetivo sea común y las oposiciones, constructivas. Creo que todo jaenita nacido hasta más o menos mi generación tiene un trocito de respiro en Los Cañones. Sirva para algo, hombre. No la caguemos.

4.1.08

Qué tristes, qué tristes

Más respetables que las opiniones son los gustos, yo no digo que no; pero la verdad es que hace falta ser triste —conservadoramente triste— para renegar de la decoración luminosa del Castillo (que yo no sé a quién se le ha ocurrido ir diciendo por ahí que parece un puticlub, qué falta de respeto) y, sobre todo, del llamativo y muy currado espectáculo de fin de año que pudimos presenciar en la plaza de Santa María. Alegan esos tristes que, tanto el Castillo como la Catedral jaenitas, ya son lo suficientemente hermosos y que, por tanto, no hace falta aderezarlos con nada. Para pensar esto, ya digo, hace falta ser muy triste, triste hasta la murria y el chuchurrimiento, hasta el bostezo triste. Porque normalicos ya tenemos todo el año esos dos monumentos y a nadie se le va a caer el pitillo de la estética ortodoxa por el hecho de que en Navidad le coloreemos un poco la cara a la abuela, que está pajiza. Seguramente esos tristes son los que en Nochebuena se cenan una tortilla francesa, llaman a su hermana la de Tarragona para contarle catarros y se acuestan. Qué tristes. En vez de pillarse un cogorzón y salir a hacer el gamba con las bragas en la cabeza y una panderetilla jaleosa. Qué tristes, qué tristes, qué tristes.

3.1.08

Pañuelos de tela

A ver, voy a arrancar como un columnista de los de verdad: En estos tiempos en los que la sociedad española está experimentando profundos e importantes cambios que afectan positivamente a su libertad y legitimidad para amar, vivir, decidir y etcétera (a partir de aquí ya vuelvo a ser el cantamañanas de siempre), la Iglesia católica se queda entre nosotros como ese abuelo, más pepinico que cebolleta, que estuvo en la División Azul, habla de Fraga como “ese muchacho” y de cada cinco frases que pronuncia, seis son “con Franco no hubiera pasado esto”; ese abuelo que todavía se suena con pañuelos de tela y con los mismos pañuelos se limpia la boca comiendo, que está convencido de que la nieta es una puta, por cómo viste, y su novio un mariconazo, por el pendiente y los pelos; que se la lía a los vecinos antes de que abran la boca y todos los días le ofrenda una rosa de polvo a su memoria gloriosa. La Iglesia católica estorba, o sea, y si no la escondemos cuando vienen visitas es porque se pone hecha un basilisco y es peor. No ha cogido el paso ni quiere cogerlo, está en sus siglos, en sus severas supersticiones. Un abuelo sentado en el parque esperando al barquillero y al que ignoran las palomas.

2.1.08

Las uvas pasadas

Exitosa y enorme la ciudadanía jaenita (o jaenense, como parece ser que quiere sellar el Gobierno municipal reinante) la noche del treinta y uno de diciembre del año pasadísimo en la plaza de Santa María. No sé qué función asumía una tilde en el “nó” de unas de las pintadas que proyectaban en la Catedral (“Nos vemos en Jaén. ¿Dónde nó?”), pero bueno, no seamos chinches, o al menos no demasiado. Había cierto temor, algún canguelo, por si al despliegue de luces, sonido y fuegos artificiales los acompañaban cuatro gatos y alguna que otra rata temeraria que no tuvieran más que hacer que comerse las uvas a la intemperie, pero quita tú ahí: quedamos ante Canal Sur como un pueblo jolgoriante, entregado, champanero. Era como una salida de Nuestro Padre Jesús de los Descalzos, pero metida en serpentinas y a destiempo. Esa tilde en el “nó” era una cosa absurdísima, mas al Montané de las culturas se le veía contento y la alcalda Puri nos sacó bebercio de su bolsillo para celebrar el fiestorro culminado, algo que nunca olvidaré, aunque me obliguen, aunque me peguen. La tilde seguramente se les colaría, errores humanos, no echemos a barato la cosa. Las uvas fueron jaenonchas y nos lo merecimos.