23.1.08

La subsede de la UP, nenes

Qué leche pasa con la subsede de la Universidad Popular, esa de cuyo nombre tan rarote no me acuerdo y (como decía Umbral) tampoco me voy a levantar ahora a mirarlo. El anterior equipo de Gobierno municipal inauguró el edificio, sito en las juderías que en realidad no tenemos, cuando la luz eléctrica que lucía era sólo de obra, vale, un pegote nestarino; pero, ¿tanto cuesta hacerle unas rozas y meterle unos cables en condiciones y unos interruptores como dios manda? ¿Quién no quiere que se ponga en funcionamiento? ¿A quién no le conviene? ¿Hasta cuándo? ¿Por qué? ¿Para quién? ¿Qué hora es? Las dos y veinte. Gracias, me voy a echar un vinito. De nada, que aproveche. Ah, no, perdón, que tengo que seguir escribiendo y malmetiendo. Bueno, como usted quiera. A ver si se nos va a encallar la subsede, que eso pasa mucho aquí, y tenemos un centro público ahí muerto de risa y de chuchurria por aquello tan bonito de la dejadez municipal, instruyendo ratas en talleres de sombra, tejiendo telarañas y conferencias para los fantasmas que sin duda alberga. Yo sé que no mola sacar esto ahora y recordarle a la gente esa caquita parada, pero a ver qué le vamos a hacer: la vida es tan dura a veces, tan inoportuna…

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