31.12.08

Ambientador

Hazte a un lado, nena, deja pasar y que se vaya este año de tu culpa, de la mía y de la de nadie más. Déjalo. Es verdad que dan ganas de darle el alto y decirle cuatro cosas bien dichas, pero ya no merece la pena, tampoco es cuestión de ensañarse el día de su marcha. Mira cómo corre el muy cobarde, que casi se sale del siglo. Anda y que le den. Ahora cogemos tú y yo y le pegamos un charipeo a la casa, tiramos los platos y los cubiertos y los vasos que ese guarro ha usado y compramos otros. Eso es. Echa ambientador. Con lo que a ti te gusta echar ambientador… Gasta el bote si es preciso, chiquilla. No es a tabacazo a lo que huele, es a año viejo, a todo lo que se nos ha peído en casa el año viejo, hedor senil, efluvios de geriátrico. También huele a tu risa y a mis silencios, eso no habrá química que lo elimine, ni falta que hace. Ahora nos sentaremos en una terracita de invierno a respirar frío y a beber mojitos hirviendo, a esperar que se alejen los ecos de la huida mientras nos pinchamos las manos con palillos mutuamente y ensayamos otras caras para el buen tiempo. Anda ya, no te cambies, así estás que te partes de guapa, nena, vámonos, deja el balcón entornado, yo apago el calefactor, dónde vas ahora. ¿Que qué cara tienes? La de la vida, niña, la de la vida.

De cañas con la crisis

Suplemento "Crónica de un año"
Ay, la memoria… La memoria. Tantos aconteceres en este año jubileta, tanto Jaén lagártico y fulano en las cosas que nos pasaron y de las que tuvimos que escribir, opinando, día tras día —a ver, qué remedio—, tanto pasado de cerca y a trasmano en el devenir de la actualidad jugosa de cada jornada reseca y olvidadiza… Echa uno la vista atrás y comprueba, otra vez, que es imposible verse el cogote, no hay manera, ¡mira que es difícil!, pero sí el careto pachón del abuelaco que guarda cola detrás de ti para el reparto de la cartilla de racionamiento de la existencia. El abuelaco sí que te ve el cogote, no deja de mirártelo, él sabrá con qué intenciones, si gargajeras, lamedoras, sopladoras o sin intención alguna, simplemente no te lo pierde de vista porque está tonto o aburrido y no se le ocurre otra cosa que hacer mientras aguarda su turno, cuchi qué cogote. Seguimos vivos, aunque no nos lo creamos del todo, y vamos a por más aliento para pasar 2009 con seguridad en los depósitos de la sangre y en los de las bilis, no vaya a ser que este año de mañana sea el bueno, el importante, el triunfal, y nos quedemos a medias y sin más ocupación que la de olisquearnos el ojete con la misma cara desconcertada de siempre, la mismica que se nos ha quedado a algunos este año al comprobar que el Castillo de Santa Catalina no se ha vestido de puticlub, como la Navidad pasada, y en cambio se ha puesto por peineta una estrella cursi de esas que conducen monarquías catetas a los nacimientos imprevistos, el gepeese de la época, por lo que muy poco magos debían de ser aquellos reyes, más perdidos que un choto en el Mercadona. Es lo que tiene la crisis, que, como no hay para lujos, se cae fácilmente en lo hortera, y tan contentos. Porque, permítanme que se lo revele, este ha sido el año de la crisis —también ha sido el año en que el PSOE y la IU del Ayuntamiento jaenoncho se dedicaron a recoger más de mil kilos de cacas de perro, je je, qué cochinos—, de aquella crisis que empezó a balbucear y a hacer así con las manitas sin que nadie la entendiera ni se la creyera y que hoy, ya ves tú, es un amiga de todos y a todos parece que nos afecta de tanto como nos la hacen creer y descreer, según convenga. Raro es el fin de semana que en Jaén no quedamos con ella, con la crisis, para irnos de cañas y reírnos un rato hasta la cuesta de enero, quien la suba sólo en enero, que esa es otra: de la cuesta de los doce meses nadie habla. Un año de teatro nuevo, espléndido y necesario, con nombre marrullero y vendido, erróneo, el año en que se rumoreó la posible marcha por cansancio de Gaspar Zarrías (¡una poooolla!), el año en que Jackie dejó preñada a Brenda en un camping de Andújar y vino Bob Dylan a llevarse un pastón y una garrafica de aceite de cinco litros que seguramente tiró por la ventanilla de la Alsina nada más salir de la provincia de Jaén: “Pero Bob, si eso tenías que promocionarlo”, le dijo alguien de su equipo. “¿Eh?”, respondió él y añadió: “¡Que te acuestes!”. Año de bienes firmados por Zapatero, o eso dicen, y de taxistas enfollinados con los ojazos que jamás antes habían ocupado rostro de concejala ni de Matilde algunas, taxis con la lucecita bermeja de la indignación a los que era mejor no decirles nada mientras te llevaban, porque se ponían muy bordes, ¿se acuerdan de aquellos taxis? Ah, qué tiempos. Los Cañones sin salvar, mugrosos y tristísimos, los patos otra vez en el parque, absurdos, porque mira que son absurdos los patos, la desaparición de “Aquí hay tomate”, los largos plenos municipales televisados, a horas golfas, con sus héroes y sus malandros, con sus callados y sus voceras y con esa lámpara tan feísima, por dios, tan feísima, que hay en el salón de plenos del Ayuntamiento jaenutti, que parece un bicharraco inmune a los insecticidas de las mociones y los discursos cachondorros, agresivos, segovianos, y a los escobazos entre los socios de Gobierno por aquello de los presupuestos municipales que a los Aguilera de la IU no les salía de los huevos aprobar y llamaban “imbéciles” y “travestidos” y hasta “intelectuales” a los que les criticábamos en los periódicos, ¿se acuerdas ustedes de aquellos presupuestos secuestrados por el rojerío de las rebecas abolilladas y las mochilas galapagacas, sin peinar casi siempre? Cómo no se van a acordar. Repito, y aún con más gustazo: ah, qué tiempos, qué tiempos. Aquéllos sí que eran tiempos, no me digan a mí que no, porque sí que lo eran. ¿Y la presa del Eliche? ¡Ay por dios! Los Villares en pie, el Manolo Molinos echando artículos, la Pilar Palazón recuperada, Jaén dividido, la Junta perpleja, ¡que sois de nosotros, coño, que sois de nosotros! En fin… El torno maldito sigue instalado en todos los autobuses urbanos Castillo, no hay manera de desbodriarlos, pero, al margen de eso, yo creo que este ha sido un año interesantote, el año que Jesús Tíscar dio el pregón de feria, qué digo de feria, de las Ferias y Fiestas en Honor del Condestable Lucas de Iranzo, ahí es nada, vaya lujo inmerecido para la capital, y el año en que pusieron chanchis los aseos de la estación de autobuses para luego ir pensando en tirarla y hacerla otra vez, tiene mandanga la cosa. No se me arrepientan de 2008 y vamos a tragar uvas con afición. Besitos.

30.12.08

Aguafiestas

Cuchi, nene, lo que dice el obispo de Jaén en su última cartica de esas que él manda, tan graciosas, tan amenas y tan bien escritas: que optar por la homosexualidad “envilece y rebaja”. Que el “desarrollo de la afectividad” no es ni mucho menos un asunto privado, dice, y que no hay que hacer puñetero caso a esa “corriente ideológica” que anima a vivir la follisca sin obedecer a la “ley natural y moral”. ¿Será el tío siniestro y aguafiestas? Qué obsesión. Lo mismo me equivoco, pero me da a mí que si la Iglesia se dejara ya de vigilar dónde la mete y lo restriega cada uno y se preocupara un poquitín de reconocer sus culpas, sus errores y sus ridiculeces, el gallo dejaría de cantarles tres veces, las piedras se les volverían esponjas antes de arrojarlas y muchos oculistas de urgencias se ofrecerían desinteresadamente a extraer pajas de ojos ajenos hasta llenar dos sacos. De la viga que se encargue el monaguillo, que está fortote. Pero no, ahí dale que dale a ver con quién se ensucia el alma el ciudadano, con lo lejos que el alma está de la entrepierna, leche. ¿O es que en el cielo de los justos hay alguien encargado de olisquearnos el chasis antes de darnos la túnica, las alas, el arpa y la peluca amarilla? ¿Lo hay? Ves tú, de eso no nos informa el obispo. Cuánta ignorancia.

29.12.08

Media luz

Por tres razones no suelo escribir necrologías: primera, porque me gusta que me lean todas las personas que, para bien o para mal, nombro en estas columnas; segunda, porque nunca he tragado con esa fábrica repentina de buenísimos seres humanos que es la muerte; y tercera, porque eso de morirse no me parece tan grave ni tan relevante, es muy de andar por casa, al margen del luto que deje. Pero se ha muerto Pepe “El Patillas”, el jueves se murió, cargado de esa mejoría aparente que la parca acostumbra a conceder antes de dar por concluido su trabajo, y como apenas nos conocíamos fuera de ese pub Auringis tasquero, no sé a qué venía eso de convidarme a cañas cuando coincidíamos en otras barras, ni a qué lo de pincharme a “El Cigala” cuando me veía entrar por la puerta de su negocio; tampoco me explico por qué memorizó mi cubata preferido ni a santo de qué me contaba, en las noches perdidas, en la soledad de un martes cualquiera, los entresijos, placeres e impaciencias de ser un hostelero viejo, un viejo hostelero a la media luz sesentera de su establecimiento. Cuando le reabrieron el ahora Belle Epoque, que conserva su nombre, me dedicó en la inauguración la primera y última sonrisa. Lo mismo es que nos apreciábamos sin darnos cuenta, yo qué sé.

26.12.08

La fotocopia

Me pregunto por qué te siguen pidiendo fotocopia del carné de identidad si, hoy día, apretando un botón, salen hasta los datos de la señora que iba a ser tu madre antes de que dios cambiara de idea y te enviara a otra. Del carné de identidad, de la tarjeta sanitaria, del permiso de conducir, de cualquier cosa. Fotocopia. Traiga usted fotocopia. Adjunte fotocopia. Aquí falta fotocopia, ¿o es que no se da cuenta usted de que aquí falta fotocopia, señor mío? Yo creo que es por perrera, que los funcionarios de esas oficinas abovedadas y profundas no aprietan el botón de tu vida y tus números porque no les sale del níspero, prefieren pedirte fotocopia, les gusta decir la palabra “fotocopia”, se sienten muy engranajes de la maquinaria burocrática cuando pronuncian “fotocopia”, si las fotocopias no existieran andarían muy mustios tras sus mesas y sus ventanillas de atención al público. Los ciudadanos estamos fichados hasta en la forma en que partimos el queso y nos limpiamos el culo, pero con el papeleo que te piden –cuando ya lo tienen- el Estado viene a decirte que le debes tiempo y que un contribuyente que no pierde el tiempo por su Sistema es un indocumentado al que deberían meter en la cárcel. Y todo por no llevar fotocopia. La fotocopia.

24.12.08

Don Ramón

Don Ramón Palacios ha llegado al caldito de madrugada del cotillón de su carrera política. Viva don Ramón. El alcalde de La Carolina (a don Ramón nunca le cabrá en el cargo ni el nombre eso de “ex”) ya puede ir a acostarse, a levantarse tarde, a desayunarse sus bizcochos con chocolate y a pasar la resaca y el resto de sus años como mejor le convenga y le dé la real gana, ¡pues faltaría más! Arriba don Ramón. Han sido cuarenta y cinco años entregado al servicio público, como un taxi, y a la defensa y vigilancia de las libertades, inasequible siempre al desaliento, centinela provincial con lucecita perenne en la ventana de su despacho, una lucecita que podía ser vista desde El Pardo, cuando tocó, y desde La Moncloa de los Aznares, cuando tocó también, Carolina nacional, alcaldote venerado, vengan medallas. Hasta que vino una niña, la niña Férriz, a decirle que se sentara un poquito, la muy insolente, qué polvorilla. A sus pies, don Ramón. Mas no cesa ni se marcha ni dimite, don Ramón: don Ramón, simplemente, se toma el caldito —sin soplar, que eso de soplar es de zafios—, y se retira a sus aposentos fugaz y fabuloso como un pájaro emblanquecido por los años. Ahí os quedáis quitando crucifijos y casando homosexuales. Todo un documento, don Ramón.

23.12.08

Ciegos

Por la culpa culpita del reportaje publicado ayer por este periódico que nos vio pelar las primeras habas, nos hemos enterado de que los nenes de la ESO jaenita son unos comunistas, unos ateos, unos revienta familias, unos mata curas, unos herejes, unos sacrílegos, unos blasfemos… Que están hechos unos buenos elementos, vaya. ¿Pues no que piden más horas para la nueva asignatura, Educación para la Ciudadanía? ¡A cavar olivas los ponía yo! O sea que mientras nosotros, los decentes, los sensatos, los correctos, nos partimos los cuernos con este Gobierno del demonio para que la religión católica siga formando parte de sus sangres y conduzcamos a la hoguera los textos impíos que nos marean a los cachorros, ellos salen con que una hora es poco tiempo para empecatarse y que habría que emplearse más a fondo. ¿Qué sabrán ellos, por el amor de dios, qué sabrán ellos? Ellos, los alumnos, son los que reciben la dichosa asignatura nueva, pero eso qué importa: ellos no saben nada de la vida y hay que dirigírsela, por su bien, para que luego sepan agradecérnoslo como merecemos y se percaten del terrible y pringoso peligro que estamos intentando quitarles de encima a tiempo, antes de que sea demasiado tarde y se les seque la médula y se queden ciegos.

22.12.08

El ajo

Dónde va a parar un ajo chino si lo comparamos con un ajo de Jamilena. Ustedes sabrán perdonarme —porque en el fondo son buenos— el chovinismo, pero, donde se ponga un ajo jamilenúo, que se metan los chinos sus ajos por el ojete. Hagan el favor de dejarse un momento de sanildefonseces y pónganse a preocuparse por esto: por el ajo autóctono frente al ajo chinorro que nos invade. El jueves pasado, las 25 asociaciones que componen la Mesa Nacional del Ajo se reunieron en Jamilena para ver qué hacemos con la competencia desleal china, y aunque sólo sea por el hecho de que exista una Mesa Nacional del Ajo —qué cosa más graciosa y más orgullosa, sí señor, al margen del olor de los alientos que han de cruzarse en esa mesa— deberíamos apoyarla todos y untarnos en el ajo que nos conviene, ser racistas contra el chino ajero y no permitir, en la medida de nuestras posibilidades, que una cabeza de dientes maoístas y así como con sueño penetre en nuestros hogares. De los chinos, los platos de cartón, las Vírgenes luminosas y los sujetavelas; pero no los ajos. Y conste que uno no tiene negocios ajeros y que tampoco sabe muy bien por qué aboga por esto del ajo como si fuera un articulista correcto cualquiera, pero así están las cosas, ¿pasa algo?

19.12.08

Trueque

Mañana, trueque. Qué bonita es la palabra “trueque”, que rima con guateque, con soniquete, con Trijueque y con una señora que le dice a su niño que no sea guarrete. Bueno, mucho no rima, ya lo sé, pero debería. Uno es que anda hoy muy nene. Mañana estará prohibido circular con euros por la plaza del Deán Mazas de la capital jaenina, por eso, porque hay trueque, un mercadillo del trueque en esta Navidad de la crisis en la que tanto nos estamos arrepintiendo de no haber guardado los polvorones y las logroñesas que sobraron del año pasado, malas cabezas. O sea que mañana usted puede acercarse un rato a cambiar una rebequilla por un sombrerito coliflor, dos tenazas por un cilicio, un joyero por una morcilla blanca de Peal y hasta un acerico por un libro en buen estado de cualquier poeta del Claustro Poético, pongamos por caso. Lo que quiera, lo que queramos, yo ya me he hecho con una poquita cacharrería y con dos peinas que le he robado a mi abuela, a ver si pillo alguna botellita de Chivas y un kit completo de lavativa, que ambas cosas me hacen mucha falta. Vamos a retroceder un poco en el tiempo, mañana, para enriquecernos una chispitilla con el toma y daca de cuando la gente era cipotona y pasaba del parné, con lo que el parné nos adora.

18.12.08

A mis queridos anónimos

Que sí, que os publico vuestras cosas, no inmediatamente y casi nunca cuando sólo son insultos, sin más, pero se publican. Paciencia... Lo único que os pediría es que mejoraseis un poquitín la ortografía. Por lo demás, gracias a todos por leerme y por visitar este modesto blog que tanto os irrita y tan buen desahogo os concede.

Jesús Tíscar

La oposición

Lo que pasa es que a la oposición (a todas las oposiciones políticas a cualquier gobierno) le interesa que las cosas le vayan mal a ese gobierno y no le preocupa que, por ende, las cosas también les vayan mal a los ciudadanos. Eso es lo que pasa, eso es lo triste y lo desesperanzador, esa es la realidad que no cambia ni cambiará mientras impere la guerra entre partidos y las ambiciones personales, permanentemente instaladas en el entrevero de la administración de un estado, ¿te estás enterando?, dí, ¿te estás enterando? Pues eso. A la oposición, a todas las oposiciones, lo que menos le conviene es que las cosas se arreglen, ni siquiera que se arreglen un poquillo, y aunque arregladas las vean, siempre lo va a negar y le va a poner más peros y más faltas que esos gachones tan sabeores y tan becerracos que siempre le están poniendo faltas y peros a todo, menudos majaderos. Y como eso es lo que pasa, dime tú a mí el plan, lo desamparados que estamos, el papelón que hacemos cuando nos acercamos a las urnas con la papeleta en la boca, la que sea. Se pone uno a reflexionar sobre esto y no sabe si acogotarse en mohíno o cabrearse en basilisco. Aquí la deshonra siempre va a ser para la oposición, que no nos quiere. Para la mala oposición: la que hay, la que queda.

16.12.08

Los tunos

Los tunos jaenitas ven peligrar sus tunerías, sus tunanteces, que ya no se llevan, y piden que los sigamos usando para rondar a las mocicas y que éstas no paren de asomarse al balcón con sus caritas de azucena y eso. Se quejan de que no hay cantera, de que con ellos morirá la Tuna Universitaria, y que los estudiantes no los entienden, con lo románticos y aventureros que ellos son y lo bien que se lo pasan tocándose el clavelito. A los tunos jaenitas lo que les gustaría es que se les tuviera más en consideración y se les valorara mejor la bandurria y las cintas de la capa. Bueno, hombre, bueno, pues… ¿Estamos tontos o qué? Las tunas son una vergüenza, ¡pardiez!, las tunas deberían haber desaparecido hace mucho tiempo estranguladas por el buen gusto y por las cosas en su sitio. Las tunas son eso, lo que acaban de leer, “¡pardiez!”, un anacronismo que ya no se ve ni en las bragas de la abuela, quien hace tiempo que se apuntó al tanguita mientras el nieto le seguía cantando cuplés y bailándole rigodones, qué cruz, qué coñazo. Yo es que me reconozco y confieso tunófobo, no lo puedo remediar. No sé si me inquietan más que me producen alipori, o al contrario, pero el caso es que cuando veo a uno suelto me cambio de acera. Por lo que pueda contagiarse eso.

15.12.08

Chorra

Cansan. Al principio pueden llegar a hacer gracia, llamar la atención, pueden incluso causar cierto asombro. Pero al final cansan, terminan cansando. ¿O no sienten ustedes una especie de hastío ante la cantidad de asuntos chorra que preocupan hoy a la sociedad y en ocasiones incluso llegan a los tribunales, con la de trabajo verdaderamente importante y atrancado que ya tienen y lo despejados que queremos a los jueces para que no dicten sentencias de esas escandalosas o absurdas? El caso que me motiva esta columna, entre muchos otros, es el de las clínicas Pascual, cuyas enfermeras, agarradas a Comisiones Obreras, se sienten discriminadas por ser obligadas a llevar falda como uniforme y a las que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía les ha dicho finalmente que se aguanten con la pollera, que no hay delito. Pues claro que no, cojollos. ¿De verdad una tía se siente avasallada en sus derechos por tener que llevar la falda de un uniforme? ¿Tan grave es eso, joder? ¿O es que hay mucho ocio y mucho aburrimiento y entre feministas y sindicatos figurones se juntan el hambre con las ganas de comer? A litigios así les llamo yo asuntos chorra, y con la boca bien grande. Estamos agilipollados con lo políticamente correcto, de verdad te lo digo.

12.12.08

Pozo Alcón

Ah, no, espérate, que ahora la Fiscalía no está conforme con el rechazo social que ha ocasionado la condena a la madre de la bofetada de Pozo Alcón y le sube los cuarenta y cinco días de cárcel a sesenta y siete (además de mantener el año de alejamiento del hijo), puesto que hay un agravante y es que la “agresión” se produjo en el domicilio familiar. Claro, si el tortazo se lo llega a dar en la tienda de Carminchi o en una bolera de Massachusetts, la cosa no hubiera sido tan grave. Josú mare mía de mi vida y de mi corazón, ¡qué chominá! A ver, pregunto: ¿al Juzgado de lo Penal, a la Fiscalía o a algún conserje leído y viajado se le ha ocurrido la idea de cogerse a un par de psicólogos y preguntarle al niño si quiere quedarse sin madre un año y si ésta merece prisión por haberle atizado aquel soplamocos? Porque habrá que averiguar el grado de terror que vive esa criatura al lado de semejante fiera a la que no bastan zapatillazos para reducirla cuando él no quiera hacer los deberes. ¿O es ahora cuando el niño está asustado por la que se está liando, por oír hablar de cárcel para su madre? Un nene verdaderamente maltratado pide a gritos que le quiten de encima a su maltratador, sea la madre, el padre o un vecino con la camisa a cuadros. Ya está bien, hombre.

11.12.08

Chorizacos

Se supone que las fianzas impuestas por los jueces para que los chorizacos de chaqueta y política salgan de la trena las pagan con el dinero que han mangado y que casi nunca aparece ni es devuelto. Así cualquiera. Mucha culpa y mucha indignación pública, pero la guita se queda donde está: en la talega algarrobera de la Sierra Morena de los bancos extranjeros o sepa dios en qué Sierra Morena. Al que roba tres morcones no les exigen dos si quieren esperar el juicio en su casa. Está visto que, ante la Justicia, el ricacho, aunque haya llegado a esa posición a punta de cohecho, malversación y blanqueo, siempre será un privilegiado. Esto demuestra una y diecisiete millones de veces más que los españoles somos tan iguales ante la ley como mi asombroso parecido con Elsa Pataky. Las fianzas para que los chorizacos vean a sus niños y duerman con sus esposas deberían consistir en abyectos e ininterrumpidos trabajos forzados hasta la celebración de la vista, como limpiar macarrones por dentro (sin soplar, por favor), desabollar los casilleros en los que van las aspirinas, darle conversación a un chapista o pedir almanaques en las tiendas, labores que para un chorizaco de esos siempre va a suponer un infierno y un deshonor. Pero, ¿pagar? Eso no es nada.

10.12.08

Del grito

Habrá que confiar, habrá que ser feliz, habrá que cederle el asiento en el autobús a las viejecitas y reñirle con amor a los nenes por bajar las escaleras atropelladamente, habrá que hacerse un alma, un buen nombre, un cuerpo con el que utilizar el sudario, habrá que creer en Dios y demostrarlo todos los domingos, no hay salida, no hay alternativa, habrá que abominar de la pornografía y depositar el semen entre un colchón y un vientre de mujer sagrados, beber con moderación, educar a los hijos, no orinar en la calle, habrá que ir bien afeitado y con los zapatos limpios, que no se te olvide nunca felicitar a tu madre por su cumpleaños, que no te acuerdes jamás de los placeres del grito, de la voluptuosidad de la ira, habrá que llevar el pendón todas las Semanas Santas y viajar siempre por agencia, conducir al barbero a un pobre, eructar poniendo la mano en la boca, ser consecuente con el gasto doméstico, ir al médico por un piojo en el culo, salir al campo los días que hace bueno y recogerse temprano, madrugar, habrá que jugar a vivir con las normas e instrucciones bien claras, habrá que ser fiel de obra y pensamiento y no hacer mucho ruido cagando, condenar a los sapos, bendecir a las golondrinas, evitar males mayores. Habrá que morirse de asco.

9.12.08

Disculpas

Por un lado dice un alcalde que los votantes de derechas son unos tontos de los cojones y por otro, un diputado catalanote le grita mueras al Borbón. Estas cosas quedan muy graciosas, yo por lo menos es que me meo de risa, pero después son todos unos cagaos que se retractan y aseguran que no quisieron decir lo que dijeron, y ahí empieza la tristeza, lo patético, cuando juran que el pastel no se lo han comido ellos mientras se relamen el merengue que les llega hasta las cejas. Venga ya. Uno tiene que ser consecuente con sus calentamientos de boca. Hay, o debería haber, un código moral, una honradez, una fidelidad y hasta una entrega devota en lo que a bocarronería se refiere, porque de lo contrario es muy fácil desbarrar y liarla, a sabiendas de que luego te disculpas y se olvida el tema. Pues no señor. Para eso, lo mejor que puede hacer uno es acogerse de por vida a lo políticamente correcto y vivir tranquilito y en paz. Aburrido y reprimido, sí, pero sin que te calienten la cabeza: con el convencimiento ahogado y boqueante de que los votantes del PP son unos tontos de los cojones y que Juan Carlos I estaría mejor fallecido, pero tú más callado que en misa. Las disculpitas cobardes repugnan. Sobre todo porque, encima, nunca te perdonan del todo.

8.12.08

Sanjosé

Inmaculada con la cara pintada, mi Concepción se ha insertado un diu, vaya por dios, hoy es el día en que los sanjosés no podemos evitar seguir torciendo el gesto, finalmente nos encogemos de hombros y nos callamos por no liarla, a la paloma no se le puede dar caza, la Inmaculada tiene un puente para que pase la Constitución, mi Concepción corre que se las pela al Maternal con un derrame de espumillones en el bajo vientre, ha roto duendes y leyendas mi Concepción y el taxista no ha querido llevarla a parir al Centro Municipal de Acogida a Transeúntes, que hubiera sido lo suyo, ¿dónde está su marido, buena mujer?, y yo qué sé, por ahí andará, dudando y dudando, echándose encima el infierno, yo qué sé, él verá, corra usted, la Inmaculada es madre de un muerto al que asesinaron antes de nacer y de rezar, mi Concepción no se queja en sus partos, sino que canta villancicos muy sentidos mientras simula tocar la pandereta que no le compro, hacia Belén va una burra, con perdón, rin rin, pero no hay remiendo, no hay remedio, siempre igual, a ver cuándo mi Concepción me da una niña, que ya está bien de mesías machotes, yo aguardo los resultados del Evangelio en casa de Inmaculada, que no me llama sanjosé y me abre muchos botellines, y me comprende.

5.12.08

Un tortazo

No sé yo, ¿eh? No sé yo. Antes, tu madre te pegaba un palizón que te desencuadernaba y a nadie (mucho menos a ti) se le ocurría demandarla por malos tratos, no ya sólo porque en comisaría te iban a hacer el mismo caso que a la Socorrito (que todos los días iba a denunciar que la había violado el Espíritu Santo), también porque te ganabas otra somanta de hostias y esta vez acompañada de mucho chufleteo, por acusica y por chalao perdío. Ahora condenan a cuarenta y cinco días de cárcel a una mujer por darle un tortazo a su nene de diez años, quien le había tirado una zapatilla cuando fue recriminado por no hacer los deberes. Repito: no sé yo, ¿eh? No sé yo. Ni don Juan ni Juanillo, ni tanto ni tan calvo, ni chupito ni litro y medio. Ocurre como en las escuelas, que hemos pasado de la sangre de la letra a no poderle ni soplar a un alumno, no sea que se traumatice, aunque ese alumno se haya cagado antes en tu puta madre —la que te pegaba los palizones— y sugerido alguna suerte de sexo oral como respuesta a una ecuación. No hay términos medios, que suelen ser los justos. Los cachorritos de ahora están sobreprotegidos y lo peor es que lo saben, y se aprovechan. Y a nadie se le escapa que hay cachorritos con muy mala leche. Disfrutándola.

4.12.08

La Sabetay

La sede judía de la Universidad Popular Municipal de Jaén sigue con luz de obra, por eso no funcionan ni los ascensores ni los aparatos de calefacción, por eso los minusválidos no pueden acceder a las plantas superiores, por eso las clases de yoga y pilates y teatro (por ejemplo) se dan y se reciben con el abrigo puesto y la bufanda y el refajillo, por eso los limones que adornan el vestíbulo son limones escarchados, limones sorbete, y la conserja tiene cara de tiritona, la pobre mujer, con lo simpática que es. Tiene huevos que cuando el PSOE era oposición en el Ayuntamiento jaenícola le echó en cara esa misma deficiencia al PP mandante, tiene huevos que la sede se cerrara hasta solventar el problema de la electricidad, tiene huevos que el Ángel Cajigas y el Montané la volvieran a abrir diciendo que ya estaba lista, tiene huevos que la sede Sabetay de la UPM siga igual de chapuzarrona, al menos a fecha de hoy (ayer), 3 de diciembre de 2008: a ver si mañana va a estar arreglado y me fastidian la columna esta tan traidora que estoy echando hoy para todos ustedes, mis queridos lectores y verdugos. Denunciado queda. Y ahora, opinión: vaya mentira cochina de política municipal, vaya estafa inyectada en tapujos y caras limpias, vaya choteo de servicio al ciudadano.

3.12.08

A nada

Estos escandalitos que de vez en cuando se dan en la política nacional, tipo aviones a Guantánamo pasando por España, finalmente acaban en nada, así que no sé a qué viene tanto aspaviento. El revuelo huele a muerto y enterrado nada más nacer. Con Bush y la CIA de por medio y un Aznar encogido de hombros y de bigote dime tú a mí qué puede hacer un Ismael Moreno cualquiera, juez de la Audiencia Nacional, sino darle unas cuantas vueltas al caso, interrogar a algún ujier, a ver qué sabe, y cerrar el asunto rascándose la cabeza sin llegar a ninguna conclusión. Por otro lado, a quién puede sorprender a estas alturas que el anterior presidente del Gobierno no se negara a que sus Estados Unidos hicieran del territorio español lo que les saliera de las pelotillas. Vamos, que si Bush le dice en aquella época que quiere un cacho de Benidorm para intercalarlo en Nebraska, el tío seguro que le da dos, con abueletes del Inserso incluidos y varias tiendas de flotadores. Y muchas gracias, George. Lo carota es lo del PP de ahora al defenderse diciendo que eso no tenía que haberse filtrado a la prensa. Claro, es que a lo mejor lo secreto tiene menos delito: el bochorno de una falta es que de la falta se entere todo el mundo. Pero, lo dicho, que esto no llega a nada, hombre.

2.12.08

Ovarios

Venga, venga, a la aceituna, vamos todos a la aceituna, recojamos juntos el bendito fruto del vientre de las olivas, los negros con sus manos negras y los blancos con sus blancas manos, ayudemos al infiel para que no se canse, a ese chirri alógeno y equivocado, démosle pan y tocino al peregrino, es la fiesta, comienza la fiesta, ya está aquí la fiesta, festividad de la pringaza que viene, riqueza de sangre verde, prosperidad italiana, jugo de moco friolento, terrón de escarcha agria. Vamos todos. A la olivita, a la olivita, al vareo de las ayudas europeas, al templo de las cooperativas, almazara de mi alma, de tu alma, de nuestra alma, jornal y conejos que miran, totovías, patrones, que la aceituna no se cae sola ni se recoge ni se mete en el capacho ni en el tractor sola, que la aceituna es tonta, que está acipotá de tanto esperarnos, y hay que espabilarla y enseñarle los dientes como se los enseñó un día Fishler, angelico, era simpático y tolondro. Cada jaenera tiene un ovario normal y otro aceituna, cada jaenero lleva colgando un testículo cojón y otro aceituna, los de fuera no, los de fuera sólo tienen frío en los ovarios y en los testículos, a ver cuándo un melenchón para ellos, poetas y cantores de la tierra, a ver cuándo un virgen extra que de verdad lo sea.

1.12.08

"Sin tetas..."

Pues a la oposición peperota municipal en el Ayuntamiento jaenaco le diría —y de hecho se lo digo, ¡menudo soy yo!— que menos ver la tele y más atención en lo que hacen, si es que hacen algo que no sea quejarse, recontraleches, ahí todo el día con el ñiquiñiqui del criticaero, joé. En dos días, concretamente el miércoles y el jueves de la semana pasada, dice el ex Miguel Sánchez de Heineken de antes que las sesiones plenarias son más propias de “Gran Hermano” o de “Mira quién baila” y, al día siguiente, sale el incorregible y dejaplenos Miguel Segovia opinando que las obras de La Carrera parecen hechas por “Manolo y Benito”. Tócate la pera con el mal gusto. Al menos, si se pasan la vida delante del televisor, podían ver documentales y las cosas esas coñazo del Punset, o las películas pornochoriceras de los canalillos locales, no la caca de programas y series a los que se refieren para hacer sus gracias comparativas. Pronto asomará la Solar, mi Inma, ya lo verán, diciendo que “Sin tetas no hay paraíso” ni tranvía y lo mismo a la Cristanes, doña Nestarina, se le pone que lo del Montané con la Navidad es cosa de “El encantador de perros”. Mira como ninguno parangona la política municipal con alguna gaita del Confucio, mira como no. Ay, qué desencanto.