Mañana, trueque. Qué bonita es la palabra “trueque”, que rima con guateque, con soniquete, con Trijueque y con una señora que le dice a su niño que no sea guarrete. Bueno, mucho no rima, ya lo sé, pero debería. Uno es que anda hoy muy nene. Mañana estará prohibido circular con euros por la plaza del Deán Mazas de la capital jaenina, por eso, porque hay trueque, un mercadillo del trueque en esta Navidad de la crisis en la que tanto nos estamos arrepintiendo de no haber guardado los polvorones y las logroñesas que sobraron del año pasado, malas cabezas. O sea que mañana usted puede acercarse un rato a cambiar una rebequilla por un sombrerito coliflor, dos tenazas por un cilicio, un joyero por una morcilla blanca de Peal y hasta un acerico por un libro en buen estado de cualquier poeta del Claustro Poético, pongamos por caso. Lo que quiera, lo que queramos, yo ya me he hecho con una poquita cacharrería y con dos peinas que le he robado a mi abuela, a ver si pillo alguna botellita de Chivas y un kit completo de lavativa, que ambas cosas me hacen mucha falta. Vamos a retroceder un poco en el tiempo, mañana, para enriquecernos una chispitilla con el toma y daca de cuando la gente era cipotona y pasaba del parné, con lo que el parné nos adora.
19.12.08
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