22.11.05
Cuando pase el Ave
Si por Renfe fuese, el tráfico ferroviario en la capital jaenaca se reduciría a una hilera de chaveíllas cogidos por la cintura y haciendo «chucuchúuuu chucuchúuuu» entre los matojos y las farfollas donde una vez hubo vías. Y todavía hay quien confía en que algún año pasará por aquí el Ave, angelicos. Con gripe aviar, pasará el Ave, porque otra cosa va a ser chominá que bregues. No nos quieren, nos desprecian. La compañía piensa, probablemente, que en Jaén somos demasiado catetos, demasiado pobretones y demasiado marranos (de los que sacan la fiambrera con las sardinas, la faca, la hogaza de pan y preguntan «¿usted gusta, gusta usted?») para ponernos un tren tan fino, tan caro y tan echando leches. De momento nos dejan los regionales exprés esos para que nos vayamos apañando y no la piemos mucho, que son más lentos y están más rotos que la madre que los parió, con revisores que se ofenden si uno grita que vaya una mierda de Renfe porque sólo hay un retrete para cuatro vagones, cuyo aroma, claro está, no le inspira a nadie un Anäis, Anäis, sino lo dicho: un rotundo «¡vaya mierda de Renfe!», y a seguir leyendo el periódico, que aún quedan cuatro horas para Madrid. Y sin fumar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario