23.1.09

Infección

Es bueno reírse de uno mismo porque al final dejas un cadáver de lo más guasón que no se está quieto y es una juerga ponerle la mortaja, los amortajantes se mean de risa. El dinero no da la felicidad, pero es muy raro ver a alguien sonándose los mocos del llanto y de la pena con un billete de cien (qué leche, ni de cinco), por lo cual está demostrado que lo que no da la felicidad es un kleenex, por más que lo perfumen o lo pringuen de cremita de culito de nene. Cuando la ruina entra por la puerta, el amor salta por la ventana en busca de pan y cebolla para compartir contigo: tú la cebolla te la metes por el recto mientras yo me como el pan, verás qué bien, ¿no ves que el dinero no da la felicidad y además es bueno reírse de uno mismo? La generosidad es una forma muy correcta y estúpida de quedarte con menos, con lo amplio que es el mundo y las oportunidades que nos da a todos, ¡apáñate! La generosidad, además, estriñe, de manera que te va a ser muy complicado darle ese uso tan sano a la cebolla que te ha tocado. Y si te decides por fin a morder la mano que te da de comer, piensa antes que la Historia te recordará mejor si, en vez de morderla —riesgo de infección—, la alquilas ahora mismo para el onanismo a tendón tronchado, sin mala fe y con cariño.

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