16.1.09

La pobre

Sigo al hilo (o la guita, o la soga, o la maroma) de la columna de ayer. Que los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Que ganan poco, dicen. A lo mejor es que ganan poco en comparación a todo lo que se les critica y lo mal vistos que empiezan a estar, digo. Hay que compensar, ¿no? Lo cierto es que el corporativismo se ha cerrado en torno a ellos, como de costumbre, y mira tú por dónde una niña gitanita y muerta, la pobre, ha logrado ponerlos nerviosos y en jaque, a la defensiva y en el enfrentamiento de su intocabilidad sí, intocabilidad no. Si la gitanita niña muerta, la pobre, no hubiera ido a comprar chuches ese día… Pero no, tuvo que ir y joderles la tranquilidad a los que las chuches se las llevan a casa. El juez Tirado recibe una caricia por el imperdonable error que le costó la vida a la gitanita muerta y niña de las chuches, la pobre, pero los jueces quieren ponerse de huelga en junio. Dirán que si no nos basta con el tormento que dos lesbianas de esas han logrado infligirle al tal Calamita, juez demostradamente homófobo y castigado por ello, por serlo fuera de su casa, en su curro. Pues no. Aquí lo que puede pasar en junio es que el Poder Judicial se declare en huelga. ¿Y después qué? ¿El Gobierno? ¿El Rey? ¿La Santa Inquisición? Anda ya.

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