22.3.10

Purpurina

Aquí estuve yo. Manolín meó aquí. Por aquí pasaron las chicas más alegres de Canena. Y así. Es como si los alcaldes y las alcaldas, los grupos y las grupas municipales mandantes, quisieran dejar un testimonio de su paso lo más vistoso posible, que no se confunda, que resalte, que llame la atención, esto lo hice yo, esto lo hice yo, esto lo hice yo, y para ello no dudaran a la hora de autorizar barrabasadas que le van a la estética como la purpurina al culo, arrancando sombras como quien arranca rastrojeras, qué más da, no importa, lo importante es que destaque, que no sea lo de siempre, aunque lo de siempre sea lo más adecuado y sensato, un sello inconfundible de su legislatura, la obra, la obra, la obra. Mi obra, míala. Y claro, ante las protestas de la ciudadanía (de la que también es la ciudad, hay que recordarles, y tiene opinión para el color de las paredes, mira tú por dónde), qué mejor agarradera que tacharnos de catetos, de conservadores, de cutres y de poco preparados para la vida moderna, a sabiendas que los experimentos con gaseosa están muy bien para tu casa, allá cada cual, pero no para la común. ¿Alguien se cree que en el Ayuntamiento de Jaén no sabían la que se iba a liar entre la chusma cuando nos mostraran sus planes con la Catedral? Amos, hombre. Amos.

1 comentario:

Iñigo dijo...

Sinceramente me parece interesante como crítica a la actitud de los políticos. Crítica hecha además con tu inconfundible estilo del que me confieso admirador.
Pero, ya puestos a confesar, confieso que me ha sorprendido encontrarte en la página de Facebook contra la remodelación de la Catedral. Una página donde no aparecen más que comentarios vacíos sin ningún tipo de argumentación del porqué de su rechazo al proyecto.
Lamentablemente, tampoco lo encuentro en tu texto.