2.2.10

Intocable

Hay leyes que son como ese gachón que, cuando estás hecho polvo, te dice que no te preocupes, que ánimo, que verás como todo se arregla, tras lo cual se larga a lo suyo y no vuelve a acordarse de ti nunca más, porque él ya ha cumplido y, por lo demás, ahí te pudras. Estas son las leyes que les han tocado a esos padres de Pozo Alcón, por ejemplo. Pero si es que es normal, leche: si todo un sistema judicial y una Ley del Menor perdona a un nene de trece años por no hacer los deberes y castiga (en grado de tentativa) a su madre por enfollinarse con él y darle una torta, con todos los medios de comunicación pendiente del zagal, el nene en cuestión se siente Dios, un ser intocable, que para eso tiene trece años y muchas ganas de triscar y desarrollar el asilvestramiento propio de la edad, aspecto este del que se olvidan por completo los creadores de esas leyes ridículas e inútiles, fabricadas al servicio de lo socialmente correcto y tan alejadas de lo que manda la realidad de cada día. Tenemos unos legisladores de escopeta y perro, vocacionales del chichinabo y enfermos de ignorancia. No saben que los seres humanos somos abusicas por naturaleza y si hoy me perdonas que te tire un pellizco, mañana lo mismo te saco un ojo, porque hasta que no te mate no me va a pasar naíca.

No hay comentarios: