6.3.09

Decir misa

Con motivo del Día de la Mujer Trabajadora, el obispo jaenonchi Del Hoyo ha enviado un e-mail pastoral diciendo que la mujer sigue discriminada laboralmente por razones de sexo. ¡Anda! Pues que se metan a curas. ¿No? Ah, no, que la Iglesia no quiere hembras en sus púlpitos y entre sus hostias. Bueno, hombre, bueno, usted perdone. Desde luego yo al obispo no le puedo estar más que agradecido: hay que ver qué cartas más graciosas escribe y la de columnas que me dan. Su Ilustrísima se pone ahí todo chulón reflexionando y criticando la actualidad con unas palabras más bonitas que el copón, muy bien casadas unas con otras, ¡y sin picardías!, las publica y con eso cumple, él ya se ha pronunciado, a él que no le vengan con monsergas, porque, lo dicho, dicho está y se acabó. En este caso, don Ramón ha quedado como muy feminista y hombre de hoy que habla desde un negocio multinacional anclado en la hipocresía, la falsedad, la injusticia y ese puritanismo podrido que huele a terciopelaco meado de siglos. Que todavía a las mujeres les quedan metas por conseguir, continua denunciando nuestro obispo. ¿Decir misa es una de ellas?, le pregunta este columnista ateo y marrano, anticlerical por devoción y coherencia. Lo que pasa es que nunca me contesta.

2 comentarios:

Volti dijo...

Amén.

Alto y claro, como siempre.
Mi enhorabuena.

Anónimo dijo...

¡Muy bien!
Caña a la Iglesia.
Por cierto ya conseguí tu libro: 12 cuentos con premio. Me lo recomendó Juan Carlos Garrido del Pozo.
Ya te comentaré que me parece.
Saludos.
Dani.