13.2.09

Llámame, tía

Oye, Solar, mi Inma, cucha que te diga: que te voy a dar cañilla hoy. Ya sé que te tenía un poco olvidada, perdona, pero es que, mujer, tú tampoco pías tanto como antes, ¿eh? Que para sacarte una de aquellas gloriosas columnas que me dabas hay que atarle los cataplines a san Cucufato, cachi en los mengues. Ah, por cierto, antes de entrar en faena, ¿ande te metes, tía? Te recuerdo que me debes unas cañas, que del día de la Inmaculada hace ya dos meses, a ver si ahora te me has vuelto roñica. Llámame y nos vemos en La Viña o algo, ¿ok? En fin, vamos al curro. ¿No te parece, Inmaculada Solar, concejala del PP jaenacho, mi Inma, que lo que despotricabas el otro día contra la política económica de los rojos municipales no es más que un diente por diente y culo porculero de lo que os decían a vosotros cuando os cargabais las arcas y nos teníais a dos velas sin pabilo o rabillo de encender? Toma ya. Dinos cuánto te alegra el “desastre” de las cuentas de la alcalda, pese a que esta circunstancia afecte negativamente al ciudadano que te puso y te sigue poniendo ahí, ahora en oposición buitraza a la espera de la catástrofe que os recupere en votos. En tus palabras no hay política, hay malafollá y ganas de poder. Deja respirar, niña, y vamos a respirar juntos.

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