31.10.08

Lo celebro

Celebro que los dieciséis gamberros catalanistas hayan sido absueltos por quemar fotos del Rey. Celebro que la monarquía en España sea cada vez menos intocable. Celebro que una institución que no se puede criticar ni rechazar ni poner en tela de juicio —porque sí, o sea por obligación—, se critique, se rechace y se ponga en tela de juicio. Qué tío el alcalde de Puerto Real, veremos cómo le sale la broma. Meterle candela a una foto del monarca es meterle candela a un papel con la plasmación del icono de alguien y algo con lo que no todos los españoles tragamos, pese a que la Constitución y lo políticamente correcto se empeñen en lo contrario. ¿Por qué? El Rey de todos los españoles. ¡Y un jamón que te comas! Celebro que la familia real no atraviese su mejor momento, celebro la caña al Borbón y a sus allegados, celebro los rebrotes republicanistas que extienden los brazos, crispan los dedos, emplatan los ojos y se preguntan “¿pero esto qué es, pero éstos quiénes son, pero esto por qué es?”. La monarquía es política, aunque sea de jarrón, pero acomodadísima y bien protegida por una especie de secreto de confesión e indulgencia tácita, y como lo que es, no debería parecernos sagrada, limpia, pura y mucho menos beneficiosa o inocua. Se la puede poner boca abajo.

2 comentarios:

María* dijo...

Estoy de acuerdo. Deben poder cuestionarla, como tú dices. Ya se acabaron los tiempos de ídolos intocables y mitos.

Anónimo dijo...

Sí, señor. Yo también lo celebro,Tíscar. Y levanto mi copa con y por todos los antimonárquicos de este país. Bueno, y de todos los países... ¡Fuera las monarquías!!!!!!