Exitosa y enorme la ciudadanía jaenita (o jaenense, como parece ser que quiere sellar el Gobierno municipal reinante) la noche del treinta y uno de diciembre del año pasadísimo en la plaza de Santa María. No sé qué función asumía una tilde en el “nó” de unas de las pintadas que proyectaban en la Catedral (“Nos vemos en Jaén. ¿Dónde nó?”), pero bueno, no seamos chinches, o al menos no demasiado. Había cierto temor, algún canguelo, por si al despliegue de luces, sonido y fuegos artificiales los acompañaban cuatro gatos y alguna que otra rata temeraria que no tuvieran más que hacer que comerse las uvas a la intemperie, pero quita tú ahí: quedamos ante Canal Sur como un pueblo jolgoriante, entregado, champanero. Era como una salida de Nuestro Padre Jesús de los Descalzos, pero metida en serpentinas y a destiempo. Esa tilde en el “nó” era una cosa absurdísima, mas al Montané de las culturas se le veía contento y la alcalda Puri nos sacó bebercio de su bolsillo para celebrar el fiestorro culminado, algo que nunca olvidaré, aunque me obliguen, aunque me peguen. La tilde seguramente se les colaría, errores humanos, no echemos a barato la cosa. Las uvas fueron jaenonchas y nos lo merecimos.
2.1.08
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1 comentario:
Por no hablar del daño que seguro que ha causado a la catedral los fuegos artificiales tan mal colocados.
Fue un desastre.
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