Suplemento "Crónica de un año"
Un buen porcentaje del polvo que se acumula en nuestros hogares son residuos de piel muerta, de nuestra propia piel muerta. ¿Se imaginan? Da un poco de asco y de pena pensar que gran parte de esas pelusacas que barremos de debajo de la cama constituyeron el formato de nuestro pellejo. Por cierto, que las pelusacas no se forman como pelusacas propiamente dichas, quita, sino como capas de polvo normalicas, lo que pasa es que a la menor corriente de aire que lo mueva, ¡raca!, el granulado polvo microscópico y acaroso se convierte en pelusaca, no te digo nada si además se le unen pelos por el camino, rizados o lisos, porque entonces la pelusaca halla en ellos un eje al que aferrarse y tomar cuerpo con mejor acierto y solidez y es cuando la pelusaca sabe agarrarse al cepillo o escoba con la tenacidad de una lapa o de un gerente de la Diputación, tanto que, finalmente, no queda más remedio que despegar la pelusaca de la escoba con los dedos y echarla en el badil, cosa que no deja de ser un lamentable gesto de derrota y abandono, qué triste. Esto no tiene mucho que ver con el fin de año, ya lo sé, pero es que me apetecía escribirlo. Y ya está dicho. Por lo demás, qué duda cabe que la mitad de la capital jaenina sale hoy de 2007 enfurruñada, llorosa o directamente rabiando. Porque este ha sido el año histórico de tener alcalda, la Carmen Purificación de los Remedios Peñalver Pérez, pero eso le importa poco a la mitad de la que hablo, casi diría que también a la otra mitad: a la mitad de la que hablo lo que le revienta es que la ciudad penetre en 2008 siendo sociata e izquierduna, si bien no faltan los frotes y refrotes de manos y de manotas frente a los encabronamientos y diretes, sin dimes, con los que, a tan temprana edad de legislatura, nos amenizan la velada alcaldas, tenientes y concejales de Cultura, por no hablar de los que no sabemos y tampoco pienso contar, que me juego la paguica que me da el PSOE por ser activista mediático, y eso nunca, antes me vacío los ojos y me ato la lengua al pescuezo. Así empezaron los otros, los peperotis, pero fue más tarde, o al menos nos enteramos después. Una de las bombas de este Gobierno municipal es la Universidad Popular, entérense, porque me parece a mí que ustedes no se enteran de nada y se creen que la Universidad Popular no es más que un sitio del Gran Eje en el que van las abuelas a hacer encajes de bolillos y a bailar la jota. Qué va. Ahí hay peligro, ahí no se habla nadie con nadie, el Montané no puede ni ver al Ángel Cajigas, director de la cosa, y el aún virgen edificio de la nueva sede de la UPM no se va a utilizar mientras que no rueden las cabezas izquierdatas que el PSOE quiere, porque el PSOE no está agusto con la IU, eso se ve, no está agusto, le ha entrado vocación decapitadora y eso lo paga la ciudadanía, como siempre: los que fuimos con la papeleta a ponerles un sueldo. Qué hastío. Pero bueno, tenemos cortinglés, uno grandote. Ahí nos desahogamos. Y las jaenitas siguen estando muy buenas, váyase lo uno por lo otro. No todas, pero sí muchas. Laírgen qué buenas que están. Feministas a vuestros quehaceres. Y ahora que lo pienso, salimos del año hoy sin Camarín para Nuestro Padre Jesús, todavía, pero aquí mejor me callo. Que sea cuando dios quiera o el Cirineo diga ¡ahora! Sí, mejor me callo, que me embalo y después me tiran cosas por la calle. Culturalmente, en la capital todo sigue juntándose los jueves, últimamente también los martes, y eso es todo, o sería todo si no me diera por mentar a los nostálgicos amigos de la Cristina Nestares, esto es, del Festival de Otoño, que ya no tienen entradas gratis y encima les traen cosas de rojos. Del nuevo teatro Como Coño Quieran Llamarle (Miguel Hernández, ahí estoy con Palomo el de la Ser) dicen los que ya lo han visto que hay alguna cagadita que otra, pero bueno, a ver si le echamos la bendición prontico, antes que al Museo de Arte y Arturo Ibérico (al menos) y dejamos el Darymelia para una central farmacéutica o algo así. El Real Jaén mal, como siempre, pero yo de fútbol no entiendo, ni me gusta, por mí como si lo quitan. Lo importante y penoso es que los autobuses Castillo siguen conservando el torno tercermundista que ya no tienen los autobuses de ninguna capital española y no se nos cae la cara de vergüenza. Esto es Jaén: aquí hacemos libretillas en las hamburgueserías con partes médicos. Acostumbrados al ridículo, indolentes frente al cutrerío. Y con la mierda de himno que tenemos. Si no fuera porque esto de vivir aquí es un vicio, yo me iba. Pero se van a quedar algunos con las ganas. Mientras haya bares… Y un buen nipollas. Dicen los poetas de la tierra que en los Palace madrileños se casca de Jaén y de sus verbos, así que el pitido de oídos viene siendo insoportable. A ver por qué leche han de nombrarnos tanto el verbo en los Palace madrileños, yo es que no me lo explico. El polvo, antes de ser pelusaca, tiene la habilidad mágica de colarse por la más mínima rendija de nuestra ventana y de nuestra conciencia. No hay guiso que nos papeemos sin su aderezo de polvo. La pelusaca le hace compañía a los niños cobardones y a las señoritas solteras y feas. Y yo no he empleado ni un solo punto y coma en este artículo.
1 comentario:
Muy bueno, nene, sí, muy bueno. Enhorabuena por acabar así este santísimo año.
Nos leemos y nos vemos.
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