21.11.07

El espíritu santo

La Iglesia católica pide perdón por sus actos en la Guerra Civil justo ahora que tiene en marcha una campaña para recaudar más fondos económicos. Entonces qué, ¿nos lo creemos? ¿Damos crédito a su arrepentimiento? Yo no; usted puede hacer lo que quiera, como por ejemplo insultarme y amenazarme anónimamente por esta columna, que es una cosa que a usted le gusta mucho. Experta en acariciar a todo el rebaño cuando le conviene, la Iglesia católica cuenta con la suficiente frialdad en la sangre y los jeringazos de hipocresía que hagan falta para ciscarse en cualquiera de sus principios a cambio de lo que más le gusta: el dinerito, que es el espíritu santo del Vaticano. Si mañana, dios no lo quiera, nos pegaran otro golpetazo militar y se impusiera una nueva dictadura (límpiese usted la baba, hombre, que es un suponer), la Iglesia volvería sin dudarlo junto al tirano, que es donde más grande y santa se siente ella. Eso de los perdones que nos echan tanto años después de meter la pata debería darles sofocación, mejor callarse y seguir callando. Pero, claro, ahora existe una cosa que se llama marketing, y si el negocio prospera haciendo burla en dirección al Valle de los Caídos, todos a una.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que se diga en esta tierra de Jaén que la Iglesia tiene que pedir perdón... tiene tela. Le recuerdo qué paso con la casi totalidad de los sacerdotes diocesanos? Y con el Obispo? Y el Dean? Y los conventos e iGlesias de Jaén? Y la Catedral? Por qué siendo la Diócesis de Jaén una de las más importantes de España no se ha conservado ni un 5 % de la riqueza que había antes de la Guerra? ¿sigo?

Y encima tienen que pedir perdón por arrimarse a los que les defendían de los paredones. Estos artículos son como oir a Batasuno pedir a Maria San Gil que pida perdón por el papel de Ordóñez en la politica de los noventa. Tela, mucha tela.