3.10.07

El negocio de San Lucas

Pues razón no le falta al Montané. Hombre, es verdad que, dicho así, “la feria no es lugar para hacer negocio”, dan ganas de responderle que muy bien dicho: que la feria es lugar para que los caseteros donen dinero en pro de la diversión de todos y se metan el palizón a cambio de un “gracias” y de unas palmaditas en la espalda por lo bien que se han portado. Pero es que, a mi siniestro entender, la cosa va por otro lado. Y el lado por el que va la cosa podría ser el de algunas paellas pasadas y llenas de polvo, de estornudos y de toses de la gente, por las que te cobran un pastón de los de agarrarse a un paliposte y no moverse más, que si lo unimos a que muchos —no todos los— caseteros tienen al personal fijo sin contratar ni asegurar ni nada (luego se les desgracia uno y “tú di que te lo has hecho en la calle”), el asunto empieza a convertirse en gran negocio, el cual alcanza la categoría de inmenso negociaco ganso cuando se cae en la tentación de la garrafa, los que caen, y caen bastantes, zumbándote cinco y hasta seis boniatos por un estomaguicida cuyas sobras lo mismo usan después para disolverle la roña a la sartén de las migas. O sea que la feria sí es lugar para hacer negocio, por supuesto, pero sin estafar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Válgame el cielo que cosas, que la Feria no es para hacer negocio. Me gustaría ver al señor Montané convenciendo al chaval, de 22 años con el pelo a lo jarrai, camiseta de Sociedad Alcohólica y actitud de Jonh Wayne cabalgando sobre los autos de choque llevándolos cual ovejas al redil (demasiadas metáforas?), digo que convenciéndolo para que le deje una vuelta así, por to la patilla a la vez que le explica que la Fiesta de nuestro amado Patrón no es para hacer negocio.