13.12.06

Hombre de profunda fe cristiana

El arzobispo de Santiago de Chile saluda con cariño a los familiares de Pinochet y bendice el féretro de la carroña maquillada, mientras que el capellán militar chileno, un tal Iván Wells, califica al asesino dictador como “un oficial que entregó toda su existencia a servir a la patria, un hombre de profunda fe cristiana que hoy está mirando el rostro de Dios para no separarse jamás”. Tócate los huevos. De manera que ya tenemos a la Iglesia Católica metida en una de las faenas que más le gustan: beatificar criminales y lamerle el culo a las dictaduras sangrientas, que son los sistemas de gobierno en los que más protegida y agustito se halla. Si fuera coherente con sus mentiras, ahora el Vaticano debería excomulgar o mandar al paro a estos elementos, ¿verdad?, y no hacer oídos sordos a los manifiestos cariñitos que dos de sus esbirros le dedican a la tortura, a la persecución y a la muerte. Pero no. El Vaticano está demasiado ocupado en pinchar condones y en contar monedas como para preocuparse porque unos ministros de su dios y de su virgen elogien las hazañas de un canalla fascista e intenten contaminar el cielo con su maldita alma. Pero es que ni con sus mentiras es coherente el Vaticano.

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