23.4.10

Los calvos

Que dice el Evo que los calvos lo estamos porque comemos transgénicos, que somos unos calvonchos porque en Europa los alimentos están manipulados y que los mariquitusos lo son por lo mismo, por no comer las cosas sanísimas que se comen, por ejemplo, en Bolivia, donde parece ser que no hay ni un calvo ni un sarasa, pero sí gente que se llama Evo, que ya hay que tener huevos para llamarse Evo, yo me llamo Evo y no salgo de mi casa hasta que no me traigan otra partida de nacimiento. Evo ni Evo. Miatuqué, el Evo. Se le ha ido la olla al indio, ¿eh? Y por eso desde aquí hago un llamamiento a los calvos del mundo. Los homosexuales ya se están organizando para protestar y nosotros no vamos a ser menos, mucho menos si, además, el calvo gusta de hombres o el hombre gusta de calvos. Y a las calvas, que también hay mucha calva por ahí. La verdad es que entre Evos, Cháveces y demás, tan machotes y con esas matas de pelo, apañá va Latinoamérica. Es lo que tienen los populistas estos, que van criando chominás hasta que las engordan y las sueltan en la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra que le pongan por delante. Si el problema son los calvos y los homosexuales, tío, cómprate una piruleta, bizquea, gime y chupa un rato. So Evo.

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