14.4.10

La cacota

Siendo generosos y no demasiado ofensivos, diríamos que la ambigüedad que se gasta el Partido Popular de España a la hora de posicionarse frente al franquismo huele un pestazo a nostalgia que tira para atrás como la eyaculación conejuna. Eso cuando es ambigüedad y no oposición manifiesta a condenar o hacerle un mohín de disgusto a lo que la Falange, las Manos Limpias y demás diplodocus malahostias se afanan por seguir manteniendo vivo, que no sólo son los rojos los que —según peperos— remueven la cacota del pasado quitando estatuas, cambiándole el nombre a las calles y desenterrando osamentas de sus caninas sepulturas. La cacota todavía es adorada, que conste. Y esto me sorprende un poco, todo lo que a uno le puede sorprender ya la actitud política, claro: ¿qué trabajo le cuesta al PP aprobar todo lo que vaya contra la guerra civil y la dictadura y seguir pareciendo así el partido de centro que nos quieren vender, un partido infestado de demócratas de toda la vida que pierden el bazo y hasta el píloro por las libertades? Oye, pues no. O es que el glorioso pasado lo tienen muy cogido al pecho, por herencia genética, o es que alguien de muy arriba o de muy abajo, según se mire, les aprieta los marmolitos cada vez que piensan en renegar un pelín de ese pasado.

3 comentarios:

Marisa Benito | Jesús Tíscar dijo...

Aaaah...Caninas y cacotas.

Jesús Tíscar Jandra. dijo...

Qué bonito, nena: Caninas y cacotas. Suena a comedia de tíos chalaos que hacen mucho así con las manos, así, así...

talytil dijo...

Desde luego algo huele.. a me se me antoja un olor rancio que se torna cacota mierdota!!

Muy apropiado el artículo.

David