Escobillas

Es lamentable que hayan tenido que pasar cosas muy feas en el PP para enterarnos de que existen escobillas del váter que valen 375 euros, con lo que se podría fardar de eso honradamente si la corrupción y las gürteladas hubiesen permanecido bajo llave en el cuarto de los ratones. Pero no: es salir a relucir la caca de la honorabilidad política y enseguida aparecen los cuartos de baño de la gente, oye, ¿por qué será? Cuando trincaron al tío malayo aquel, Juan Antonio Roca, tiempo nos faltó para admirarle los Miró que tenía colgados en el cagadero. Será que, al igual que el río busca su cauce, el toro su querencia, la golondrina tu balcón y las lágrimas su mar, ciertas riquezas también reclaman su origen y es donde más agustico se encuentran. Una escobilla del váter de 375 euros debería ocupar un lugar destacado en la salita, a poder ser impoluta, o sea sin zurrapas pegadas, y nunca terminar en la bolsa transparente de las supuestas pruebas de un presunto caso de corrupción. Repito: de una escobilla así hay que fardar, enseñársela a las visitas, pero con la conciencia tranquila. Lo malo es que nadie con la conciencia tranquila tiene huevos de comprarse una escobilla de ese precio. La gente con la conciencia tranquila limpia su mierda con una de 2 euros y se queda tan pancha.