3.3.10

Al "jujao"

Cuchi, nene, el Griñán, encarándose a Zapatero para que nos pague la deuda histórica a los andaluces bonicos. El hijo el gori. Que le va a meter una denuncia al Gobierno y lo va a llevar a juicio, dice el gachón. Pero que no se le ha ido la olla, hombre, a ese qué se le va a ir la olla. Eso está muy estudiao, nene. Que sí. Tú hazme caso a mí. Como las cosas están como están, que verás tú si el señorito Javier no se gana la Junta, pues el Griñán tiene que encender un petardazo bueno y no te extrañe a ti que haya llamado a Zapatero un domingo por la tarde, después de comer, para decirle oye, José Luis, mira que te diga, que he pensado que te voy a amenazar con llevarte a los jujaos (porque Griñán seguro que dice “jujao”) si no nos pagas la deuda, pero tú no te cabrees ni pases mal rato, que lo voy a hacer para hacerme el chulo delante del electorado y que digan que qué huevos tengo por pedirle cuentas a los míos propios, como comprenderás yo al jujao no te voy a llevar, ¿estamos locos?, pero a mí me viene de perilla la bravuconada. Y Zapatero: Bueno, hombre, bueno, tira pa’lante. Y Griñán: Gracias, presidente. ¿Qué pasa, cómo va todo? ¿Y Sonsoles? Y Zapatero: Ahí ha ido a casa de su hermana a llevarle unas berenjenas rellenas. Y Griñán: Bueno, dale recuerdos. Y Zapatero: De tu parte.

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