9.12.09

Lencería

Dice María de la Cabeza Galán que no entiende por qué la llaman sexista y sinvergüenza, si ella sólo ha puesto a unas y unos modelos en ropa interior olivada en el escaparate de su lencería de Martos. Pues mira, déjame que te explique: las feministas y los feministas de manual son unas tiorras y unos tiorros que padecen tal aburrimiento que cualquier día les explota una vena; son gente que a fuerza de practicar lo políticamente correcto –eso que ellos mismos se han inventado y tratan de imponer como doctrina totalitaria– crían unas pitarras como garrapiñadas y ya no saben dónde mirar para ver con qué se está atentando contra las chominás de principios que abanderan. El Instituto Andaluz de la Mujer está lleno de funcionarias que cobran por ser unas calenturas a las que ni se les ocurre hablar –por hablar– de pelos en los pezones, a ver qué quieres, ya me dirás tú a mí qué clase de funcionaria es una tía que no habla de pelos en los pezones, imagínatelo. Y entonces han visto lo de tu escaparate y les ha sonado la cornetilla esa que muy de tarde en tarde les avisa de que se tienen que poner en marcha para justificar el sueldo y, de paso, quitárselo a las modelos que posan en tu escaparate. Eso es lo que pasa, Galán, no le des más vueltas. Tú a lo tuyo y deja que revienten.

2 comentarios:

Basso dijo...

Es verdad, Tíscar, en verano, cuando van casi despechugadas, se les ve esos pelos en los pezones, esos que dices tú y en los sobacos también y en el labio derecho (del coño).

Qué cosas...

Las feministas como los curas, son un coñazo.

Anónimo dijo...

mas tonto y no naces chaval, a tí te echaron la sal desde el campanario no?