El Nobel

Esto del Nobel de la Paz es una chufla, las cosas como son. Barack Obama será todo lo primer presidente estadounidense negro que quieran, y habrá esperanzado a mucha gente, yo no digo que no, pero el tío ya está anunciando pepinazos en Afganistán contra Al Qaeda y eso de paz tiene lo que una coliflor de tecnología digital, o sea muy poco, casi nada. El Nobel de la Paz se le da a quien le pegan tozolones y patadas en las canillas y responde con argumentos pacifistas, con palabras disuasorias, esto es, a un frikazo tipo Gandhi o Jesús o Angelito, que era uno de mi barrio al que le podías hacer las peores perrerías y siempre te pedía más, más, más, más, más (aunque, bueno, aquello creo que era más un feo vicio que una ideología admirable). A lo mejor lo que pretenden en Estocolmo es hacerle la pelota al Imperio para que los trate más bien que ná, es lo más probable, cosas más chuscas se han visto. Darle el Nobel de la Paz a un tío que guerrea es como darle el Nobel de Literatura a “Mocito Feliz”, que lo mismo tiene inédita una obra literaria inconmensurable, todo pudiera ser, pero, si no la divulga, no nos enteraremos y seguiremos teniéndolo por un iletrado, por más barbas y gafas que gaste. Será que ya hay tan pocos candidatos a Nobel de la Paz que van a lo que sea.