Observatorio

El Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista es una chalaúra mantenida con dinero público, un gasto innecesario, sueldos por soldar, un organismo inventado para las cuatro feministorras juntandalucianas que se aburren y se ponen a observar si aparecen tetas de más en los anuncios o si las tías salen fregando más platos que los tíos, cosa que las irrita mucho y al mismo tiempo les hace gran ilusión, porque así pueden poner el grito en el cielo y negar contundentemente con la cabeza, salir en las noticias con el hociquillo fruncido. Con la que tenemos encima, el dinero público sigue dedicándose a estupideces, a esa cosa políticamente correcta de la mojigatería moderna, del moralismo pacato y trillado. El Observatorio Andaluz ese es un establecimiento para la censura. No me gusta ese anuncio, así que hay que suprimirlo. Pues mire usted, si no le gusta, no mire, critíquelo, póngalo verde, jíñese en él todos los días, pero no lo quito porque se supone que la libertad nos ampara incluso para lo que a usted la pone de morros, señora. Hoy la censura se agarra a lo mismo que antes: la higiene moral del pueblo, con la diferencia de que ahora la revisten de un progresismo repipi que huele a perros muertos. Y a aburrimiento, ya digo, a muchísimo aburrimiento.