20.2.09

La caza

Eso es lo mismo que si a mí me pillan en el “Más y Más” robando una bayeta Vileda —tal y como acostumbro, aunque no me han pillado nunca— y en mi descargo alego que claro, que cucha tú, que así ya se puede, con cámaras de seguridad no vale, mira tú qué listos. Igual. Al Partido Popular le han pillado una presunta trama de corrupción y no se le ocurre otra cosa que echarle la culpa a la cacería en Torres del juez Garzón y el ministro Bermejo. Hablaran esos dos, entre tiro y tiro, del asunto o no hablaran esos dos, entre tiro y tiro, del asunto, ¿qué más da? Pues anda que no se arregla y se desarregla el país y a las criaturas fuera de los juzgados, del Congreso y hasta de España. Si los chaletitos apartados en la sierra hablaran, madre mía; y las pistas de tenis, y el bar de la esquina, y los puticlubes, y los restaurantes, y las misas córpore insepulto… Con cacería o sin cacería, el caso es que os han pillado, así que no vengáis ahora con chominás cinegéticas. ¿Que esas cosas de los perdigonazos carísimos y la política entre pólvoras huelen a Franco? Pues sí, mire usted. Apestan. Lo que pasa es que este país siempre ha sido muy aficionado a dispararle a lo que salte, y que todo lo que vuela a la cazuela, ya sean perdices, venados, lagartijas o enemigos.

No hay comentarios: