27.5.08

El gustirrinín

A los curas hay que comprenderlos porque lo que les pasa es que no tienen la menor idea sobre relaciones sexuales, nunca las practican y por eso se pierden tanto y tanto meten la pata con sus opiniones al respecto. Es como ese Rouco Varela, que ha dicho en un libro de entrevistas que “el matrimonio gay va contra la realidad y expresa la rebeldía del hombre contra sus límites biológicos”. Ellos están convencidos de que el sexo sólo cabe dentro del matrimonio y de que su destino es la procreación, cuando la realidad es que el sexo cabe en muchas partes, incluido el recto, y que tiene otros destinos, como por ejemplo el del gustirrinín. ¿Qué culpa tenemos nosotros, los hijos de dios, de que éste incluyera placer en el proceso de fabricación de más cristianos, en vez de haberlo planeado como una simple y aburrida irrigación o por telepatía? ¿Quién le inventó el clítoris a las tías, según los curas? Pues dios, dios inventó el clítoris, según los curas, a ver si nos vamos enterando y, en todo caso, le pedimos cuentas a él. A los homosexuales les procura gustorro introducirla por donde no deberían, según la Iglesia, pero eso no es culpa suya. Si dios nos hubiese hecho la minina y la pepita de corcho macizo, otra rana nos croaría.

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