Ahora mismo la sociedad española está muy preocupada porque ha descubierto que sus nenes apenas leen y que cuando leen no se enteran de lo que están leyendo. Que son unos ceporros, vaya. Así que ahora mismo la sociedad española mira atentamente su sistema educativo, por arriba y por abajo, a ver dónde está el fallo, la grieta, el escacharre que le impide que pite. Pierde el tiempo nuestra sociedad española, claro, es su costumbre. Yo creo que eso de leer o no leer se lo procura uno o no se lo procura, no se trata de una cuestión de Estado, ahí con toda su mayúscula. Quien se arrima a la lectura por las vías reglamentarias, esto es, por sí solo o, en todo caso, con la leve ayuda de algún iniciado no demasiado coñazo, verás tú si comprende un texto y, si no, sabe que hay un libraco adyacente a todos los libros, de nombre diccionario. Los demás, que la pelen y les siente bien, están en su derecho, oportunidades tienen para descortezarse la tolondra y no bizquear ante un renglón de más de cuatro palabras, pero no obligación. Hace unos días conocí en Arjonilla a unas señoras que, algunas con ochenta años, están aprendiendo a leer y a escribir ahora. Eso son ganas y lo otro, niñatos.
6.12.07
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Lo jodido va a ser cuando los que ni saben ni quieren leer nos gobiernen el día de mañana... Bueno, aunque a lo mejor ya lo hacen... O tal vez lo hayan hecho siempre.
Publicar un comentario