25.5.07

Instrucciones para el domingo

Se coge la papeleta de una esquinita con los dedos pulgar e índice de la mano que se quiera y se introduce lentamente en el sobre que tu abuela sostiene con la boca abierta (la boca del sobre, no la de tu abuela, tu abuela mejor que no abra la boca). Si no se tiene abuela puede recurrirse a suegras y tías solteras de avanzada edad, si bien lo recomendable es la abuela. Seguidamente, se cierra el sobre, cuya solapa viene provista de pegamento, lo que pasa es que casi nadie lo usa, da un poco de aprensión eso de lamer la candidatura, a ver si luego te van a sacar por ahí el ADN, así que puedes limitarte a remeter la solapa en el cuerpo interior del sobre, al igual que se hace con los papeles del banco cuando uno va de bancos. A continuación, te duchas, te pones el chándal de las votaciones, coges tu tarjeta del censo y te desplazas a pie (tiene que ser a pie, no seas perrón) a la escuela del chiquillo con tu sobre en la mano, pinzado por una esquinita, como anteriormente la papeleta, y con el brazo extendido, como si llevaras a la papelera la bolsita con el zurullo del perro. Saluda a los vecinos y a los conocidos, sé simpático y, una vez en el colegio y localizada tu urna, respira hondo y que sea lo que dios quiera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como no voto (y ni siquiera tengo ya abuelas) me pierdo esa emoción.

¿Dónde venden los chándales esos de ir a votar?