6.3.07

Kamikaze De Juana Chaos

Yo creo que la piedad es para quien se la merezca. Y entre los que se la merezcan, la piedad también es para quien la quiera. No es muy sano eso de imponer la piedad, que a la postre le coge uno afición y va por ahí redimiendo imbéciles y perros muertos. Así que, como De Juana Chaos ni merece ni ha pedido piedad, no va a haber más remedio que coger a este Gobierno, extenderlo con cuidado en el suelo y, apuntando bien, agacharse discretamente con los calzones bajados para descargar sobre él el intestino, la vejiga y parte de los humores tan extraños de la decencia política. Se ha cometido una obscenidad con el etarra asesino que disfruta con el desgarro de los familiares de sus víctimas, qué asco, vomitemos todos sobre el estado de derecho. Los kamikazes aéreos de la II Guerra Mundial y el kamikaze este de la barriga hundida se diferencian en que, los primeros, morían matando, pero el nuestro, maldita sea, mata y se salva y ya mismo estará comiendo jamón, en cuanto los calditos le enjuaguen otra vez lo humano de su organismo. No hay proceso de paz que valga si, a cambio, hay que hacerle mimitos a una mala bestia y, encima, negarle el derecho a palmarla como mejor le guste. Pero entre rejas.

2 comentarios:

Raquel dijo...

De Juana excarcelado y Pascual y Santi en la cárcel: me faltan palabras para calificar semejante suceso. En España no hay justicia, y a nadie le importa un bledo.

Anónimo dijo...

Es lo primero que te leo y tiene sentido. sal del prisoe, vete del lado oscuro, jejeje q tontooooooooooooooooooo