20.3.07

Es bueno no parar de recordarlo

Cuatro años después de que los bonitos de cara de las Azores decidieran invadir Irak para salvarlo, el ochenta y seis por ciento de los iraquíes dice convivir diariamente con el miedo a morir. Se suponía que, una vez desactivadas las armas de destrucción masiva que Sadam Hussein tenía pintadas en una libretilla con la que amenazaba al mundo (¡pun, pun, pun, muerto!), aquellos mesías de la paz iban a sembrarla en el país saqueado y convertirlo en un remanso, tal y como nos prometían. Sin embargo, no nos dijeron que iban a exterminar a un dictador criminal para sustituirlo por el “ahí os quedáis”: robados, mancillados, acribillados y más solos que un perro muerto. No sé yo qué es mejor. La foto de las Azores fue una estafa que no está pagando nadie más que la población civil, como de costumbre. Es bueno no parar de recordarlo, para que cuando tres nuevos, o los que sean, nos vengan otra vez con la monserga pacificadora, les hagamos a tiempo la eficaz pedorreta y sepamos ver con ojos de verdad los pistolones debajo de sus impecables chaquetas. Nuestro Aznarito tiene ahora el pelo largo, el verbo culto, el bigote mustio y la conciencia tranquila. No hay derecho. No.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Falta de modales
Desde Jaén. El pasado viernes 9 de marzo, el columnista de Diario JAEN Jesús Tíscar escribió en este periódico un artículo de opinión titulado “Vergüenza, empacho y asco”. En el mismo, expresaba su indignación por el comportamiento de los senadores del PP ante la comparecencia de Zapatero en el Senado esa misma semana para explicar “el asunto De Juana Chaos”. Por ello, el señor Tíscar calificaba a los miembros del Partido Popular como “señoritos de mierda, dictadores y mamarrachos”. Bien, señor Tíscar, le diré que vergüenza es la que siento yo de comprobar su profundo resentimiento. Los senadores populares sólo mostraron su indignación por una decisión política, personal y de libre elección de Zapatero, no obligada por la ley, aunque legal al 100%, de poner a un asesino en serie antes de tiempo en la calle. Pero no se preocupe por ello, desde aquí recomiendo a todos los senadores del PP que cuando oigan tal ignominia de boca del presidente se limiten a insinuar una leve mueca de contrariedad con tal decisión para que la izquierda progresista (que, en 2003, no se cansó de vociferar, insultar, llamar a Aznar, asesino, y, en Jaén, incluso interrumpir una clase de una concejal de este Ayuntamiento al grito de asesina) no se sienta molesta u ofendida. Eso es lo que hay, senadores del PP, y si no les gusta, revienten. Para empacho y asco, el de la gente del Partido Popular, a la que se nos acusa de dictadores continuamente por gente “muy progre”, pero que mantiene el álbum de fotos familiar bien escondido, no sea que de alguna foto se escape una vieja camisa azul del padre, tío, abuelo, etcétera. Señor Tíscar, al resto de mis compañeros de partido y a mí, no nos gana a demócratas nadie y usted, menos. Cuando quiera hablamos de democracia. A lo mejor aprende usted algo. Exijo finalmente una disculpa formal por sus insultos (de tan hondo calado democrático y tolerancia suma) a tantos miembros del PP a los que usted, indignamente, ha vejado con sus palabras “poéticas y llenas de democracia”. Aprenda a tolerar a quien manifiesta pacíficamente ideas contrarias a lo que usted piensa.
daniel jesús quero gómez

J. G. dijo...

Uff, como está la cosa, yo entro de forma más pacífica para informarle al respecto de su columna de hoy que ayer pasé por el túnel dichoso y adrede, es decir que ya soy de uno de los grupos que hablas.

En mi blog está la prueba.

Saludos.

bernardo munuera dijo...

Y se pasea por el Pit Box de la Fórmula 1 con Flavio Briatore y su yerno, el Agag.

Por decencia, ya por decencia, que diga algo, que muestre cierto interés por cómo están guisando allí, si con solomillo o con paletillas de rata.

Pero lo de Irak tiene mucho más fondo que el mero hecho de enviar a no sé cuántos miles de marines y volverse con las manos vacías dejando allí que se maten como hienas.

Sí, lo de Iraq no tiene nombre, ni lo de Iraq en Irán antes tampoco. Chií, sunií, el primo de Mahoma y el yerno que lo parió.

A ver si comienzan a "furular" ya los coches con hidrógeno y dejamos de matar con la excusa del puto petróleo.

Hala, quedaos con Dios.