11.12.06

Para que se compren un palote

Un consejo: déjense ustedes de idioteces y consuman, consuman, consuman hasta que les revienten las venas de la muñeca de la mano con que sueltan los billetes, consuman hasta que la baba del gusto les cale los zapatos y les empape los calcetines, compren, gasten, hagan mixtos la cartilla, fundan la tarjeta, que ni siente ni padece, manden al peo la estabilidad de la economía doméstica, es Navidad, leche, es Navidad y una pandereta suena, una pandereta suena, yo no sé por dónde irá, salmirandillo arandandillo, salmirandillo arandandá, cabo de guardia alerta está. Todos los años la misma tontería, los mismos peñazos dando la vara con el mismo cuento marxista-católico: que si el materialismo de la Navidad, que si venga a inflarnos de comer y que si los negritos del último mundo pasan hambre. Anda ya, tostonazos. ¡Seamos occidentales, recontracoñi! Esto del nacimiento del Nene Dios está para lo que está y quien defienda lo contrario es que es más infeliz que un pavo y además cree en los Reyes Magos, que son los padres. Gaste usted lo que no tiene, con dos huevos, y lo que le sobre se lo mete usted por retambufa a los agoreros y aguafiestas de la conciencia, para que se compren un palote.

3 comentarios:

J. G. dijo...

Espero que no hayas leído la edición del quiosco, donde un lector dice que no le gusta lo que escribes. `Pues que no te lea, nadie está obligado...

Saludos.

Anónimo dijo...

Te adoro!!!

Beso.

M.

Javier López Clemente dijo...

Hola
Llegue hasta aqui porque me lo recomendó Miranda, para que me comprara un palote.
Al menos no me considero un peñazo porque, pese a que las fiestas navideñas me parecen una pasada (aparte de lo monetario deberias hablar de lo hortera-feo-mal-gusto de adornos, papanoeles cantarines, danzantes y escaladores de fachadas) decía que pese a mi frialdad con respecto a todo el mogollón que se monta, me gusta cenar en familia y recibir algún regalito (este años hemos puesto tope en lo monetario, para dar ejemplo). Claro que también me gusta comer en familia en el verano, junto a la piscina de mis cuñados, o en noviembre cuando celebramos tropecientos cumpleaños, todos juntos.
Por otro lado creo que cada vez se celebra menos el nacimiento del Nene Dios.
Consumir tampoco es malo en si mismo, yo lo hago todos los días ;-) pero los excesos son malos casi siempre.
Y termino que me estoy enrollando mucho: Todos los años toco la pandereta junto a mis sobrinas pequeñas, eso sí, hasta que los paquetones de juguetes hacen su presencia cargados de pilas, accesorios y una fruetería más grande que dónde yo compro las verduras.

Me gustó mucho tu estilo de escritura ágil, acerado y con ironía.

Salu2 Córneos.