4.4.06

La nueva sede de los rojos

La Izquierda Unida de Jaén tiene nueva sede en la avenida de Granada y para inaugurarla nos sacó unos ochíos de pimentón cuyo recuerdo todavía me hace saltar las lágrimas. Las instalaciones, bien; la gente, bien; los cantantes que amenizaron el convite, bien, al igual que el resto de las viandas... Pero los ochíos de pimentón, ay amigos y vecinos, los ochíos de pimentón estaban soberbios, eran magníficos, de una sabrosidad viciosa y adictiva, condimentados para la locura, la baba y el llanto desgarrado ante la posibilidad de que pudieran acabarse antes de lograr reventarnos la panza con su ingesta descontrolada. ¡Santo Cristo de la Misericordia, qué ochíos de pimentón los de los rojos! Sé que me van a faltar palabras —qué digo palabras: columnas— para glorificar como quisiera ese manjar, y sé que estamos en Cuaresma y que la gula y la lujuria (que también contenían aquellos ochíos de pimentón) son mucho más pecado que en fechas más higiénicas, pero mis amigos los católicos sabrán perdonar las debilidades de este humilde siervo de las inauguraciones con papeo. Votaré a Izquierda Unida nada más que por esos ochíos de pimentón, si es que algún otro partido no me los mejora.

5 comentarios:

J. G. dijo...

Los ochíos buenos los tenemos en Úbeda, concretamente en el barrio de San Pedro. En Sabiote, la cooperativa panadera también hace unos deliciosos.

Sir Alsen Bert dijo...

Juer, Tíscar, parecíais todos de la quinta del botellón, ahí en la calle comiendo ochíos con pimentón (dulce), -supongo-, y Coca-Cola cubana.
A la que no vi de lejos fue a Maria Dolores Nieto.

J. G. dijo...

Coca cola cubana? Con lo rica que está la americana.

Anónimo dijo...

No, no, no: los ochíos de pimentón son salados. Por cierto, que vaya cola van a traer los famosos ochíos, hoy me atacan por ellos (bueno, y por más cosas).
Por otro lado, atentos, porque el artículo de hoy, "Catolicismo a la baja, ¡qué bien!", y que colgaré mañana (si no me cuelgan a mí antes), ya está dando sus frutos de correos anónimos en el nombre de la fe.

Sir Alsen Bert dijo...

Ahora deberías rizar el rizo. No hay mejor defensa que un buen ataque -topicazo donde los haya-. ¿El ataque, la defensa? Adular con la ironía elevada al cubo, el próximo y nauseabundo desfile de tronos con figuras de madera, con mantillas de caras arrosariadas y mentes frígidas. Ahora sólo te resta escribirlo y tener el camino pensado para esconderte en la cueva del lagarto de Jaén hasta que escampe. La religión es algo muy, muy personal. ¿Y por qué me tienen que hacer tragar infumables procesiones de penitentes, de ignorantes de la Fe y de la cultura?
Qué pena que no me toque artículo para esas fechas, joder, qué rabia.
De verdad, qué malico me pongo cuando llega la esta semana. Como digo en mi blog, es un maltrato psicológico. ¿Dónde se denuncia? Es más, no sé dónde meterme. Bueno, este año encerrado, que toca tantear a la suerte de la oposición.

Y que conste, que yo cristiano soy, qué pollas.