29.11.05

Anguita, un tío cachondón

Oye una cosa, concejal García Anguita, tío cachondón, que eso es lo que eres, un tío cachondón que va por ahí de guasa y cuchufletas, cucha que te diga: ¿y una capital no debe estar preparada para que vengan coches de los pueblos y circulen con los de aquí, junticos, sin mayores problemas? Porque me imagino que al culpar del caos circulatorio que padecemos en esta ciudad, lagártica y olvidable, a los automóviles de los pueblos te refieres a la cantidad, ¿o acaso estás llamando torpones a los conductores de la provincia que se arriman a la grandísima urbe jaeniqui? No creo. Tú eres muy cachondón, ya digo, pero no creo que sea de tu gusto enfrentarte a los vecinos por haber insinuado que les dieron el carné por comprar medio kilo de albaricoques. Tan cachondón eres que ahora les sueltas la inocentada precoz a los municipales y los pones a contar coches, los que salen y los que entran, que ya hay que tener cuajo. El hijo el Gori. No le hagáis caso, agentes, que se está quedando con vosotros, ¿no conocéis ya al Anguita? Verás tú el pitorreo cuando os veamos: “Doscientos catorce, doscientos quince, doscientos dieciséis...” y os preguntemos por algo para que perdáis la cuenta. Qué risión.

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