De no querer percibir ni reconocer el pestazo de la crisis cuando se estaba cociendo, los socialistas del Gobierno han pasado a ponerles un “colchón” a los bancos y a las cajas de ahorros para que no quiebren y nos dejen sin un céntimo. Tiene mandanga. Los bancos son templos en los que se entra en silencio, se habla bajito y se sale en silencio, a veces incluso santiguándote con los billetes; pero ahora estamos viendo que también los bancos y cajas pueden llegar al griterío de un mercado en hora punta como se acaben los solomillos y empiecen a flaquear las coliflores, como desaparezcan las cebolletas y el chóped se ponga chulo. Pobres banqueros, qué mal rato deben estar pasando. Si nosotros, los neófitos en economía, los burracos, empezamos a sospechar de una brisilla de mal rollo catastrófico, qué no sabrán ya los que se conocen hasta el nombre de la suegra del que carga los pliegos de billetes para llevarlos a cortar a la guillotina: para esos, la brisilla debe de ser ventolera y empieza ya a despeinarles los cuatro pelos. Aquí las víctimas, allí los entendidos y los ejecutores, los dueños de la llave de la caja de caudales gordota, los que callan la desgracia colectiva en tanto solucionan la suya. Congélate el sueldo antes de que te desenchufen el congelador.
9.10.08
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3 comentarios:
La vida política y económica es así, solo dependemos de la intensidad del capitalismo del gobierno que opere; y las próximas elecciones las puede ganar el PP, Dios nos pille confesados. Me pregunto si alguna vez veré un país en el que poder escoger de verdad entre tan solo dos opciones.
entre más de dos opciones..*
Buen pregón amigo, me gustó.
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