Léase el “¡eeeeh!” que sigue en el tono burlón de quien se ceba y reconforta en la desgracia ajena al tiempo que señala con el dedo: ¡Eeeeeh! Se lo dedico a los funcionarios del Ayuntamiento jaenino, a quienes ya no les va a servir para nada el sistema anterior de control de las llegadas y salidas currales, o sea el “palabrita del Niño Jesús” que me enganché a mi hora y dí de mano a la suya. Ahora les van a poner, ya les están poniendo, un fichadero, como a los modernos, como en las películas y en los telefilmes, para que el juramento tenga, además, validez informática. Y qué gracioso el concejal de Recursos Humanos, el José Manuel Colmenero, que dice que con este sistema se mejora la organización interna de la Administración local, cuando lo que en realidad quiere decir es que ya está bien de escaquearse, cojollos, y de soplarle durante una hora al café del desayuno. Así, así, así me gustan a mí los funcionarios, atadicos, con sus derechos y sus cosas, claro que sí, pero sin libertad absoluta, que eso no es bueno y aturde y confunde y marea y cuesta dinero. Sistema biométrico, se llama la cosa, dicha así en pedante. El PP de antes se gastó cuarenta mil euros en él y lo dejó arrumbado por ahí, ya lo instalaremos. Y es que con el PP de antes se vivía mejor, ¿a que sí?
6.10.08
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