Y bien callados

Me dicen que soy un…, a ver, voy a cortarme un poco, que ahora tengo chaveíllas al lado: ¿si a chupa-chups le quitas chups y le pones la forma vulgar y corriente de referirse al pitillo de los hombres? Pues eso, un chupa-chups del PSOE por los artículos hachazo contra Izquierda Unida de Jaén. Bueno, vale, bienvenida sea toda crítica. Si no fuera más que eso lo que me dicen… Lo malo es que me lo dicen cuatro mierdas que no sólo están convencidos de la misma condición mamona de todo el mundo, sino que, además, son incapaces de sacar una pata porque saben que el patio está lleno de fascistas bien comidos y bien callados como ellos y tardarían en cortársela lo que yo en peinarme todas las mañanas. Son esos que me dicen “¡Tíscar, Tíscar, a ver si escribes de la corrupción que hay en tal sitio, échale valor, y de las menores con las que se acuesta fulanito!”, echándome el mal aliento y dándome golpes en el brazo, y son los que palidecen y callan y se van a darles golpes en el brazo a otro cuando les respondo que lo escriban ellos, lo firmen con su nombre y sus apellidos y lo manden a las cartas al director de cualquier periódico, yo no soy el héroe de nadie ni escribo por encargo. Yo soy libre. Ellos son ratas.