Enmascarados de Jaén

A vosotros y a vosotras, enmascarados y enmascaradas jaenitas, víctimas del monopolio, agobiados por la plata ofensiva del latifundio, dolientes de la flor del pan subvencionado y virgen extra. A vosotros y a vosotras, carnaval en primavera, cirujanos ambulantes, bandoleros del polen con los ojos irritados y la tosecilla romántica. A vosotros y a vosotras, alérgicos y alérgicas que sufrís lo que otros ingresan en sus cartillas de ahorros o en sus baldosas de gres, que os ahogáis pacientemente para que las almazaras respiren, intoxicados de olea, fecundadas por error vuestras vías respiratorias, donde a lo mejor quedaría bonito decir que tal vez albergáis una flor femenina ansiosa de preñez y de frutos, pero vaya una jodienda, las cosas como son, al cuerno la poesía, viva la inmunoterapia. Os he visto, oh dioses del asma y la conjuntivitis, oh vencidos por la rinitis y el malestar general, apartar delicadamente vuestras mascarillas, cuan artilugio de castidad, para daros un piquito de condolencia alergóloga y amor solidario, también para encasquetaros el gollete de un botellín de la Cruzcampo, y mi alma se ha llenado de gozo, cucha tú. Permitidme, pues, este homenaje. Por lo demás, paciencia.