Sí a la homofobia, dice la Iglesia

Como están convencidos de que la iniciativa convertirá a todo el mundo en “invertido” y pondrá en peligro el matrimonio y la familia, los obispos españoles se oponen a la resolución que el Parlamento Europeo aprobó a primeros de año con el fin de combatir la homofobia desde la educación en las escuelas. Así de crudo, nene; para qué le vamos a dar más vueltas ni a colocarle más adornos. Y además advierten de que, con ello, se atenta contra la “libertad de conciencia”. ¡Si es que son la leche! O sea que tratar de disuadir a los futuros adultos de que un homosexual no sirve para denigrarlo y humillarlo, puesto que la naturaleza es sabia y además aquí cada uno se refocila con quien más le alegre la pajarilla, es poner en peligro la libertad de conciencia. Anda y sóplame este ojo, Conferencia Episcopal, que se me ha metido una paja, una viga, un camello, una aguja, tres reliquias y cuarto y mitad del polvillo corrosivo que exhalan tus fundamentos. El problema es que la Iglesia es dictatorial —¿qué son si no los dogmas?— y en ese ambiente es fácil creer que toda iniciativa es una orden. Que al matrimonio homosexual estamos todos obligados, por ejemplo. Je. Más quisiera algún curilla...