¡Rajaazos!

Cucha que sus diga, Miguel, Antonio, Rafael, Pilar y Francisco Javier, representantes de los colectivos vecinales y de los iberos que sus habéis reunido con el arquitecto Pérez Arroyo para que sus explique su proyecto de remodelación de la plaza Santa María y de cuyo encuentro habéis salido convencidos, cucha que sus diga, eh, cucha que sus diga: ¡Rajaos, más que rajaos! ¡So rajaos! ¡Rajaazos! Qué pasa, que eso de reuniros con un arquitecto prestigioso de Madrid sus ha hecho sentir más importantes que ná y le habéis dicho amén a todo lo que don Salvador sus ha querido colar, ¿no? ¡Hosti qué peña! Ya sus imagino ahí haciéndoos los chulos y los representantes y perdiendo el ojete por caerle bien a don Salvador: “Muy bonito, don Salvador, lo que usted ha proyectado es muy preciosísimo, qué talento tiene usted, don Salvador, usted no haga caso de los críticas, don Salvador, que aquí lo que pasa es que hay mucho cateto y mucho muerto de hambre que no entiende de ná, don Salvador”. Vaya tela, para que te fíes. Por vuestra culpa nos van a joé la plaza, que lo sepáis, y cuando nos la joan, tú verás, con nosotros no sus ocurra volveros a juntar en la vida, sus quedáis ahí, en el engendro de don Salvador, paseándolo, arrastrando las zapatillas de paño, más solos que un mulo atado a un olivo.